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ES ADMC 018-MV-V-C050-004-C · Item · 1987
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Celebración de la romería laica de Los Corrales (Sevilla) en 1987 en la que se peregrina desde Los Corrales hasta el paraje natural de la Fuente del Esparto donde se realizan diferentes actividades.

En un primer momento se muestran las carrozas en la plaza de la localidad, actualmente denominada plaza de Diamantino García, cada una de ellas con una temática diferente, con niños y mayores disfrazados acorde a ella. Las carrozas, remolcadas por tractores y coches, se dirigen hacia el paraje natural de la Fuente del Esparto, donde antes de la comida se organizaban actividades tales como la carrera hacia la bandera de Andalucía, corriendo unos niños campo a través, por un arroyo y subiendo un cerro para llegar a la bandera, donde se les entrega un pañuelo y tienen que volver hacia el lugar de partida, recibiendo el ganador un premio. Otras de las actividades que se muestran son las carreras de sacos y tiros de cuerda entre grupos. La grabación termina con una escena de la familia del autor bajo la sombra de un olivo.

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ES ADMC 018-MV-V-C050-002-C · Item · 1987
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Celebración del Carnaval de los Corrales en 1987.

El vídeo comienza con grabaciones de diferentes juegos dirigidos a los niños del pueblo, como son las carreras de pañuelos en bicicleta o carreras de saco, realizadas en la plaza principal del pueblo, actualmente denominada plaza Diamantino García. Continúa con la celebración del pasacalles del carnaval, donde los asistentes, mayoritariamente niños, están disfrazados.


Los Carnavales en Los Corrales fueron recuperados tras el franquismo por iniciativa de la Asociación Juvenil Gente Joven (Los Corrales, Sevilla, España, ca.1980-ca.1995) también conocida como el Centro Cultural Mandrágora.

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ES ADMC 018-MV-V-C050-002-A · Item · 1987
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Panorámica del ambiente en la plaza de Diamantino García en Los Corrales (Sevilla) durante el transcurso de la celebración del Carnaval de 1987.

El autor hace un barrido de izquierda a derecha, donde va mostrando a las personas que están esperando la vuelta del pasacalles del Carnaval. En su gran mayoría, son hombres ancianos, que tienen la misma vestimenta compuesta por camisa, chaleco y boina, hablando entre ellos, y contemplando la plaza.

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ES ADMC 018-MV-V-C049-003-C · Item · 1989
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Fábrica de Conservas Guindumar en Peralta (Navarra), donde muchas corraleñas trabajaban en el proceso de producción del espárrago. Durante casi 40 años la emigración a Navarra fue el principal recurso económico para trabajadoras y trabajadores del pueblo sevillano de Los Corrales.


Las "Varás" de Navarra, por Manuel Velasco Haro.

Durante casi 40 años las “varás de Navarra” vinieron a ser sin duda el gran descubrimiento y el principal recurso económico de Los Corrales y La Jara. No habrá familia en estos dos pueblos que no haya tenido en algún momento algún miembro o pariente cercano en estas campañas temporeras.

Como todos los fenómenos migratorios, éste tuvo su punto de origen en un grupo de jareños, que entre 1966 y 1967 se marcharon a la recolección de un producto, hasta entonces desconocido por estos lugares. Era el espárrago blanco que crecía bajo zurcos y lomos de tierra durante los tres meses que van de mediados de abril a mediados de julio.

Los primeros empezaron en la provincia de Huesca. Después se trasladaron a la ribera Navarra. En 1968 les acompañó el vecino de nuestra localidad, Antonio Sánchez Zamora (Fato), que se estrenó como esparraguero en el cortijo de “ La Planilla" en Peralta (Navarra). Al año siguiente repitió y en 1970 avisó a una cuadrilla.

A partir de ahí, el número empezó a multiplicarse a tal velocidad que en cuestión de cuatro o cinco años ya eran varios cientos de hombres y mujeres los que subían al norte. Los primeros, recogiendo los espárragos en el campo, y las segundas, pelándolos en las fábricas.

Campaña tras campaña, a la inmensa mayoría de los pueblos navarros y de la Rioja, próximos a la ribera del Ebro, fue llegando la mano de obra temporera de al menos el setenta por ciento de Los Corrales y Martín de la Jara. Baste recordar la anécdota de un domingo a finales de julio de 1977, donde coincidieron el regreso de diez autocares cargados de trabajadores y trabajadoras con la temporada concluida.

