Organizada por la Asociación de Vecinos El Rancho y el Centro Social Julio Vélez, se celebra entre finales de enero y principios de febrero, y está centrada en la memoria social, la gastronomía, el flamenco y el carnaval. La fiesta tiene también un cariz reivindicativo y de protesta, pues en las diversas ediciones de la misma los participantes se han manifestado contra diversas injusticias sociales y a favor de mejoras para el pueblo.
En ella se cocinan en directo diversos platos, teniendo todos en común el protagonismo del espárrago y la tagarnina, que ejercen como ingredientes principales. Los asistentes a la fiesta pueden ver como se cocinan estas antiguas recetas, para más tarde degustarlas. La degustación de las tradicionales recetas es acompañada por la actuación de agrupaciones locales de carnaval y flamenco.
Otro de los fines de la fiesta es la dignificación del oficio de esparraguero, personas que durante los duros años de la posguerra aliviaron parte del hambre del pueblo gracias a su labor de recogida y venta de espárrago y tagarninas.
Esta fiesta fue ideada también como una forma de abrir el Centro Social Julio Vélez al resto del pueblo y a las más antiguas generaciones de este, para eliminar prejuicios y mostrar el compromiso del centro con el pueblo y sus habitantes, al erigirse como una plataforma desde la cual los moronenses podían alzar sus reivindicaciones.