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ES ADMC 018-MV-V-C031-006-C · Item · 1990
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Manifestación celebrada en Los Corrales (Sevilla) contra la Guerra del Golfo. Habla Rafael Montes Velasco, en la plaza Diamantino García, sobre el rechazo a la guerra. A continuación se celebra una manifestación por las calles de Los Corrales, donde los manifestantes llevan pancartas pacifistas y cantan consignas contra la OTAN.

Las movilizaciones y protestas contra la guerra del Golfo en los años 1990 y 1991 tuvieron un marcado carácter social procedente de los grupos ya existentes en Andalucía como el Movimiento anti OTAN que anualmente protestaban en Marchas contra las bases de Rota y Morón y los movimientos antimilitaristas que se negaban a realizar el servicio militar obligatorio y la prestación social sustitutoria.

Sin título
ES ADMC 018-MV-V-C031-004-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Manifestación por la Huelga de la aceituna que discurre por las calles del pueblo de Gilena el 14 de enero de 1991, hasta llegar a la plaza de la iglesia, donde toman la palabran un sindicalista de Comisiones Obreras, dos sindicalistas de Confederación Nacional del Trabajo y Juan Manuel Sánchez Gordillo del Sindicato de Obreros del Campo.

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

Sin título
ES ADMC 018-MV-V-C031-003-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Una vez terminada la manifestación por las calles de Pedrera y tras las oratorias de los portavoces sindicales, se celebró una asamblea organizativa en la que las posturas de todos los sindicatos chocan con Comisiones Obreras. Intervienen en la asamblea: Francisco Campos, también conocido como "Tarzán", de Comisiones Obreras, un sindicalista de Confederación Nacional del Trabajo (CNT), Diamantino García Acosta y Juan Manuel Sánchez Gordillo, militantes del Sindicato de Obreros del Campo (SOC).

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Por Manuel Velasco Haro.
Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

Sin título
ES ADMC 018-MV-V-C031-002-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Manifestación por la Huelga de la aceituna, con el mismo recorrido que la primera que se celebró en esta huelga y que transcurre por las calles de Pedrera. Finaliza en la parroquia de San Sebastián, donde toman la palabra un sindicalista de Comisiones Obreras, un sindicalista de Confederación Nacional del Trabajo y Juan Manuel Sánchez Gordillo del Sindicato de Obreros del Campo.

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

Sin título
ES ADMC 018-MV-V-C031-001B-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Piquete en un molino de aceite de una Cooperativa de Gilena, por el inicio de la Huelga de la aceituna en 1990. Tras realizar sin éxito el piquete en el olivar por conflictos con los trabajadores de allí, los manifestantes se dirigen al molino de aceite de la Cooperativa de Gilena que procesaba esos olivos. Allí, vuelven a discutir con los mismos trabajadores del olivar, sobre las circunstancias que llevan a la huelga y sobre cómo deben de apoyarse entre los agricultores y jornaleros frente a la situación del campo andaluz.

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

Sin título
ES ADMC 018-MV-V-C031-001A-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Piquete en un olivar, por el inicio de la huelga de la aceituna en Pedrera en 1990. Tras la manifestación, los asistentes van a un olivar para hacer un piquete y comunicar a los trabajadores del olivar que se ha iniciado la huelga, con los cuales discuten.

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

Sin título
ES ADMC 018-MV-V-C031-001-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Manifestación por las calles de Pedrera, que dio inicio a la Huelga de la Aceituna, el 11 de diciembre de 1990. Al finalizar, en la puerta de la parroquia de San Sebastián toman la palabra Diego Cañamero, secretario del Sindicato de Obreros del Campo, José Luis García Rúa, secretario de la Confederación Nacional del Trabajo y un sindicalista de Comisiones Obreras. Esta manifestación dio inicio a la Huelga de la Aceituna, el 11 de diciembre de 1990.

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

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ES ADMC 018-MV-V-C014-001-C · Item · 1990
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Imágenes de la caseta autogestionada del Sindicato del Obreros del Campo (SOC) y el ambiente de noche de la Feria de Los Corrales, en agosto 1990.