En la misma zona y con el intervalo de un mes, se inició paralelamente también la campaña del tomate a partir de mediados de agosto. Entre una y otra la emigración alcanzó cifras desconocidas, consolidándose como el primer destino y la primera fuente de ingresos de jareños/as y corraleños/as.

Durante estos periodos los pueblos comenzaron a ofrecer un aspecto solitario, habitado casi exclusivamente por niños y ancianos. Sobre ese aspecto, el 19 de mayo de 1974 una publicación de la Hoja Parroquial recogió lo siguiente: “La Plaza estaba llena antes de obreros venidos de las aceitunas esperando un día y otro que alguien les avisara. Cansados de esperar hicieron sus maletas y a rodar. Ahora en La Plaza los que quedan son viejos sentados en los bancos, apoyados en sus bastones con la gorrilla sobre la frente para que el sol primaveral no les moleste. En corrillos de cuatro o cinco hablan de sus cosas: “Ya no hay escarda, ni se da un peón en el campo”. En el bar, los únicos clientes que quedan son los viejos. Van a respaldarse de la lluvia, del solano o del sol. Juegan la partida de dominó o a las cartas. Cualquier día de cualquier semana en los bares, a las doce de la mañana o las cinco de la tarde siempre es lo mismo. Ruido de fichas, humo abundante de los celtas que fuman, sonrisas irónicas y los ojillos vivos, aunque ya están cansados de haber visto tanto.”

Las campañas se mantuvieron aproximadamente hasta finales de la década de los noventa, donde una parte importante de la mano de obra se fue yendo a la construcción, al calor del boom inmobiliario que se desató en la costa. Hoy forman ya parte de la memoria y del recuerdo.

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ES ADMC 018-MV-V-C049-002-C · Item · 1989-05-14
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Quinta Marcha a Rota, celebrada el 14 de mayo de 1989, en protesta contra las bases militares y la OTAN.

Participaron 6.000 personas según fuentes oficiales y 15.000 según los convocantes [El País. 1989-05-15]. La marcha comenzó a las 11 de la mañana, en el Parque Calderón del Puerto de Santa María (Cádiz, España), bajo el lema "Andalucía sin bases, desnuclearizada". Se observan a personas con pancartas y cabezudos de caricaturas de Felipe González y otros dirigentes políticos, cantando frases como "Traidor" o "Que se vayan los Yanquis de aquí, que se vayan, que se vayan...", haciendo referencia a la reivindicación principal que era el rechazo a la existencia de bases militares de la OTAN en Rota.

La marcha va por las calles del Puerto dirección a la puerta más cercana de la base militar, conocido como Fuentebravía, situada a unos 6 kilómetros. Se pueden observar banderas anarquistas, andaluzas, republicanas, comunistas, así como pancartas de diferentes organizaciones políticas, tales como Juventudes Comunistas Revolucionarias, Partido Comunista del Pueblo Andaluz (España, 1985-), Partido Comunista de Andalucía (España, 1979-), Comisiones Obreras (sindicato, España, 1962-), Sindicato de Obreros del Campo (Andalucía, España, 1976-2007), Unificación Comunista de España (partido político, España, 1973-). Al llegar a la entrada de la base, un monumento a la paz con una gran paloma y bajo ella diversos misiles de cartón piedra destruidos. En un momento, sueltan una pancarta colgada con globos de helio. La manifestación y grabación finaliza con enfrentamientos entre la Policía Nacional y algunos manifestantes, que arrojaron piedras y levantaron barricadas con bloques de hormigón, retiradas por las fuerzas de seguridad.

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ES ADMC 018-MV-V-C049-001-C · Item · 1989
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Despedida de los vecinos de Los Corrales que se preparan para la marcha a distintas poblaciones de Navarra (España), para la campaña de recogida del espárrago y del tomate.

Durante décadas, entre 1970 y 2000 principalmente, la emigración temporera fue una de las pocas soluciones para la subsistencia económica de hombres y mujeres en la Sierra Sur de Sevilla. Siendo Navarra una zona que se convertiría a lo largo de los años en destino habitual.


Las Varás de Navarra, por Manuel Velasco Haro.

