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ES-ADMC-RA00132 · Person · 1952-2023

Hijo de uno de los primeros matrimonios que llegó a La Bachillera: Juan Manuel Cruz y Profeta Hernández. Es a su vez, hermano de Manuel Cruz Hernández, autor de muchos vídeos de la Bachillera y primo de Roberto Cruz Hernández (1962-) e Ignacio Cruz Hernández (1961-).

ES-ADMC-RA00070 · Corporate body · 1991-2020

La asociación fue puesta en marcha por Teresa, Victoria y Julia, vecinas de la Bachillera, junto con Benigno, Antonia Graus Subirana y Cristina Herranz González, quienes llegaron al barrio en 1986. Fue creada para favorecer la promoción, formación y realización integral de las mujeres, los y las jóvenes y los niños y las niñas, así como de sus familias. Este objetivo estaba enmarcado dentro de un plan de desarrollo comunitario, que potenciara la solidaridad y la convivencia entre los vecinos y vecinas, y favoreciera una vida más digna, facilitando la integración progresiva de los mismos, en el mundo laboral y social. Estos realizaron una encuesta a los vecinos para detectar sus intereses y necesidades, y en base a los resultados, pusieron en marcha los primeros talleres para niños y niñas y los cursos de educación de adultos para conseguir el graduado escolar.

Desde entonces hasta su desaparición en 2020, la asociación ha desarrollado diversas actividades para promover la educación y formación de los jóvenes y mujeres de La Bachillera, tales como campamentos de verano; periódicos del barrio; diversos talleres (taller de cuero, de restauración de muebles, de cerámica, de mimbre, etc.); creación del grupo joven, dedicado a la formación educativa en materia educativa y cohesión grupal de los jóvenes y adolescentes del barrio; talleres de alfabetización; pre-graduado y graduado escolar para mujeres; taller de bordado; viajes y excursiones; y funciones de teatro. Las excursiones eran inicialmente mixtas, pero tras diversas disputas, las mujeres votaron mayoritariamente la exclusión de los hombres en sus viajes.

Su sede se encontraba en la calle Aromo nº 5, vivienda particular, por lo que, en un primer momento, las actividades se realizaban en las calles del vecindario, algunas viviendas particulares y la sede de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza.

El funcionamiento de la Asociación Solidaridad NIJA siempre se ha caracterizado por la horizontalidad, siendo la asamblea, la escucha, el diálogo, el compromiso, la participación y el consenso, los pilares fundamentales de la gestión del proyecto.

ES-ADMC-RA00062 · Person · ca. 1910-ca. 2000

Fotógrafo ambulante sevillano de la barriada del polígono San Pablo, que durante de las décadas de 1950 y 1960, ejerció como fotógrafo del barrio de La Bachillera, pues acudía casi a diario a este vecindario para tomar fotografías de sus vecinos, especialmente en acontecimientos festivos, para revelarlas después y vendérselas. Solía indicar a los fotografiados cómo debían posar, incluso llegando a llevar consigo un monedero lleno de monedas que daba a los niños a los que fotografiaba. También solía tomar fotos para carnets de identidad.

El vínculo afectivo entre el vecindario de La Bachillera y Layne excede de su mera actividad como fotógrafo. Su cercanía con los vecinos permitió su perfecta integración en la vida social del barrio, siendo recordado no solo por sus fotografías sino por las incontables horas que pasó en el bar “El Taxista” cantando rancheras con otros vecinos del barrio.

ES-ADMC-RA00054 · Corporate body · 1977-

La Asociación de Vecinos Estrella Andaluza fue constituida en el momento de nacimiento de numerosas asociaciones vecinales, con el fin de mejorar la convivencia en el barrio de La Bachillera. Tras años en funcionamiento, ha actuado como un órgano de participación ciudadana activa haciendo de puente entre la comunidad de vecinos y los organismos públicos de la ciudad de Sevilla, debido a la peculiar situación del barrio que estaba situado en la periferia urbana y apenas comunicado con la ciudad. Ha actuado de mediadora en conflictos vecinales surgidos en el seno del barrio, siendo la voz de los vecinos de La Bachillera ante el Ayuntamiento de Sevilla, reivindicando soluciones a las carencias y deficiencias del vecindario, con el fin de mejorar la habitabilidad y la calidad de vida.

