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ES-ADMC-RA00054 · Corporate body · 1977-

La Asociación de Vecinos Estrella Andaluza fue constituida en el momento de nacimiento de numerosas asociaciones vecinales, con el fin de mejorar la convivencia en el barrio de La Bachillera. Tras años en funcionamiento, ha actuado como un órgano de participación ciudadana activa haciendo de puente entre la comunidad de vecinos y los organismos públicos de la ciudad de Sevilla, debido a la peculiar situación del barrio que estaba situado en la periferia urbana y apenas comunicado con la ciudad. Ha actuado de mediadora en conflictos vecinales surgidos en el seno del barrio, siendo la voz de los vecinos de La Bachillera ante el Ayuntamiento de Sevilla, reivindicando soluciones a las carencias y deficiencias del vecindario, con el fin de mejorar la habitabilidad y la calidad de vida.

El origen de la asociación se remonta a 1975, cuando Manuel Sánchez Peña, presidente de la Asociación Sevillana de la Caridad, al término de una reunión con los vecinos de La Bachillera, les propuso “la creación de una comisión reducida de vecinos de la barriada, comprometiéndose a mantener una reunión mensual con ellos, para que se estudien todos los problemas”. Dos años después de la creación de esta comisión, se fundó en 1977 la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza, por Julio Fajardo Reyes, Nemesio Miguel González Rodríguez y Manuel Noguera Castillo. En 1979 se inaugura la sede de la asociación, situada en la calle Naranjo nº25, que fue construida por los propios vecinos.

Según las actas de la asociación, las primeras funciones acordadas fueron las del asfaltado de las calles del barrio y las de la construcción de una red de alcantarillado, en 1979. Todas estas obras fueron ejecutadas por los vecinos, que además pagaban cuotas para sufragar los gastos de los materiales. En el mismo año, 1979, la asociación promovió la construcción de un consultorio médico. Para ello, movilizaron a los vecinos hasta conseguir más de 700 cartillas, el mínimo requerido por las autoridades sanitarias para instalar un consultorio público. Pese a ser público, el Estado sólo contribuía en el pago del alquiler del local. El vecindario también participó en la financiación de la construcción del local que se usaría como consultorio. En cada comercio del barrio se instaló una hucha para que los vecinos dieran donativos, también se hicieron rifas simbólicas cada semana, y se solicitó una aportación de 100 pesetas a cada familia del barrio. El pago del alquiler que efectuaba el Estado no era suficiente para sufragar los gastos en materiales, energía y mantenimiento del consultorio, por lo que la asociación de vecinos debía dedicar al consultorio una significativa suma de dinero.

Una de las líneas de actuación de la asociación ha sido la reclamación de la titularidad del terreno de La Bachillera. Se organizaban a partir de reuniones en la sede de la asociación. Han llevado a cabo manifestaciones en el colegio del barrio, en la sede de la Asociación Sevillana de la Caridad, en la calle y una acampada en la plaza nueva frente al edificio del Ayuntamiento de Sevilla.

Uno de sus logros más destacados fue la exitosa solicitud realizada en 2005 a la gerencia de urbanismo para el arreglo de las calles del barrio, las cuales habían sido asfaltadas por los propios vecinos de La Bachillera décadas antes.

También han organizado manifestaciones en contra de la venta y el consumo de droga en el barrio, parando el tráfico. En estas reivindicaciones se unían a otras barriadas con la misma problemática, como las zonas de El Pumarejo o Miraflores. Asimismo han colaborado junto al centro de salud de El Alamillo en diversas campañas de vacunación.

Otra de las líneas de actuación principales de la asociación ha estado dirigida a la convivencia vecinal, organizando para ello numerosas celebraciones a lo largo del año y teniendo como punto de referencia su sede. Como es el caso de la Velá de la Bachillera, celebrada anualmente el mes de septiembre desde 1979 hasta 2012. Organizan también la celebración de los Reyes Magos, para la que hasta hace unos años habían cabalgatas, designando hoy en día un cartero real.

La sede cuenta con un bar (ambigú, como lo llama el vecindario) que ha servido como punto de encuentro fundamental para los vecinos, celebrando el Día de Andalucía con concursos de disfraces y actuaciones para los niños que continúa a día de hoy mediante la realización de migas. En 1980, la Junta Directiva de la asociación aprobó la proyección de películas infantiles en el primer piso de la sede.

Otras de las actividades más recordadas son las excursiones. En 1979 se aprobó el primer campamento de jóvenes del barrio. Solían prolongarse durante 10 días, los jóvenes iban acompañados de monitores, escogidos entre los vecinos adultos, como Benigno, uno de los promotores de los campamentos, o Antonio “el Cocina”, encargado de hacer de comer para todos. En los noventa, era usual la organización de excursiones fuera del barrio, especialmente a Castilblanco. La participación vecinal en estas excursiones era multitudinaria, especialmente por parte de los jóvenes.