Durante casi 40 años las “Varás de Navarra” vinieron a ser sin duda el gran descubrimiento y el principal recurso económico de Los Corrales y La Jara. No habrá familia en estos dos pueblos que no haya tenido en algún momento algún miembro o pariente cercano en estas campañas temporeras.

Como todos los fenómenos migratorios, éste tuvo su punto de origen en un grupo de jareños, que entre 1966 y 1967 se marcharon a la recolección de un producto, hasta entonces desconocido por estos lugares. Era el espárrago blanco que crecía bajo zurcos y lomos de tierra durante los tres meses que van de mediados de abril a mediados de julio.

Los primeros empezaron en la provincia de Huesca. Después se trasladaron a la ribera Navarra. En 1968 les acompañó el vecino de nuestra localidad, Antonio Sánchez Zamora, (Fato), que se estrenó como esparraguero en el cortijo de “ La Planilla" en Peralta. Al año siguiente repitió y en 1970 avisó a una cuadrilla.

A partir de ahí, el número empezó a multiplicarse a tal velocidad que en cuestión de cuatro o cinco años ya eran varios cientos de hombres y mujeres los que subían al norte. Los primeros, recogiendo los espárragos en el campo, y las segundas, pelándolos en las fábricas.

Campaña tras campaña, a la inmensa mayoría de los pueblos navarros y de la Rioja, próximos a la ribera del Ebro, fue llegando la mano de obra temporera de al menos el setenta por ciento de Los Corrales y Martín de la Jara. Baste recordar la anécdota de un domingo a finales de julio de 1977, donde coincidieron el regreso de diez autocares cargados de trabajadores y trabajadoras con la temporada concluida.

En la misma zona y con el intervalo de un mes, se inició paralelamente también la campaña del tomate a partir de mediados de agosto. Entre una y otra la emigración alcanzó cifras desconocidas, consolidándose como el primer destino y la primera fuente de ingresos de jareños/as y corraleños/as.

Durante estos periodos los pueblos comenzaron a ofrecer un aspecto solitario, habitado casi exclusivamente por niños y ancianos. Sobre ese aspecto, el 19 de mayo de 1974 una publicación de la Hoja Parroquial recogió lo siguiente: “La Plaza estaba llena antes de obreros venidos de las aceitunas esperando un día y otro que alguien les avisara. Cansados de esperar hicieron sus maletas y a rodar. Ahora en La Plaza los que quedan son viejos sentados en los bancos, apoyados en sus bastones con la gorrilla sobre la frente para que el sol primaveral no les moleste. En corrillos de cuatro o cinco hablan de sus cosas: “Ya no hay escarda, ni se da un peón en el campo”. En el bar, los únicos clientes que quedan son los viejos. Van a respaldarse de la lluvia, del solano o del sol. Juegan la partida de dominó o a las cartas. Cualquier día de cualquier semana en los bares, a las doce de la mañana o las cinco de la tarde siempre es lo mismo. Ruido de fichas, humo abundante de los celtas que fuman, sonrisas irónicas y los ojillos vivos, aunque ya están cansados de haber visto tanto.

Las campañas se mantuvieron aproximadamente hasta finales de la década de los noventa, donde una parte importante de la mano de obra se fue yendo a la construcción, al calor del boom inmobiliario que se desató en la costa. Hoy forman ya parte de la memoria y del recuerdo.

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ES ADMC 018-MV-V-C048-001-C · Item · 1987-12-09
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Encuesta a los habitantes de Los Corrales (Sevilla) sobre el sistema establecido de las 60 peonadas para el cobro del subsidio de desempleo agrario realizada en diciembre de 1987 por la Asociación Juvenil Gente Joven (ca.1980-ca.1995) .

Para poder cobrar el subsidio de desempleo era obligatorio presentar 60 peonadas firmadas en los libros de matrículas de los terratenientes o en los ayuntamientos. Isabel Morillo, de la Asociación Juvenil Gente Joven (Los Corrales, Sevilla, España, ca.1980-ca.1995), conocida también como Centro Cultural Mandrágora, va entrevistando tanto a hombres como mujeres, los cuales dan diferentes argumentos, casi siempre en conta de la existencia de 60 peonadas. Los argumentos más repetidos son, que es muy complicado llegar a las las 60 peonadas, que el subsidio no debería de ser tan irregular y debería existir cuando a uno le falta el trabajo, y especialmente la crítica a los fraudes cometidos, tales como que había personas que cobran el subsidio sin haber trabajado ni un día. Esto último hace referencia a una de las actividades más frecuentes realizadas por los terratenientes, que era firmar en el libro de matrículas a los familiares de otros terratenientes para que cobrasen el subsidio. También se llevaban a cabo otro tipo de fraudes tales como se declaraban peonadas falsas o por necesidad se seguía trabajando mientras se recibía el subsidio. Al final del vídeo, sale un cartel, con los resultados de 132 personas encuestadas, habiendo un 77% que no estaban de acuerdo, un 1% sí, un 5% le es indiferente, un 6% planteaba otras propuestas, un 5% reducir días y un 7% no contestaron.