El Sindicato de Obreros del Campo montaba una caseta de feria diferente a la caseta municipal, que durante años fue una forma de recaudar fondos, a parte de ofrecer a la gente un lugar con precios más económicos e identificado con los ideales del SOC. Esta iniciativa comenzó en 1976 y en 2003 fue el último año que se organizó. En total participaban entre 25 a 30 personas en turnos de 24 horas en los que se ofrecían de forma voluntaria para cocinar, servir como camarero o realizando tareas de limpieza.

En la caseta se vivía la feria y se adornaba con carteles del sindicato, con pancartas, lemas, etc. El adorno llevaba mensajes del propio sindicato, lo que daba a entender que era una caseta sindical. También con lemas de Diamantino como por ejemplo: “la vida no tiene sentido, si no es para servir a los demás”. Tenía bastante público y el servicio era rápido porque participaba mucha gente. Cada día se hacía una comida conjunta donde todos los participantes la disfrutaban juntos. La experiencia también servía como una especie de convivencia entre los participantes.

Durante los años que la Candidatura Unitaria de Trabajadores estuvo en el ayuntamiento (1979-1987), la caseta del SOC estuvo ubicada en la conocida como "caseta municipal" que constituía el Salón de Actos del Ayuntamiento del pueblo.

Después de veintitantos años, por distintos motivos el número de participantes se fue aminorando. Con menos voluntarios, algunos de los participantes tenía que repetir turnos lo que provocaba que dejasen de participar ya que suponía trabajar más tiempo para suplir la poca participación. Se fue reduciendo el número de voluntarios y las generaciones que se iban sucediendo no participaban en el trabajo voluntario de la caseta.

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ES ADMC 018-MV-V-C012-003-C · Item · 1993
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Celebración del Carnaval de Los Corrales en 1993 donde la agrupación del Centro Cultural Mandrágora disfrazada de "Romanos" recorre las calles cantando sus letras con Manuel Velasco Haro a la guitarra.


Los Carnavales en Los Corrales fueron recuperados tras el franquismo por iniciativa de la Asociación Juvenil Gente Joven (Los Corrales, Sevilla, España, ca.1980-ca.1995).

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ES ADMC 018-MV-V-C007-003-C · Item · 1994
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Vecinos de Los Corrales trabajando en la recolección de la uva en Francia por la campaña de la vendimia desde finales de agosto hasta octubre. Actividades llevadas a cabo a lo largo de la jornada laboral y condiciones de vida de los trabajadores, que al finalizar el trabajo cenan juntos y brindan "por la clase obrera".


De Los Corrales a la vendimia francesa, por Manuel Velasco Haro.

A pesar de las temporadas que las familias jornaleras daban en un sitio u otro, la falta de trabajo provocó que la única salida que le quedara a más de la mitad de la población fuese la de coger la maleta y cerrar definitivamente su casa.

Este fenómeno que todavía es objeto de multitud de conversaciones por las vivencias en carne propia para cientos de corraleños/as, no ha sido por el contrario nunca objeto de un estudio detallado que analice los escandalosos niveles a los que llegó. Las condiciones creadas en las zonas agrícolas, donde la banca fue canalizando los ahorros de los grandes terratenientes hacia los cinturones industriales, fomentaron un enorme proceso de desequilibrio entre el campo y la ciudad. La emigración se generalizó sobre todo del sur al norte, aumentando de forma extraordinaria las diferencias territoriales en las rentas. La emigración interior alcanzó cotas altísimas, moviéndose en la década de los cincuenta un millón de personas del medio rural a los suburbios de las capitales de provincias y principalmente a Madrid, Barcelona y grandes ciudades del País Vasco. Eso dio lugar al incremento desorbitado del chabolismo y a la necesidad imperiosa de construir viviendas sociales. Pero fue a partir de 1958 cuando el éxodo entró en su mayor movilidad, buscando prosperidad en el norte del país y en Europa, provocando la salida de otro millón de personas hasta la mitad de la década siguiente.

