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ES ADMC 004-JP-V-C007-005-C · Item · 1979-12-04
Part of Colección Juan Manuel Pardo (1977-2007)

Ambiente previo al inicio de la manifestación del 2 de diciembre de 1979, por el 4 de diciembre, Día de Andalucía.

En el Prado de San Sebastián, pasando por el Palacio de Justicia, actual sede de los Juzgados de Sevilla, van reuniéndose los asistentes a la manifestación con banderas de Andalucía y pancartas que hacen referencia a la autonomía de Andalucía, pidiendo el referéndum. La manifestación del 4 de diciembre de 1979, fue celebrada el domingo 2 de diciembre de 1977, y fue convocada por Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Unión de Centro Democrático (UCD), Partido Comunista de España (PCE), Partido Socialista de Andalucía (PSA) y el Partido del Trabajo de Andalucía (PTA) con motivo del Día de Andalucía, previamente a establecerse el 28 de febrero. Los asistentes, muchos de ellos procedentes de los pueblos de la provincia, se reunieron en el Prado de San Sebastián, donde se inició la manifestación. Se estiman que asistieron entre 150.000 y 200.000 personas [El País, 1979-12-04].

La manifestación estaba precedida con la bandera blanca y verde, y encabezada por el presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, los parlamentarios de la provincia (faltaban los ministros de Hacienda y Cultura y Soledad Becerril), el presidente de la Diputación, el alcalde de la ciudad y representantes de los partidos organizadores. Desde el Prado de San Sebastián, la manifestación de dirigió a plaza Nueva, por la calle de San Fernando, puerta de Jerez y la Avenida de la Constitución. En el Ayuntamiento, cantaron el himno de Andalucía y se disolvieron. [El País, 1979-12-04].

Tras la disolución de la manifestación, desde la sede de Fuerza Nueva situado en el edificio La Adriática, arrojaron sobre los manifestantes botellas de cristal y otros objetos.

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ES ADMC 008-CA-V-008-000 · Item · [c] 1977-09-22
Part of Colección Colectivo de Cine Polans (ca.1975-ca.1980)

Manifestación del 22 de septiembre de 1977 en Madrid (España), contra el atentado llevado a cabo en la sede de Barcelona de la revista satírica "El Papus", por la ultraderechista Triple Alianza Apostólica Anticomunista el 20 de septiembre de 1977 y que causó un muerto y 17 heridos. En las pancartas pueden leerse lemas de sindicatos como USO, CNT, CSUT, SU, CCOO y la gestora Unidad Periodistas. La manifestación acabó frente a la antigua Casa Sindical franquista, llevándose a cabo una asamblea y decidiéndose el paro en el sector de información madrileña.

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ES ADMC 018-MV-V-C031-001-C · Item · 1990-1991
Part of Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Manifestación por las calles de Pedrera, que dio inicio a la Huelga de la Aceituna, el 11 de diciembre de 1990. Al finalizar, en la puerta de la parroquia de San Sebastián toman la palabra Diego Cañamero, secretario del Sindicato de Obreros del Campo, José Luis García Rúa, secretario de la Confederación Nacional del Trabajo y un sindicalista de Comisiones Obreras. Esta manifestación dio inicio a la Huelga de la Aceituna, el 11 de diciembre de 1990.

Los vídeos que se poseen sobre este evento, siguen el siguiente orden cronológico:


Entre Diciembre de 1990 y Enero de 1991, tuvo lugar la mayor huelga que se recuerda en el campo andaluz de las últimas décadas. Durante más de cincuenta días se paralizó la recogida de la aceituna por varias provincias andaluzas. El punto de partida fue Pedrera. A ella se fueron sumando con fuerza todos los pueblos de la Sierra Sur, y de ahí saltó a otras comarcas de Sevilla, Málaga y Córdoba.

Las principales reivindicaciones fueron; un salario de 3500 pesetas, frente a las 3000 pesetas que se cobraban, (18 euros actuales), así como el derecho a un trabajo digno para las mujeres, ya que ganaban menos y en muchos tajos estaban excluidas.

En esos casi dos meses de conflicto, largas caravanas de coches recorrían carretera a carretera, pueblo a pueblo, y tajo a tajo, para mantener el pulso a la patronal, que también organizó desde Estepa una campaña de contra- piquetes y esquirolaje para romper la huelga.

Se vivieron muchos momentos de tensión, muchas asambleas en las plazas y locales públicos, muchas polémicas; entre quienes defendían que había que ganar aquella batalla y quienes estaban dispuestos a trabajar incluso por menos sueldo, con tal de no perder ni un día.

Finalmente la huelga logró sus objetivos con enormes esfuerzos por parte de mucha gente. Los jornales de l@s aceituner@s experimentaron la mayor subida de la historia, muy por encima de todos los convenios firmados anteriormente por UGT y CCOO.

Desde el primer momento, la patronal quiso marginar al SOC y a la CNT de cualquier negociación, los mayores impulsores de la huelga, para reunirse sólo con CC.OO y UGT, a pesar de que ésta última apenas participó, pero la presión de los pueblos era muy fuerte.