Esta encuesta forman parte de una serie de encuestas y entrevistas que realizaba la Asociación Juvenil Gente Joven por el pueblo de Los Corrales, y que posteriormente televisaban a partir del vídeo comunitario de la localidad.

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ES ADMC 018-MV-V-C044-004-C · Item · [c]1988-03
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Manifestación en las calles de Sevilla en marzo de 1988 en contra de la reforma agraria de Andújar (Jaén) planteada días antes por la Junta de Andalucía.

El vídeo comienza con un grupo de personas con banderas de Andalucía, que se dirigen a realizar una manifestación por la calles de Sevilla. Se pueden observar pancartas y figuras caricaturizadas de Felipe González, presidente del gobierno en ese momento. La manifestación realizada en Sevilla surgió por la indignación ante la reforma agraria planteada en Andújar (Jaén) por la Junta de Andalucía gobernada por el PSOE, y se realizó en esas fechas aprovechando que Felipe González se situaba en la ciudad de Sevilla para la participación en el V Congreso Regional del PSOE Andaluz. En esta manifestación participaron organizaciones como el Sindicato de Obreros del Campo, Movimiento Comunista de Andalucía, o el Movimiento de Objeción de Conciencia, así como personas independientes.

La reivindicación principal de la manifestación fue el del trabajo digno del campo, yendo en contra de las medidas paliativas como el subsidio agrario y la obligación de las 60 peonadas, o las reformas agrarias que no se realizaban contando con los sindicatos de jornaleros, reclamándose la expropiación de tierras para la autogestión de los jornaleros. Los asistentes cantan lemas tales como "Trabajo sí, limosna no", "Tierra, trabajo y libertad". Van recorriendo Sevilla, pudiéndose reconocer la Avenida de la Constitución, pasando por delante de la Catedral de Sevilla, por Plaza Nueva donde se sitúa el Ayuntamiento de Sevilla. El recorrido de la manifestación acaba en el hotel Meliá, donde se hospedaba Felipe González. Varios grupos de policías impiden el avance de los manifestantes una vez llegados al Hotel, los cuales gritan cánticos y el himno de Andalucía con el puño levantado. Se observan a Diego Cañamero y Juan Manuel Sánchez Gordillo negociar con las autoridades las condiciones de la manifestación. Finalmente, en ¿Plaza España?, Juan Manuel Sánchez Gordillo habla por un megáfono sobre la necesidad de la expropiación y el cultivo de una forma ecológica.

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ES ADMC 018-MV-V-C044-003-C · Item · 1988-05-01
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Ocupación del cortijo El Marqués (Gilena, Sevilla), propiedad del Duque del Infantado, liderada por el Sindicato de Obreros del Campo con motivo de la celebración del 1 de Mayo de 1988.

La grabación comienza en la plaza de la Iglesia de Gilena (Sevilla, España), donde se agrupan varias personas con banderas de Andalucía. En la puerta de la iglesia, hablan Diego Cañamero y Juan Manuel Sánchez Gordillo con un megáfono. A continuación, comienzan el camino hacia el cortijo del Marqués con un ambiente jovial, acompañados de una charanga. Otras personas también van en coche observándose a la llegada al cortijo, el cual tiene pintado en uno de sus muros: "Con esta reforma agraria hasta el Marqués es del PSOE".