El origen de la asociación se remonta a 1975, cuando Manuel Sánchez Peña, presidente de la Asociación Sevillana de la Caridad, al término de una reunión con los vecinos de La Bachillera, les propuso “la creación de una comisión reducida de vecinos de la barriada, comprometiéndose a mantener una reunión mensual con ellos, para que se estudien todos los problemas”. Dos años después de la creación de esta comisión, se fundó en 1977 la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza, por Julio Fajardo Reyes, Nemesio Miguel González Rodríguez y Manuel Noguera Castillo. En 1979 se inaugura la sede de la asociación, situada en la calle Naranjo nº25, que fue construida por los propios vecinos.

Según las actas de la asociación, las primeras funciones acordadas fueron las del asfaltado de las calles del barrio y las de la construcción de una red de alcantarillado, en 1979. Todas estas obras fueron ejecutadas por los vecinos, que además pagaban cuotas para sufragar los gastos de los materiales. En el mismo año, 1979, la asociación promovió la construcción de un consultorio médico. Para ello, movilizaron a los vecinos hasta conseguir más de 700 cartillas, el mínimo requerido por las autoridades sanitarias para instalar un consultorio público. Pese a ser público, el Estado sólo contribuía en el pago del alquiler del local. El vecindario también participó en la financiación de la construcción del local que se usaría como consultorio. En cada comercio del barrio se instaló una hucha para que los vecinos dieran donativos, también se hicieron rifas simbólicas cada semana, y se solicitó una aportación de 100 pesetas a cada familia del barrio. El pago del alquiler que efectuaba el Estado no era suficiente para sufragar los gastos en materiales, energía y mantenimiento del consultorio, por lo que la asociación de vecinos debía dedicar al consultorio una significativa suma de dinero.

Una de las líneas de actuación de la asociación ha sido la reclamación de la titularidad del terreno de La Bachillera. Se organizaban a partir de reuniones en la sede de la asociación. Han llevado a cabo manifestaciones en el colegio del barrio, en la sede de la Asociación Sevillana de la Caridad, en la calle y una acampada en la plaza nueva frente al edificio del Ayuntamiento de Sevilla.

Uno de sus logros más destacados fue la exitosa solicitud realizada en 2005 a la gerencia de urbanismo para el arreglo de las calles del barrio, las cuales habían sido asfaltadas por los propios vecinos de La Bachillera décadas antes.

También han organizado manifestaciones en contra de la venta y el consumo de droga en el barrio, parando el tráfico. En estas reivindicaciones se unían a otras barriadas con la misma problemática, como las zonas de El Pumarejo o Miraflores. Asimismo han colaborado junto al centro de salud de El Alamillo en diversas campañas de vacunación.

Otra de las líneas de actuación principales de la asociación ha estado dirigida a la convivencia vecinal, organizando para ello numerosas celebraciones a lo largo del año y teniendo como punto de referencia su sede. Como es el caso de la Velá de la Bachillera, celebrada anualmente el mes de septiembre desde 1979 hasta 2012. Organizan también la celebración de los Reyes Magos, para la que hasta hace unos años habían cabalgatas, designando hoy en día un cartero real.

La sede cuenta con un bar (ambigú, como lo llama el vecindario) que ha servido como punto de encuentro fundamental para los vecinos, celebrando el Día de Andalucía con concursos de disfraces y actuaciones para los niños que continúa a día de hoy mediante la realización de migas. En 1980, la Junta Directiva de la asociación aprobó la proyección de películas infantiles en el primer piso de la sede.

Otras de las actividades más recordadas son las excursiones. En 1979 se aprobó el primer campamento de jóvenes del barrio. Solían prolongarse durante 10 días, los jóvenes iban acompañados de monitores, escogidos entre los vecinos adultos, como Benigno, uno de los promotores de los campamentos, o Antonio “el Cocina”, encargado de hacer de comer para todos. En los noventa, era usual la organización de excursiones fuera del barrio, especialmente a Castilblanco. La participación vecinal en estas excursiones era multitudinaria, especialmente por parte de los jóvenes.

La asociación organizaba también la celebración de torneos de tenis de mesa para personas de movilidad reducida en su sede. Los torneos eran organizados por el Club Deportivo FAMS (Federación de Asociaciones de Minusválidos Físicos de Sevilla). Paco Hernández, vecino de la Bachillera y miembro de la junta directiva de la asociación de vecinos, fue el vínculo entre la FAMS y el barrio, al trabajar como chófer para la FAMS. Se celebraban en la sede a cambio de que dieran formación de tenis de mesa a los niños del barrio. Esta relación se materializó con la creación del Club Deportivo FAMS Estrella Bachillera, alrededor de los noventa, que duró unos siete u ocho años. Joaquín Florido, también trabajador de la FAMS, era el entrenador del club, y Paco continuó siendo el chófer. El club llegó a estar federado, participando en competiciones provinciales. Cuando el club viajaba a otros lugares a jugar, muchos vecinos los acompañaban, como sucedía con el equipo de fútbol del barrio. Las competiciones se jugaban en la sede de la asociación durante la Velá del barrio.