La asociación organizaba también la celebración de torneos de tenis de mesa para personas de movilidad reducida en su sede. Los torneos eran organizados por el Club Deportivo FAMS (Federación de Asociaciones de Minusválidos Físicos de Sevilla). Paco Hernández, vecino de la Bachillera y miembro de la junta directiva de la asociación de vecinos, fue el vínculo entre la FAMS y el barrio, al trabajar como chófer para la FAMS. Se celebraban en la sede a cambio de que dieran formación de tenis de mesa a los niños del barrio. Esta relación se materializó con la creación del Club Deportivo FAMS Estrella Bachillera, alrededor de los noventa, que duró unos siete u ocho años. Joaquín Florido, también trabajador de la FAMS, era el entrenador del club, y Paco continuó siendo el chófer. El club llegó a estar federado, participando en competiciones provinciales. Cuando el club viajaba a otros lugares a jugar, muchos vecinos los acompañaban, como sucedía con el equipo de fútbol del barrio. Las competiciones se jugaban en la sede de la asociación durante la Velá del barrio.

La Asociación continúa siendo el centro neurálgico del barrio, encargada de la organización de diversas actividades de ocio y culturales.

ES-ADMC-RA00055 · Corporate body · 1968-1989

Equipo de fútbol masculino del barrio de La Bachillera fundado por Daniel Naranjo y Francisco González. Como equipo federado, jugó durante muchas temporadas en la Segunda Andaluza B, llegando a luchar por el ascenso en la temporada 1981/1982. El equipo comenzó jugando en el campo de fútbol de la Renfe, dedicado al entretenimiento de sus trabajadores, y que los vecinos de la bachillera que trabajaban para esta empresa utilizaron para jugar hasta que fue federado, agradando a otros vecinos de la Bachillera que jugaban en equipos de otros barrios. El equipo desaparecería en 1989 debido a que el trazado de las obras de la SE-30 pasaba por el campo donde el conjunto de La Bachillera entrenaba y disputaba sus partidos como local.

La Sociedad Deportiva Estrella Bachillera actuó como agente unificador del barrio, proveyendo a los vecinos de un sentimiento de unidad e identificación con el equipo que los representaba por los campos de toda Andalucía. Además ofreció a los jóvenes del vecindario la oportunidad de practicar este deporte a nivel competitivo, iniciando de esta manera la carrera profesional de muchos de ellos. El equipo movilizó a la totalidad del barrio, los días de partido eran sinónimo de fiesta y convivencia vecinal. Cuando el equipo jugaba fuera del barrio, su afición alquilaba autocares para acompañarlos.

ES-ADMC-RA00070 · Corporate body · 1991-2020

La asociación fue puesta en marcha por Teresa, Victoria y Julia, vecinas de la Bachillera, junto con Benigno, Antonia Graus Subirana y Cristina Herranz González, quienes llegaron al barrio en 1986. Fue creada para favorecer la promoción, formación y realización integral de las mujeres, los y las jóvenes y los niños y las niñas, así como de sus familias. Este objetivo estaba enmarcado dentro de un plan de desarrollo comunitario, que potenciara la solidaridad y la convivencia entre los vecinos y vecinas, y favoreciera una vida más digna, facilitando la integración progresiva de los mismos, en el mundo laboral y social. Estos realizaron una encuesta a los vecinos para detectar sus intereses y necesidades, y en base a los resultados, pusieron en marcha los primeros talleres para niños y niñas y los cursos de educación de adultos para conseguir el graduado escolar.

Desde entonces hasta su desaparición en 2020, la asociación ha desarrollado diversas actividades para promover la educación y formación de los jóvenes y mujeres de La Bachillera, tales como campamentos de verano; periódicos del barrio; diversos talleres (taller de cuero, de restauración de muebles, de cerámica, de mimbre, etc.); creación del grupo joven, dedicado a la formación educativa en materia educativa y cohesión grupal de los jóvenes y adolescentes del barrio; talleres de alfabetización; pre-graduado y graduado escolar para mujeres; taller de bordado; viajes y excursiones; y funciones de teatro. Las excursiones eran inicialmente mixtas, pero tras diversas disputas, las mujeres votaron mayoritariamente la exclusión de los hombres en sus viajes.

Su sede se encontraba en la calle Aromo nº 5, vivienda particular, por lo que, en un primer momento, las actividades se realizaban en las calles del vecindario, algunas viviendas particulares y la sede de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza.