Posteriormente, se observa a todos los asistentes sentados, escuchando las intervenciones de Juan Manuel Sánchez Gordillo, el cual habla de las acciones del gobierno socialista sobre el subsidio de desempleo, y cómo se ha perdido la reivindicación de las tierras para su trabajo y autogestión. Le sigue Diamantino García Acosta, que habla de la hipocresía de las manifestaciones realizadas en la capital sevillana por los grandes sindicatos que negocian con el gobierno a costa de la necesidades de los trabajadores. Diamantino diferencia las acciones realizadas por del Sindicato Obreros del Campo de la de los sindicatos mayoritarios como Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores, que en un día como el 1 de mayo sigue realizando ocupaciones simbólicas de los cortijos para su expropiación y repartición de tierras a los trabajadores.

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ES ADMC 018-MV-V-C044-001-C · Item · 1988
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Cinco días después del fallecimiento de Francisco Haro Reyes en Francia, el 20 de agosto de 1988, se celebró este sentido homenaje en Los Corrales, su pueblo natal. El vídeo comienza con palabras de Diamantino García Acosta sobre la Guerra Civil española y la forzosa huida de Francisco Haro Reyes a Francia.

La memoria reivindicativa se extendió a todos los exiliados y represaliados que hubo en la localidad durante la sublevación militar franquista contra el gobierno legítimo de la Segunda República y la represión posterior, tras la ocupación de la Sierra Sur de Sevilla.

Parte del homenaje se llevó a cabo en el conocido como "Cerro Gordo" (Los Corrales, Sevilla, España) donde varios familiares esparcieron sus cenizas y le dedicaron unas palabras a Francisco Haro. Según su sobrino, Manuel Velasco Haro, este homenaje es uno de los primeros grandes actos de memoría histórica llevado a cabo en España.

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ES ADMC 018-MV-V-C032-001-C · Item · 1995-05-01
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Ocupación reivindicativa durante el 1º de Mayo, día del trabajador, por el derecho a la tierra y el trabajo. El Sindicato de Obreros del Campo (SOC) y la Confederación General del Trabajo (CGT) ocupan esta finca perteneciente a Patrimonio Histórico del Estado.

Protestan contra la realidad de los grandes latifundios que se encontraban en situación de semi abandono y que no daban trabajo a los jornaleros y jornaleras de la comarca. Estas ideas son expresadas por Diego Cañamero Valle en un discurso donde además explica la historia de la finca ocupada.

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ES ADMC 018-MV-V-C031-006-C · Item · 1990
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Manifestación celebrada en Los Corrales (Sevilla) contra la Guerra del Golfo. Habla Rafael Montes Velasco, en la plaza Diamantino García, sobre el rechazo a la guerra. A continuación se celebra una manifestación por las calles de Los Corrales, donde los manifestantes llevan pancartas pacifistas y cantan consignas contra la OTAN.

Las movilizaciones y protestas contra la guerra del Golfo en los años 1990 y 1991 tuvieron un marcado carácter social procedente de los grupos ya existentes en Andalucía como el Movimiento anti OTAN que anualmente protestaban en Marchas contra las bases de Rota y Morón y los movimientos antimilitaristas que se negaban a realizar el servicio militar obligatorio y la prestación social sustitutoria.

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ES ADMC 018-MV-V-C031-004-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Manifestación por la Huelga de la aceituna que discurre por las calles del pueblo de Gilena el 14 de enero de 1991, hasta llegar a la plaza de la iglesia, donde toman la palabran un sindicalista de Comisiones Obreras, dos sindicalistas de Confederación Nacional del Trabajo y Juan Manuel Sánchez Gordillo del Sindicato de Obreros del Campo.

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

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ES ADMC 018-MV-V-C031-003-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Una vez terminada la manifestación por las calles de Pedrera y tras las oratorias de los portavoces sindicales, se celebró una asamblea organizativa en la que las posturas de todos los sindicatos chocan con Comisiones Obreras. Intervienen en la asamblea: Francisco Campos, también conocido como "Tarzán", de Comisiones Obreras, un sindicalista de Confederación Nacional del Trabajo (CNT), Diamantino García Acosta y Juan Manuel Sánchez Gordillo, militantes del Sindicato de Obreros del Campo (SOC).

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Por Manuel Velasco Haro.
Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

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ES ADMC 018-MV-V-C031-002-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Manifestación por la Huelga de la aceituna, con el mismo recorrido que la primera que se celebró en esta huelga y que transcurre por las calles de Pedrera. Finaliza en la parroquia de San Sebastián, donde toman la palabra un sindicalista de Comisiones Obreras, un sindicalista de Confederación Nacional del Trabajo y Juan Manuel Sánchez Gordillo del Sindicato de Obreros del Campo.