La composición de la población laboral de Los Corrales estaba formada por una enorme masa desempleada dispuesta a ganar una peseta donde la hubiera. Según el censo de 1950, de las 1.366 personas registradas como activas, 1.153 eran jornaleros, casi el 85 por ciento, todos a la espera de sacar algún mísero jornal en las faenas de siembra o recolección. Tras rastrear casa por casa en cada calle, así como los censados en los ranchos y cortijos, y con la imprescindible ayuda de mi padre Salvador Velasco “el barbero”, quizás el mejor conocedor personal de la inmensa mayoría de los vecinos, pude establecer una serie de datos y cifras. A modo de resumen se puede decir que en los 30 años que van de 1945 a 1975, la emigración se distribuyó de la siguiente forma: 237 a países extranjeros, principalmente a Francia con 87 y a Alemania con 109. En otras comunidades se establecieron 1.003, de los cuales, Cataluña se situó a la cabeza con 727, seguida de Madrid con 127. A las distintas provincias andaluzas salieron 210. A Sevilla y provincia 398, y a otros lugares no localizados unas 640 personas, aunque se podrían distribuir, siguiendo los datos anteriores de manera proporcional, situando a Cataluña como la principal, donde pudieron establecerse finalmente más de mil personas. En total 2.488 vecinos de una población de unos 4500 habitantes en 1945. ¡Más de la mitad de la población!.

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ES ADMC 018-MV-V-C007-002-C · Item · 1995
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Celebración del Carnaval de los Corrales en 1995. La agrupación de la Asociación Juvenil Gente Joven construyó un gran barco de vela y disfrazados de piratas recorrieron las calles del pueblo.


Los Carnavales en Los Corrales fueron recuperados tras el franquismo por iniciativa de la Asociación Juvenil Gente Joven (Los Corrales, Sevilla, España, ca.1980-ca.1995).

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ES ADMC 018-MV-V-C007-001-C · Item · 1993
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Reportaje sobre los orígenes y funciones de la cooperativa Tierra y Libertad, creada en 1988 por el Sindicato de Obreros del Campo en la finca con el mismo nombre.

Se suceden los testimonios y narraciones de personas involucradas en la creación y mantenimiento de la finca, con imágenes panorámicas del entorno. La finalidad de este vídeo era promocionar la cooperativa Tierra y Libertad y animar a personas interesadas a participar en la recogida de la aceituna, puesto que había falta de personal.

El vídeo comienza explicando el origen de la finca remonta a 1988, momento en el que se compra la finca, no llegándose a habitar hasta 1989. En un primer momento, se encontraron con diversas dificultades a la hora de habitar este espacio, como era el no tener un camino de acceso, vivienda o agua potable. La finca se encontraba muy descuidada. El primer trabajo que se hizo desde la cooperativa en este espacio fue la limpia del olivar, una de las principales materias primas que poseían y explotaban para su venta.

Posteriormente Diego Cañamero habla sobre el origen de la cooperativa vinculada al Sindicato de Obreros del Campo, como una forma de demostrar que era posible que los jornaleros trabajasen la tierra que ellos mismos gestionan, sin la necesidad de patrones y terratenientes. A continuación aparecen imágenes del paraje natural donde se sitúa la cooperativa, que está en la Sierra de Grazalema, que se entremezclan con grabaciones del espacio de la cooperativa.

El reportaje continúa con un trabajador hablando sobre el origen de la cooperativa desde el Sindicato de Obreros del Campo, tras el cual hay personas que trabajan olivares. Menciona que esta cooperativa sirvió para demostrar que era posible desarrollar la experiencia de reforma agraria por la que el sindicato tanto había luchado, sin tener como guía la política agraria comunitaria y el uso de químicos y maquinaria. Se graban a trabajadores empleando el método tradicional de la recogida de la aceituna, vareando el olivo para que las aceitunas caigan sobre un fardo, desde el cual se recoge.