La Asociación continúa siendo el centro neurálgico del barrio, encargada de la organización de diversas actividades de ocio y culturales.

Person · 1929-12-17

Nació en Vilches (Jaén, España) en una familia de tres hermanos. Se trasladaron a Guadalajara con el comienzo de la Guerra Civil Española. Al volver a su pueblo tras la guerra y encontrarlo todo destruido se marcharon a Linares, Almería. Sus tres hermanos se casaron en Madrid, mientras Cristina se fue a Barcelona, donde estudió Bachiller y continuó formándose como Ayudante Técnico Sanitario (ATS). Fue entonces cuando conoció a Antonia Graus Subirana. Con el tiempo, sus padres enfermaron y se fueron a Madrid, donde también acudió ella para cuidarles. Allí trabajó en un ambulatorio como ATS. Cuando murieron sus padres decidió volver a Andalucía, contactó con Antonia y ambas viajaron hasta la Bachillera en 1986.
Cuando Cristina y Antonia llegaron a la Bachillera decidieron colaborar con la gente del barrio para contribuir en su crecimiento, y se unieron a Benigno, biólogo, a su esposa, médica, y a otras vecinas con ganas de colaborar. Las hijas de algunas de ellas eran maestras con inquietudes sociales, decidiendo así repartir una encuesta por el barrio para que el vecindario expresara sus necesidades, resultando que los temas de mayor preocupación eran la vigilancia del barrio, el graduado escolar y la costura o corte-confección. Tras la valoración de las propuestas, pusieron en marcha la “Escuela de adultos”, con alfabetización, pre-graduado y graduado escolar, además de un taller de bordado para niños y adultas. Las madres que sabían bordar enseñaban a las niñas las técnicas, y más adelante, para incluir a niños, se llevó a cabo un taller de cocina, del que se encargó un compañero de trabajo de Antonia. En dicho taller, niños y niñas preparaban platos y se los llevaban a sus casas para cenar. También se realizaron otros talleres de cerámica, mimbre, medioambiente, manualidades, campamentos de verano, juegos para niños y salidas culturales para mujeres.
Las subvenciones al principio se gestionaban a través de la asociación de vecinos, pero se dieron cuenta que debían formar una asociación para gestionar todas las actividades culturales. Así, la Asociación Solidaridad NIJA fue constituida en 1992. Los primeros talleres se hacían en la sede de la Asociación de Vecinos, hasta que pasaron al Colegio Pedro Garfia. Tras el derrumbe de un aula, el colegio cerró y permitieron a NIJA usar las aulas para realizar los talleres, encargándose la misma asociación del mantenimiento del mismo.
Antonia y Cristina confiesan haber tenido mucha suerte con las personas que les han prestado su ayuda. Por ejemplo, una comunidad cristiana del barrio sevillano de los Remedios decidió colaborar en el barrio, enviando a dos maestras, una bióloga y dos arquitectas para que se encargaran de la educación de adultos. Consiguieron preparar y titular a los estudiantes de graduado del barrio. A las actividades acudía población de la Bachillera y de los barrios colindantes, como San Jerónimo. Después de varios años de alfabetización de adultos, y tras la extensión de este tipo de proyectos a todos los barrios, decidieron finalizar con la educación de adultos y centrar sus fuerzas y recursos en la atención a niños y niñas. Niños y jóvenes fueron creciendo, y tras talleres de formación y de conocimiento compartido, materializado en iniciativas como la creación del periódico de la Bachillera, algunos jóvenes realizaron cursos de formación de Animación Sociocultural, que les permitió a muchos de ellos viajar al extranjero, bajo la organización del Distrito Norte, al que pertenece la Bachillera. Se constituyó un grupo de monitores muy cohesionado donde la amistad construida perdura hasta hoy, ya que las experiencias que compartieron como monitores en talleres y campamentos, salidas culturales y juegos, les hizo desarrollar un gran sentimiento de unidad y compromiso con los niños y niñas de su barrio, ofreciéndoles modelos sanos, cercanos a sus realidades, ya que sus educadores eran sus vecinos.