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

Sin título
ES ADMC 018-MV-V-C031-001B-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Piquete en un molino de aceite de una Cooperativa de Gilena, por el inicio de la Huelga de la aceituna en 1990. Tras realizar sin éxito el piquete en el olivar por conflictos con los trabajadores de allí, los manifestantes se dirigen al molino de aceite de la Cooperativa de Gilena que procesaba esos olivos. Allí, vuelven a discutir con los mismos trabajadores del olivar, sobre las circunstancias que llevan a la huelga y sobre cómo deben de apoyarse entre los agricultores y jornaleros frente a la situación del campo andaluz.

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

Sin título
ES ADMC 018-MV-V-C031-001A-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Piquete en un olivar, por el inicio de la huelga de la aceituna en Pedrera en 1990. Tras la manifestación, los asistentes van a un olivar para hacer un piquete y comunicar a los trabajadores del olivar que se ha iniciado la huelga, con los cuales discuten.

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

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ES ADMC 018-MV-V-C031-001-C · Item · 1990-1991
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Manifestación por las calles de Pedrera, que dio inicio a la Huelga de la Aceituna, el 11 de diciembre de 1990. Al finalizar, en la puerta de la parroquia de San Sebastián toman la palabra Diego Cañamero, secretario del Sindicato de Obreros del Campo, José Luis García Rúa, secretario de la Confederación Nacional del Trabajo y un sindicalista de Comisiones Obreras. Esta manifestación dio inicio a la Huelga de la Aceituna, el 11 de diciembre de 1990.

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

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ES ADMC 018-MV-V-C014-001-C · Item · 1990
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Imágenes de la caseta autogestionada del Sindicato del Obreros del Campo (SOC) y el ambiente de noche de la Feria de Los Corrales, en agosto 1990.


El Sindicato de Obreros del Campo montaba una caseta de feria diferente a la caseta municipal, que durante años fue una forma de recaudar fondos, a parte de ofrecer a la gente un lugar con precios más económicos e identificado con los ideales del SOC. Esta iniciativa comenzó en 1976 y en 2003 fue el último año que se organizó. En total participaban entre 25 a 30 personas en turnos de 24 horas en los que se ofrecían de forma voluntaria para cocinar, servir como camarero o realizando tareas de limpieza.

En la caseta se vivía la feria y se adornaba con carteles del sindicato, con pancartas, lemas, etc. El adorno llevaba mensajes del propio sindicato, lo que daba a entender que era una caseta sindical. También con lemas de Diamantino como por ejemplo: “la vida no tiene sentido, si no es para servir a los demás”. Tenía bastante público y el servicio era rápido porque participaba mucha gente. Cada día se hacía una comida conjunta donde todos los participantes la disfrutaban juntos. La experiencia también servía como una especie de convivencia entre los participantes.

Durante los años que la Candidatura Unitaria de Trabajadores estuvo en el ayuntamiento (1979-1987), la caseta del SOC estuvo ubicada en la conocida como "caseta municipal" que constituía el Salón de Actos del Ayuntamiento del pueblo.

Después de veintitantos años, por distintos motivos el número de participantes se fue aminorando. Con menos voluntarios, algunos de los participantes tenía que repetir turnos lo que provocaba que dejasen de participar ya que suponía trabajar más tiempo para suplir la poca participación. Se fue reduciendo el número de voluntarios y las generaciones que se iban sucediendo no participaban en el trabajo voluntario de la caseta.

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ES ADMC 018-MV-V-C012-003-C · Item · 1993
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Celebración del Carnaval de Los Corrales en 1993 donde la agrupación del Centro Cultural Mandrágora disfrazada de "Romanos" recorre las calles cantando sus letras con Manuel Velasco Haro a la guitarra.


Los Carnavales en Los Corrales fueron recuperados tras el franquismo por iniciativa de la Asociación Juvenil Gente Joven (Los Corrales, Sevilla, España, ca.1980-ca.1995).

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ES ADMC 018-MV-V-C007-003-C · Item · 1994
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Vecinos de Los Corrales trabajando en la recolección de la uva en Francia por la campaña de la vendimia desde finales de agosto hasta octubre. Actividades llevadas a cabo a lo largo de la jornada laboral y condiciones de vida de los trabajadores, que al finalizar el trabajo cenan juntos y brindan "por la clase obrera".