El último testimonio es de Rafael Montes que habla de la estructura organizativa de la cooperativa a partir de una Comisión Rectora que se compone de trabajadores de la cooperativa y miembros del sindicato. Las funciones es coordinar y dirigir la vida de la cooperativa para que sea autosuficiente, haya una convivencia sana y que sea un lugar de encuentro para la realización de campamentos, convivencias, encuentros, etc.

También se muestran los diversos animales que viven en la cooperativa, ovejas, gallinas, pavos, vacas, cerdos, patos y las construcción de un inmueble de la cooperativa. Termina la grabacióncon una comida comunitaria entre todos los asistentes.

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ES ADMC 018 · Collection · [c] 1984-1995

Esta colección quizás no existiría si en la vida de Manuel Velasco no se hubiesen cruzado una serie de estímulos personales que lo llevaron desde muy joven a recoger testimonios, documentos e imágenes de lo que ocurría en su entorno.

Desde niño siempre oyó en la barbería de su padre numerosos relatos populares a las personas mayores que por allí pasaban, pero a finales de los años sesenta vinieron a coincidir dos hechos que influirían de manera decisiva en buena parte del contenido posterior del material recopilado.

En Agosto de 1969 llegó a Los Corrales, su pueblo natal, el cura obrero Diamantino García Acosta, quien iniciaría una intensa labor de concienciación y movilización jornalera que se extendería hasta su fallecimiento. Por otra parte, en noviembre del mismo año, también volvía por primera vez del exilio en Francia su tío; Francisco Haro Reyes, contando el largo y terrible sufrimiento que padeció durante la guerra y la posguerra.

Estas tres circunstancias permanecieron latentes en las décadas posteriores. En principio, participando en actividades sociales que desembocarían en la Transición política y que le llevaron a implicarse en las reivindicaciones jornaleras del Sindicato Obrero del Campo, en las políticas, junto a la Candidatura Unida de Trabajadores, que concurriría a las primeras elecciones municipales en 1979, y en el asociacionismo juvenil con el surgimiento del Centro Cultural Mandrágora. Ese caldo de cultivo comenzaría a dar sus frutos en la década siguiente.

En 1981 Manuel Velasco graba en Francia el testimonio oral de su tío Francisco Haro en cintas de cassete . En 1984 desde la asociación juvenil consiguen una cámara y un proyector de Super8 y se hacen varias grabaciones. En 1986 cae sus manos una cámara Betamovie de un familiar que dura hasta 1990. Después continua hasta 1995 con otra de video8, que había que volcar en cintas VHS. Posteriormente surgen ya las grabaciones de los teléfonos móviles. El contenido de la colección responde en gran parte a las motivaciones antes expuestas.

En consecuencia, cabe señalar que no existe un aprendizaje técnico previo, ni una planificación organizada de las tomas de imágenes. La temática es diversa, así como la calidad. El interés colectivo que pudiera despertar va a depender de los análisis y conclusiones que se desprendan de estas imágenes tomadas hace tres y cuatro décadas atrás.

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ES ADMC 016-RC-V-004-000 · Item · 1990
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Las imágenes muestran la vaquería de la familia Cruz situada en el Cortijo de Tercia, en el barrio sevillano de San Jerónimo. Se suceden imágenes de las vacas comiendo y bebiendo agua, así como de la familia Cruz trabajando en la vaquería. La persona que aparece con la vaca es Ignacio Cruz Hernández, hermano del autor de los vídeos. La señora que aparece barriendo el establo es su madre, Eufemia Hernández Pérez.

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ES ADMC 016-RC-V-003-000 · Item · 1992-01-06
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Imágenes de la Cabalgata de los Reyes Magos pasando por la calle Fresno desde Camino del Almez del barrio de la Bachillera. Las imágenes están tomadas desde la calle Haya. Los Reyes Magos van sobre burros, tirando caramelos y juguetes a los niños que están en la calle esperándolos.

