Película documental realizada por el equipo de La Digitalizadora de la Memoria Colectiva como parte del trabajo de recuperación de la colección Riotinto, una modesta experiencia de reforma educativa. Para ella se realizaron una serie de entrevistas personales a antiguos alumnos y a la antigua profesora Carmen Lampaya en Sevilla en el Centro Cívico de San Diego y Los Carteros. Posteriormente, fue grabado un encuentro online en el que parte de la antigua comunidad educativa del centro dialogó sobre esta experiencia. Los recuerdos de sus protagonistas son ilustrados con imágenes de la película original que grabó este equipo educativo así como con fotografías aportadas por el alumnado.
La Digitalizadora de la Memoria Colectiva (Andalucía, España, 2019-)Película documental sobre la experiencia de reforma educativa en una clase de quinto curso de primaria, coordinada por Isabel Sáenz-Díez Gándara del Colegio nacional Luis Vives, de la localidad de Nerva (Huelva, España) en mayo de 1973. Esta experiencia está hermanada con la llevada a cabo simultáneamente en la Escuela Profesional de las minas de Riotinto y confería una autonomía al alumnado impensable en la educación española de la época. La película muestra un día de funcionamiento de la escuela que comienza con la apertura de puertas, de la que era responsable semanalmente una alumna del centro. A lo largo de la película podemos ver diferentes escenas de este curso de niñas, ya que la educación estaba segregada en este centro, como es el trabajo personal del alumnado, sus puestas en común, ejercicios de rítmica, trabajos en equipo o actividades extraescolares. Una voz en off es la encargada de contarnos detalles sobre el funcionamiento del centro.
Sáenz-Diez Gándara, Isabel (1948-2010)Entrevista de Manolo Collado Broncano a Carmen Lampaya para su transcripción y publicación en una revista de pedagogía. Carmen Lampaya, antigua profesora de la SAFA de Riotinto, responde a las preguntas de Manuel Collado acerca de la reforma educativa llevada a cabo en el centro de 1970 a 1973. Lampaya habla sobre su experiencia personal como docente en Riotinto, de los problemas que encontró en la escuela, del alumnado, del método de enseñanza desarrollado, etc.
La exprofesora comienza hablando de las razones que le impulsaron a marchar a trabajar a la SAFA de Riotinto, siendo la principal de estas la promesa de la impartición de un modelo educativo alternativo al que se llevaba aplicando en España desde décadas atrás, lo cual casaba perfectamente con su concepción de la educación. Este nuevo modelo, según Lampaya, cambiaba radicalmente la escuela, pues ponía fin a los problemas de fracaso y abandono escolar que sufría la escuela y, sobre todo, hacía de esta un lugar destinado para todos los jóvenes de la cuenca minera, no solo para los brillantes.
A continuación, es interrogada por Manuel Collado acerca de los cursillos de iniciación al profesorado, a lo que responde que en un principio estaba planeado que solo fuese impartido uno durante el primer año, pero que a la larga se convirtieron en un recurso habitual para dirigir el centro y conocer la situación de este. Para este primer cursillo estaba prevista la llegada de un pedagogo que lo impartiese, algo que jamás ocurrió, por lo que, según Carmen, los profesores tuvieron que partir de su propio juicio para solucionar los problemas de la escuela. Una curiosidad remarcada por la entrevistada es que la escuela no tenía vallas ni verjas de ningún tipo, algo que podía invitar al alumno a abandonar el centro en cualquier momento, por lo que era vital conseguir y mantener el interés de este en las clases.
Lampaya señala que el principal éxito formativo de la escuela fue la extrapolación del método de trabajo de las asignaturas técnicas, impartidas en los talleres, a las restantes, más teóricas. Este método daba una mayor autonomía al alumno, que podía dedicarse libremente a sus tareas en la medida en que pudiera, solo requiriendo la ayuda del profesor en momentos puntuales.
Manuel Collado prosigue interrogando a Carmen Lampaya sobre si la reforma educativa llevada a cabo en la SAFA de Riotinto se ajustaba a los presupuestos esperados por Unión de Explosivos de Riotinto, empresa propietaria del centro, a lo que la exprofesora responde negativamente, alegando que esa fue la principal razón por la que fueron expulsados de la escuela, debido a que preparar a los alumnos para algo más que ser empleados de la empresa y enseñarles a pensar críticamente resultaba algo peligroso para la compañía, que temía de esta manera perder el control que ejercía sobre toda la cuenca minera.
Por último, la antigua profesora da su opinión acerca de la LOGSE.