De Los Corrales a la vendimia francesa, por Manuel Velasco Haro.

A pesar de las temporadas que las familias jornaleras daban en un sitio u otro, la falta de trabajo provocó que la única salida que le quedara a más de la mitad de la población fuese la de coger la maleta y cerrar definitivamente su casa.

Este fenómeno que todavía es objeto de multitud de conversaciones por las vivencias en carne propia para cientos de corraleños/as, no ha sido por el contrario nunca objeto de un estudio detallado que analice los escandalosos niveles a los que llegó. Las condiciones creadas en las zonas agrícolas, donde la banca fue canalizando los ahorros de los grandes terratenientes hacia los cinturones industriales, fomentaron un enorme proceso de desequilibrio entre el campo y la ciudad. La emigración se generalizó sobre todo del sur al norte, aumentando de forma extraordinaria las diferencias territoriales en las rentas. La emigración interior alcanzó cotas altísimas, moviéndose en la década de los cincuenta un millón de personas del medio rural a los suburbios de las capitales de provincias y principalmente a Madrid, Barcelona y grandes ciudades del País Vasco. Eso dio lugar al incremento desorbitado del chabolismo y a la necesidad imperiosa de construir viviendas sociales. Pero fue a partir de 1958 cuando el éxodo entró en su mayor movilidad, buscando prosperidad en el norte del país y en Europa, provocando la salida de otro millón de personas hasta la mitad de la década siguiente.

La composición de la población laboral de Los Corrales estaba formada por una enorme masa desempleada dispuesta a ganar una peseta donde la hubiera. Según el censo de 1950, de las 1.366 personas registradas como activas, 1.153 eran jornaleros, casi el 85 por ciento, todos a la espera de sacar algún mísero jornal en las faenas de siembra o recolección. Tras rastrear casa por casa en cada calle, así como los censados en los ranchos y cortijos, y con la imprescindible ayuda de mi padre Salvador Velasco “el barbero”, quizás el mejor conocedor personal de la inmensa mayoría de los vecinos, pude establecer una serie de datos y cifras. A modo de resumen se puede decir que en los 30 años que van de 1945 a 1975, la emigración se distribuyó de la siguiente forma: 237 a países extranjeros, principalmente a Francia con 87 y a Alemania con 109. En otras comunidades se establecieron 1.003, de los cuales, Cataluña se situó a la cabeza con 727, seguida de Madrid con 127. A las distintas provincias andaluzas salieron 210. A Sevilla y provincia 398, y a otros lugares no localizados unas 640 personas, aunque se podrían distribuir, siguiendo los datos anteriores de manera proporcional, situando a Cataluña como la principal, donde pudieron establecerse finalmente más de mil personas. En total 2.488 vecinos de una población de unos 4500 habitantes en 1945. ¡Más de la mitad de la población!.

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ES ADMC 018-MV-V-C007-002-C · Item · 1995
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Celebración del Carnaval de los Corrales en 1995. La agrupación de la Asociación Juvenil Gente Joven construyó un gran barco de vela y disfrazados de piratas recorrieron las calles del pueblo.


Los Carnavales en Los Corrales fueron recuperados tras el franquismo por iniciativa de la Asociación Juvenil Gente Joven (Los Corrales, Sevilla, España, ca.1980-ca.1995).

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ES ADMC 018-MV-V-C007-001-C · Item · 1993
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Reportaje sobre los orígenes y funciones de la cooperativa Tierra y Libertad, creada en 1988 por el Sindicato de Obreros del Campo en la finca con el mismo nombre.

Se suceden los testimonios y narraciones de personas involucradas en la creación y mantenimiento de la finca, con imágenes panorámicas del entorno. La finalidad de este vídeo era promocionar la cooperativa Tierra y Libertad y animar a personas interesadas a participar en la recogida de la aceituna, puesto que había falta de personal.

El vídeo comienza explicando el origen de la finca remonta a 1988, momento en el que se compra la finca, no llegándose a habitar hasta 1989. En un primer momento, se encontraron con diversas dificultades a la hora de habitar este espacio, como era el no tener un camino de acceso, vivienda o agua potable. La finca se encontraba muy descuidada. El primer trabajo que se hizo desde la cooperativa en este espacio fue la limpia del olivar, una de las principales materias primas que poseían y explotaban para su venta.