La cabalgata de los Reyes Magos era celebrada en La Bachillera la mañana del 6 de enero, organizada por la Asociación de Vecinos Estrella Bachillera. Hasta la llegada del día, los vecinos se reunían para la decoración de las carrozas, y aquellos con conocimientos más técnicos se encargaban de fabricarlas, como un vecino herrero que elaboró las sillas sobre las que descansaban los reyes. En sus inicios, los reyes magos salían montados en burros, además de realizar el recorrido montados a caballo algunos años. La estrechez de las calles del barrio no permitían que pudieran usarse tractores para las carrozas, por lo que unos vecinos del barrio, que tenían una empresa de aluminio, donaron unos coches pequeños para poder prescindir de los animales. Finalmente optaron por fabricar las carrozas en coches de caballos. En la actualidad, se limitan a desarrollar un acto en la sede de la asociación donde un Cartero Real recoge las cartas de los niños del vecindario. Durante los primeros años, aquellos que querían ser reyes magos debían pagar 5000 pesetas, que se usaban para los adornos de las cabalgatas. Los trajes de los reyes magos eran propiedad de la asociación de vecinos y eran confeccionados por Ana López.

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ES ADMC 016-RC-V-002-000 · Item · 1991
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Panorámica desde el barrio de la Bachillera, observándose las vías del tren del trayecto Madrid-Sevilla, que serían retiradas para la Expo’ 92, y la construcción de los edificios para misma exposición universal. El vídeo está tomado desde la azotea de la casa del autor, Roberto, en la calle Tilo. La madre del autor de la cinta, Eufemia Hernández, le relata cómo el otro día paseó por las vías del tren, evidenciando que se había derribado parte del muro que separaba las vías del barrio, siendo este el comienzo para la reforma del espacio para al Expo’92.

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ES ADMC 016-RC-V-001-000 · Item · 1991
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Desfile del grupo de Majorettes por las calles del barrio de la Bachillera. Se observa como el grupo va desfilando por la calle Camino del Almez en la intersección con calle Enebro, acompañado de una banda de música que no es ninguna de las bandas del barrio. Al principio del vídeo aparecen las primeras majorettes, las más pequeñas, ya que el desfile estaba formado primero por las primerizas para terminar con las majorettes de mayor edad.

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ES ADMC 016-MC-V-016-000 · Item · 1975-1980 (Comprendido entre)
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Manifestación celebrada por las calles de Barcelona, posiblemente por la Fiesta Nacional de Cataluña conocida como la "Diada". Se pueden observar dos tipos de banderas: la señera y la estelada. En un momento se enfoca a un manifestante que se apoya en un rótulo de Tri Naranjus, la marca de refrescos ahora conocida como Trina.

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ES ADMC 016-MC-V-015-000 · Item · s.f
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Imágenes de un asentamiento chabolista en Sevilla. Se graba a los habitantes de este asentamiento, que viven en tiendas de campañas en mitad de una explanada o debajo de un puente. Estos asentamientos están cerca de las vías de tren. El autor graba la vida cotidiana de las personas que viven en estas condiciones de precariedad y pobreza, no disponiendo de equipamientos básicos de saneamientos o vivienda.

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ES ADMC 016-MC-V-014-000 · Item · 1979
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Imágenes de la celebración de la Feria de Abril de Sevilla. El vídeo comienza en el barrio de la Bachillera, con unas niñas vestidas de flamencas bailando sevillanas, baile que imitan niños más pequeños. La cámara se introduce en un coche que los conduce al recinto ferial, cruzando por el antiguo puente de hierro conocido como el puente de Alfonso XIII. Una vez en el real, aparece la mujer de Ignacio Cruz Hernández (1953 - 2023), Loli, paseando con niños de la familia Cruz: María de los Ángeles Cruz Hernández, Juan Manuel Cruz Hernández y Víctor Manuel Cruz, siendo este último el hijo de Manuel Cruz, autor de la película. Se observan las casetas, como la de TUSSAM, la portada, y el ambiente general de la feria. Posteriormente se graban a los niños en las diferentes atracciones de feria, como “los autos locos” o el tiovivo.

