Las primeras imágenes muestran a la cuadrilla de costaleros que llevará el paso de la Cruz de Mayo de la Bachillera. Los costaleros eran niños entre 8 y 13 años, vistiendo con el atuendo típico de los costaleros: pantalones vaqueros, camiseta blanca y costal sobre sus cabezas. Se muestran animados, al tener un papel protagonista en sus fiestas y estar rodeados de amigos. Las imágenes que le suceden muestran la cruz de guía rodeada por los costaleros y niñas y niños vestidos de flamencos.
A continuación se observa la puerta principal de la iglesia, abierta de par en par y abarrotada de gente, de donde comienza a salir la procesión. Una banda de música sin identificar acompaña a la procesión. La banda la dirige Juan Gutiérrez, el director de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Caridad. Posiblemente esta banda estaría tocando en el barrio por mediación de Juan, debido a que tenía contactos con las bandas de Sevilla, al ser componente de la Centuria Romana Macarena. A partir del minuto 1 y 18 segundos aparece una de las bandas de la Bachillera, dirigida por José Bohíguez, alias “el Cartones”. Esta banda posee un uniforme más informal, ataviados con pantalones azules, incluso algunos van en vaqueros, y camisas blancas desabrochadas. Los componentes de la banda son todos jóvenes del barrio.
Las siguientes imágenes muestran de nuevo la salida de la procesión, primero salen jóvenes vestidas de flamenca, presidiendo y posteriormente la Cruz de Mayo de la Iglesia. El capataz es Francisco “Paco” Pérez, otro de los fundadores y principales miembros de la hermandad de Nuestra Señora de la Bachillera. Continúan sucediéndose planos medios de las flamencas que forman parte del cortejo, y también imágenes generales de la procesión. Desde las azoteas se graban planos picados de los vecinos que contemplan el espectáculo.
A partir del minuto 5 y 13 segundos, aparece una tercera banda de música que toca para la procesión. En este caso, se trata de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Caridad, compuesta por jóvenes ataviados con un uniforme consistente en un pantalón azul, camisa blanca y corbata.
Continúa la procesión, a lo largo de la calle Camino de Almez, que llega hasta la Venta de los Gatos por la Avenida del Romanticismo, para después volver por el mismo camino para recogerse en la Iglesia. Siguiendo a la procesión, aparecen los vecinos Antonia Miranda y su marido Paco Suárez tras el paso acompañando a sus hijos vestidos de costaleros. A partir del minuto 20 y 34 segundo aparece a la izquierda, con el pelo largo y una camisa blanca de mangas cortas, Juan Francisco Carvajal, el autor de los vídeos, que en ese momento prestaría su cámara a algún amigo.
Las últimas imágenes de la procesión son de está pasando por el Bar Taxista, y en la puerta del mismo a Encarnación Palma, la dueña del bar, junto a sus nietas. Continúan hasta el fin de la cinta las imágenes de la procesión llegando hasta la iglesia y recogiéndose, en paralelo a los planos que muestran a los vecinos. Cuando finaliza la procesión, sacan a hombros a Ángel Correa.
Las cruces de mayo comenzaron a celebrarse en La Bachillera algunos años de la década de los sesenta, dejándose de realizar hasta aproximadamente 1985, cuando se retoma la tradición. Era una fiesta popular, que consistía en adornar calles y casas de La Bachillera con flores y farolillos. Posteriormente se celebraba un concurso para elegir la calle más bonita. Todos los vecinos se involucraban en la decoración del barrio y en la organización de los eventos en torno a esta fiesta primaveral. Se organizaban otras muchas actividades, como carreras de cinta en motocicleta en las que solían participar solo hombres. Cada cinta pertenecía a una mujer, que la había diseñado previamente, de forma que el hombre debía invitar a bailar a la dueña de la cinta que cogiera. El día de las cruces de mayo, los niños y niñas del barrio se vestían de flamencos. En 1985, cuando se retomó la tradición de las Cruces de Mayo, los miembros de la Hermandad de Nuestra Señora de la Caridad organizaron las primeras procesiones del barrio. Los pasos con cruces eran acompañados de bandas de música. Los hermanos Pérez se encargaron de construir el paso y la cruz, mientras Ana López, confeccionó los faldones y el sudario que decoraba la cruz, con la tela de sus sábanas del ajuar. Los costaleros eran una cuadrilla compuesta por niños, a los que Francisco Pérez preparó ensayando por las tardes por las calles del barrio. En los primeros años de las Cruces de Mayo, contrataron una banda venida de Pino Montano, no tocando la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Bachillera hasta aproximadamente dos años más tarde, ya que los músicos no estaban preparados. Tras el desmantelamiento de la iglesia, que ocasionó la disolución de la hermandad de Nuestra Señora de la Caridad, de la banda de música, las cruces de mayo dejaron de realizarse. En 2018, aproximadamente, se retomaron las actividades celebradas en torno a esta festividad, limitándose a la fabricación de pequeñas reproducciones de pasos de Semana Santa por grupos de niños, que posteriormente los sacan en procesión por las calles del barrio.