Posteriormente Diego Cañamero habla sobre el origen de la cooperativa vinculada al Sindicato de Obreros del Campo, como una forma de demostrar que era posible que los jornaleros trabajasen la tierra que ellos mismos gestionan, sin la necesidad de patrones y terratenientes. A continuación aparecen imágenes del paraje natural donde se sitúa la cooperativa, que está en la Sierra de Grazalema, que se entremezclan con grabaciones del espacio de la cooperativa.

El reportaje continúa con un trabajador hablando sobre el origen de la cooperativa desde el Sindicato de Obreros del Campo, tras el cual hay personas que trabajan olivares. Menciona que esta cooperativa sirvió para demostrar que era posible desarrollar la experiencia de reforma agraria por la que el sindicato tanto había luchado, sin tener como guía la política agraria comunitaria y el uso de químicos y maquinaria. Se graban a trabajadores empleando el método tradicional de la recogida de la aceituna, vareando el olivo para que las aceitunas caigan sobre un fardo, desde el cual se recoge.

El último testimonio es de Rafael Montes que habla de la estructura organizativa de la cooperativa a partir de una Comisión Rectora que se compone de trabajadores de la cooperativa y miembros del sindicato. Las funciones es coordinar y dirigir la vida de la cooperativa para que sea autosuficiente, haya una convivencia sana y que sea un lugar de encuentro para la realización de campamentos, convivencias, encuentros, etc.

También se muestran los diversos animales que viven en la cooperativa, ovejas, gallinas, pavos, vacas, cerdos, patos y las construcción de un inmueble de la cooperativa. Termina la grabacióncon una comida comunitaria entre todos los asistentes.

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ES ADMC 018-MV-V-C001-016-C · Item · 1985
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Imágenes de la marcha de una cuadrilla de jornaleros para la recogida de la aceituna, en 1985. En la plaza del pueblo está el autobús que transporta a los trabajadores, cuyas pertenencias son llevadas en un camión, llevándose por la temporada hasta los muebles como camas o cómodas, que se pueden observar apiladas en el camión.

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ES ADMC 018-MV-V-C001-015-C · Item · 1985
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Clases de alfabetización de adultos en Los Corrales, impartidas por miembros del Sindicato de Obreros del Campo (Andalucía, España, 1976-2007).

Los alumnos trabajando en diferentes grupos, tomando apuntes y discutiendo las tareas. En estas clases se seguían los métodos del pedagogo brasileño Pablo Freire, destacado defensor de la "pedagogía crítica", enseñados por profesores chilenos exiliados que residieron una temporada en Marinaleda (Sevilla, España) e hicieron varias visitas a Los Corrales.

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ES ADMC 018-MV-V-C001-012-C · Item · 1985-01-30
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Celebración del Día de la Paz y la No Violencia, el 30 de enero de 1985 en Los Corrales (Sevilla, España). Una manifestación en la que participan niños con pancartas, junto a un coche del alcalde, Rafael Montes. Finalmente, se acaba en la plaza del pueblo, soltándose globos de colores desde el campanario.

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ES ADMC 018-MV-V-C001-010-C · Item · 1984
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Imágenes de un día próximo al 4 de diciembre de 1984, Día de Andalucía, en Los Corrales (Sevilla, España). Las calles y la plaza principal, llamada actualmente Diamantino García, están decoradas con banderas de Andalucía. Se puede observar las obras de acondicionamiento del antiguo ayuntamiento para dedicar el edificio al Local de la Tercera Edad. El Ayuntamiento, ubicado en ese edificio de 1962, se trasladó al edificio del antiguo Teleclub que a su vez había sido la sede del local del Sindicato de Obreros del Campo.

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ES ADMC 018-MV-V-C001-009-C · Item · 1984
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Celebración de Día de Andalucía (28 de febrero) en Los Corrales, Sevilla (España). 1984.

La grabación comienza en el local del Sindicato de Obreros del Campo, que anteriormente fue el espacio destinado al Teleclub, donde se están hinchando globos blancos y verdes. Aparece Rafael Montes, el cual posteriormente habla por un megáfono a los asistentes antes de la suelta de globos, desde la plaza principal de Los Corrales, denominada como Plaza Diamantino García. Atan a los globos una bandera de Andalucía, que vuela sobre Los Corrales. La grabación finaliza con los niños jugando con los globos que han quedado sueltos.

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