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ES ADMC 016-MC-V-013-000 · Item · ca.1988
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Partido de la SD Estrella Bachillera contra el Voluntad FC, en el campo de fútbol de la Bachillera. El partido pertenece al Campeonato Segunda Regional B Grupo 4. El Bachillera era entonces el cuarto de su grupo, contando con 26 puntos, frente al primero, con 31. Esta película no fue grabada por Manuel Cruz, sino por su hermano Ignacio Cruz Hernández (1953-2023). Se intuye en estas películas que la costumbre de los vecinos de la Bachillera consistía en pasar las mañanas de los domingos viendo los partidos del Estrella Bachillera. Los vídeos de la estrella Bachillera forman parte de la costumbre y hobby de Manuel Cruz de grabar, editar y proyectar las grabaciones en la sede de la Asociación de Vecinos Estrella Bachillera.

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ES ADMC 016-MC-V-012-000 · Item · 1985-1989 (Comprendido entre)
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Partido de la SD Estrella Bachillera contra UD La Oliva, en el campo de fútbol de la Oliva. Se suceden imágenes del partido de fútbol y de los aficionados que han asistido a verlo. La Oliva resultó vencedora del partido.

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ES ADMC 016-MC-V-010-000 · Item · 1985-1989 (Comprendido entre)
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Partido de fútbol entre la Sociedad Deportiva Estrella Bachillera y La Oliva en el campo de la S.D Estrella Bachillera. Al comienzo ambos equipos aparecen con una bandera de Andalucía, posando para una fotografía. El equipo de la Bachillera va con su equipación amarilla, y la Oliva con una blanca y azul.

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ES ADMC 016-MC-V-009-000 · Item · 1985-1989 (Comprendido entre)
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Un grupo de vecinos se reúnen en el campo de fútbol de la Sociedad deportiva Estrella Bachillera para cocinar una paella, de la que comen y beben. Los vecinos miran a cámara y saludan a esta, enseñando la paella de la que están disfrutando. Se muestra al lado el bar “El Chiringuito” situado en el interior del campo de fútbol.

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ES ADMC 016-MC-V-008-000 · Item · 1985-1989 (Comprendido entre)
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Imágenes de diferentes eventos y épocas del año en el Campo de Fútbol de la Sociedad Deportiva Estrella Bachillera. El campo de fútbol era uno de los centros neurálgicos de la vida del barrio, realizándose numerosos eventos durante todo el año. En un primer momento se graba el exterior del campo de fútbol y su entrada. En el interior, los vecinos miran y saludan a la cámara. Muchos de ellos están en el bar el “Chiringuito”, situado en el interior del campo de fútbol. Aparecen imágenes de quedadas de algunos vecinos en el campo, de entrenamientos del equipo la Sociedad Deportiva Estrella Bachillera, vestidos con un uniforme amarillo, así como partidos de este equipo, vestido de rojo frente a otros.

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ES ADMC 016-MC-V-007-000 · Item · ca.1978
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Imágenes de Ignacio Cruz Mendoza, uno de los primeros vecinos del barrio de La Bachillera, al que llegó en 1949 procedente del Cortijo de Tercia. A su llegada, Ignacio arrendó una parcela de 1000 metros cuadrados a la Asociación Sevillana de La Caridad, propietaria de los terrenos. En esa parcela ubicó la vaquería familiar y comenzó a construir una serie de viviendas para su familia. En el vídeo se muestran escenas de Ignacio con su familia, tanto en los establos como en su casa de la Bachillera.

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ES ADMC 016-MC-V-006-000 · Item · ca.1977
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

La película comienza con María Remedios Cruz Hernández, llegando en un coche rojo a los establos que pertenecían al negocio de la vaquería de la familia Cruz. En el momento de la grabación, ya se habían retirado las vacas de los establos, trasladándose el negocio hacia el Cortijo de Tercia (San Jerónimo, Sevilla, España). Estos establos se dedicaron a la crianza de cabras, con las que los niños juegan durante la película. Este establo era uno de los muchos establos que existían en el barrio de La Bachillera desde su creación ca.1948, hasta la década de los noventa del siglo XX.