El funcionamiento de la Asociación Solidaridad NIJA siempre se ha caracterizado por la horizontalidad, siendo la asamblea, la escucha, el diálogo, el compromiso, la participación y el consenso, los pilares fundamentales de la gestión del proyecto.

ES-ADMC-RA00145 · Corporate body · 1979-ca.1993

Fundado por la vecina Encarnación Ridao Palma tras descubrir un grupo de majorettes en su colegio. Este grupo estaba formado por niñas del barrio que desfilaban en pasacalle abriendo la Velá de la Bachillera, y acompañadas por una banda de música. Las primeras integrantes, ensayaban sus coreografías en un callejón del barrio, reproduciendo la música con un cassette. La iniciativa fue muy bien acogida y pronto la mayoría de las niñas del barrio pasaron a formar parte del grupo. Esto las obligó a buscar nuevos espacios de ensayo, como las azoteas de sus casas, el campo de fútbol del barrio o el Colegio de Nuestra Señora de la Caridad. Fueron dos las bandas que acompañaron a las majorettes a lo largo de los años: la Banda de Cornetas y Tambores de la Santa Caridad de la Bachillera y la Banda de Juan Gutierrez.

Las niñas más pequeñas iban en primera fila abriendo el cortejo, con varas y sosteniendo unas banderas, seguidas de las Majorettes, ordenadas de menor a mayor edad. La banda de música cerraba la comitiva. Los trajes eran fabricados por las propias majorettes y sus familias. Un vecino, José Bohíguez, conocido como José “el de las macetas” o José “el de los cartones”, era el encargado de hacer los gorros. Unos años vestían de rojo y otros de azul. Además de desfilar durante la Velá del barrio, lo hacían también en las fiestas de los barrios vecinos, como San Jerónimo, Pino Montano o San Diego. El desfile de majorettes dejó de realizarse aproximadamente en 1993.

ES-ADMC-RA00291 · Corporate body · 2023-

Enredar la memoria es un proyecto participativo del que forman parte los colectivos Raíces Feministas, La Digitalizadora de la Memoria Colectiva, La Luciérnaga Comunicación e Intermedia Producciones con el objetivo de llevar a cabo un proceso de recuperación de la memoria del movimiento feminista de Sevilla desde los años 70. La iniciativa cuenta con el apoyo del ICAS (instituto de la Cultura y las Artes del Ayuntamiento de Sevilla), a través del programa “Banco de proyectos colaborativos”.

Este proyecto se empezó a gestar a partir de la recolección por parte de La Digitalizadora de la Memoria Colectiva del material de archivo en Súper 8 de Mireya Forel. Mireya es una activista, que llegó a Sevilla en los años 70 y se implicó de lleno en las luchas sociales del momento, destacando su vinculación con el movimiento feminista que renacía tras la dictadura. Siendo consciente de la importancia de preservar la memoria y hacer un traspaso vivencial de la historia, convoca a muchas de sus compañeras de lucha en un grupo, Raíces Feministas con este llamamiento:

LA MEMORIA FEMINISTA no lo olvidamos, su tejido sale de los hilos de nuestras fibras, fibras de las memorias vivenciales, parciales, zurcidas, testimoniales, reflexivas, individuales y colectivas con tonalidades infinitas al igual que nuestros sentires. Viva e interactiva tenemos que mantenerla, y que nadie tenga que inventarla ni interpretarla, y tampoco apropiarse de ella y convertirla en un tejido sin vida, insípido, personalista o/y académico por descuido y abandono nuestro. No podemos dejarla como mera anécdota de nuestras vidas como si fuéramos sujetas y no protagonistas de la Historia con nuestra Historia.”

Desde Raíces Feministas nos pidieron la colaboración de personas y colectivos sensibles a esta preocupación y dispuestas a aportar nuestros recursos audiovisuales y creativos para documentar el proceso y hacer partícipes a otras generaciones. Así fue como nos conocimos Paula -de La Luciérnaga- Mar, Julia y Violeta -colaboradoras de La Digitalizadora de la Memoria Colectiva-. Aplicamos al Banco de Proyectos Colaborativos del ICAS para poder crear espacios de debate y encuentro intergeneracional como este, abriendo la posibilidad de componer un relato comunitario.

Para ir tejiendo este relato común, las mujeres que componen Raíces Feministas se han organizado en telares temáticos que, desde distintos espacios y miradas, confluyen en diferentes momentos históricos de las luchas feministas de nuestra ciudad. Cada telar va tejiendo una parte de esta historia común desde los feminismos autónomos, los movimientos pedagógicos, la política institucional o el sindicalismo. Gracias a la inestimable colaboración de Intermedia Producciones, hemos empezado a entrevistar a algunas de estas mujeres. Hoy, compartimos con vosotras algunos de los fragmentos de estas voces que forman parte de nuestras propias raíces"