En Los Corrales, al finalizar la huelga, la asociación juvenil Mandrágora compuso unas letras para el carnaval de 1991, que empezaban diciendo:

“Se acabó la huelga ya de la aceituna,
que por estos pueblos tanto ha dao que hablar,
porque a bajo sueldo no cogían ni una,
los aceituneros en la temporá.
Por que cuesta mucho echar un talego
y después el coche también hay que pagar,
se ha puesto la gente pidiendo un arreglo,
¡ Que poco se gana harto varear!
“¡Porqué! “, pregunta una mujer,
que ella tenga que ser quien menos vale,
y quien tiene que defender su condición,
si va arrastrando por los tajos
las rodillas y el riñón (...)"

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ES ADMC 018-MV-V-C049-002-C · Item · 1989-05-14
Part of Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Quinta Marcha a Rota, celebrada el 14 de mayo de 1989, en protesta contra las bases militares y la OTAN.

Participaron 6.000 personas según fuentes oficiales y 15.000 según los convocantes [El País. 1989-05-15]. La marcha comenzó a las 11 de la mañana, en el Parque Calderón del Puerto de Santa María (Cádiz, España), bajo el lema "Andalucía sin bases, desnuclearizada". Se observan a personas con pancartas y cabezudos de caricaturas de Felipe González y otros dirigentes políticos, cantando frases como "Traidor" o "Que se vayan los Yanquis de aquí, que se vayan, que se vayan...", haciendo referencia a la reivindicación principal que era el rechazo a la existencia de bases militares de la OTAN en Rota.

La marcha va por las calles del Puerto dirección a la puerta más cercana de la base militar, conocido como Fuentebravía, situada a unos 6 kilómetros. Se pueden observar banderas anarquistas, andaluzas, republicanas, comunistas, así como pancartas de diferentes organizaciones políticas, tales como Juventudes Comunistas Revolucionarias, Partido Comunista del Pueblo Andaluz (España, 1985-), Partido Comunista de Andalucía (España, 1979-), Comisiones Obreras (sindicato, España, 1962-), Sindicato de Obreros del Campo (Andalucía, España, 1976-2007), Unificación Comunista de España (partido político, España, 1973-). Al llegar a la entrada de la base, un monumento a la paz con una gran paloma y bajo ella diversos misiles de cartón piedra destruidos. En un momento, sueltan una pancarta colgada con globos de helio. La manifestación y grabación finaliza con enfrentamientos entre la Policía Nacional y algunos manifestantes, que arrojaron piedras y levantaron barricadas con bloques de hormigón, retiradas por las fuerzas de seguridad.

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Rueda de prensa dada por la delegación de alumnos de la SAFA de Riotinto, encabezada por José Luis Montero Villa, tras el encuentro tenido con el por aquel entonces presidente de Unión de Explosivos de Río Tinto, Leopoldo Calvo Sotelo.

El encuentro, celebrado a instancias de la directiva de la compañía el 6 de junio de 1973 en Madrid previa petición del alumnado, fue la oportunidad de los alumnos de la escuela de tratar cara a cara con la cúpula de Unión de Explosivos de Río Tinto y expresar los motivos que habían llevado al alumnado del centro a iniciar las protestas contra la empresa. Estos motivos no eran otros que la iniciación del proceso de nacionalización de la SAFA de Riotinto y la consiguiente expulsión de la Compañía de Jesús y su profesorado de la escuela, poniendo de esta manera fin a la reforma educativa.

Al comienzo de la reunión, Calvo Sotelo da por hecho que la Escuela ya había sido nacionalizada, a espera de la expedición del decreto ministerial en el que se anunciaba la nacionalización, lo que provoca la protesta de la delegación de alumnos, que le reprocha el no haber contado con la opinión de los afectados. El directivo se escuda entonces diciendo que si hubieran acudido antes, cuando se estaban desarrollando las conversaciones entre SAFA y Unión de Explosivos de Rio Tinto, el problema se habría solucionado, señalando que la responsable de toda la confusión era la propia SAFA, que no había informado correctamente a los alumnos.

A lo largo de la entrevista, los alumnos insisten en una idea fundamental: la permanencia de la SAFA como institución rectora de la escuela, además del mantenimiento de todo el profesorado y de su director, Miguel Ángel Ibáñez Narváez. Exponen que la nacionalización no es lo más conveniente ni para los alumnos, ni para los padres, ni para la cuenca minera, lo cual prueban aportando un documento en el que se recogían los resultados de unas encuestas realizadas, así como una petición de los padres de los alumnos avalada por un total de 228 firmas.

La delegación de alumnos cuenta como la entrevista llegó a un punto muerto, pues Calvo Sotelo insistía en que lo mejor para la escuela era la nacionalización y que de todas formas la escuela ya estaba nacionalizada, mientras que los alumnos seguían reivindicando la continuidad de la SAFA y del profesorado que había llevado a cabo la reforma educativa.

Los alumnos prosiguen su relato, contando cómo una vez finalizada la entrevista se dirigieron a la sede de varios periódicos de Madrid como “Pueblo”, “Informaciones”, “Ya” y “Sábado Gráfico” para dar una nota de prensa y que se divulgase a nivel nacional lo que estaba ocurriendo con su escuela.

Por último, cuentan su visita el día 7 de junio al Ministerio de Educación y su entrevista con el director general de Formación Profesional, Eduardo Acebes, quien les confirmó que la Escuela era todavía de la Empresa y no estaba nacionalizada, puesto que era necesario el transcurso de un año para completar todos los trámites necesarios, por lo que lo dicho por Calvo Sotelo era falso.