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ES ADMC 016-MC-V-005-000 · Item · s.f
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Tres hombres disfrazados de Reyes Magos dan vueltas a caballo por el Campo de fútbol de la Sociedad Deportiva Estrella Bachillera. Esta película corresponde a uno de los pocos años que realizaron el recorrido a caballo. Un vecino emblemático, apodado "Cuquejo", es quien hace de Baltasar, a partir de la práctica habitual dada en las cabalgatas españolas del blackface, y que sigue vigente a día de hoy. Los caballos empleados para este desfile eran guardados en un establo al lado del Bar el Tarjata, siendo el dueño un familiar de "Cuquejo".

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ES ADMC 016-MC-V-004-000 · Item · ca. 1977
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Imágenes del barrio de La Bachillera en la década de 1980 rodadas por el vecino Manuel Cruz. La película comienza mostrando la única entrada al barrio por la calle Camino del Almez, en la imagen se observa a la derecha un gran edificio blanco precedido de unas vallas, que corresponde al antiguo taller de Arteferro, dedicado a la fabricación de artículos de hierro y madera y donde gran parte de los vecinos trabajaron. El vehículo desde donde están grabadas las imágenes entra en la calle principal, conocida como “Calle larga”, donde los vecinos se encuentran en el bar El Taxista. Los vecinos preferían quedarse en el exterior del bar debido a las altas temperaturas que alcanzan las viviendas durante la primavera y el verano sevillano, careciendo la mayor parte de las familias de hogares aclimatados. Allí charlan y se refrescan con bebidas, apareciendo el autor de los vídeos, Manuel Cruz, que está descamisado en la puerta del bar. Quien solía grabar con su cámara cuando Manuel posaba era su primo Roberto Cruz. Posteriormente llega el coche de María José Palma, una de las hijas de la dueña del bar, que estacionan enfrente del bar. Aparecen en el plano Francisco Rodríguez “el Portugués”, otro de los vecinos emblemáticos del barrio, cruzando junto al coche en una moto. La cámara continúa su trayecto por el barrio, grabando otras escenas de la vida cotidiana en este, como a niños jugando con sus bicicletas. A continuación se adentra en la casa de la familia Cruz Hernández, donde se ve a Profeta Hernández alimentando a un cachorro de perro con un biberón de leche. Posteriormente aparecen en la entrada, otros miembros de la familia. Seguidamente se muestra a unos jóvenes que juegan al fútbol junto al río en Antiguo camino a la Algaba. La película finaliza con la grabación del muro exterior del Campo de Fútbol de la Sociedad Deportiva Estrella Bachillera, apareciendo Rafael Gijón, uno de los jugadores reconocidos del Estrella Bachillera.

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ES ADMC 016-MC-V-003-000 · Item · ca.1987
Parte de Colección Memoria de La Bachillera (1959-2022)

Selección de imágenes de las desaparecidas vías del tren de la calle Torneo a la altura del barrio de La Bachillera.

Tras un barrido inicial que muestra el barrio de La Bachillera desde las vías del tren, la cámara hace zoom in hacia las personas que por allí deambulan. Se muestra a Roberto Cruz, sobrino del autor del vídeo, que vuelve a su casa tras pasar la tarde jugando junto al río. La cámara hace zoom out, mostrando una de las locomotoras del depósito de San Jerónimo. A continuación se ven imágenes de la cotidianidad dentro del barrio y su relación con las vías. Unos niños juegan con sus bicicletas en una calle que desemboca directamente en las vías del tren, donde hay una locomotora estacionada. También vemos cómo otros niños juegan en la calle con un pequeño avión al lado de las vías. A partir del minuto 1 y 24 segundos aparecen vecinos y otros trabajadores de la construcción realizando la obra de una de las casas de la familia Cruz, finalizando la grabación haciendo un barrido de la situación de la casa respecto a las vías del tren.

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