Se muestra el ambiente y parte de la decoración de la caseta montada en el bloque 9 de San Diego 'Azules' y del bloque 49 (Los del Barril) de San Diego 'Marrones'/'Nuevo durante la Velá de San Diego en 1991.
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Se muestra el ambiente y la decoración interior y exterior de un bloque sin identificar de San Diego 'Marrones'/'Nuevo' durante la Velá de San Diego en 1991.
UntitledSe muestra el ambiente de la caseta del bloque 6 durante la velá de San Diego de 1991.
UntitledImágenes de la celebración de la Feria de Abril de Sevilla. El vídeo comienza en el barrio de la Bachillera, con unas niñas vestidas de flamencas bailando sevillanas, baile que imitan niños más pequeños. La cámara se introduce en un coche que los conduce al recinto ferial, cruzando por el antiguo puente de hierro conocido como el puente de Alfonso XIII. Una vez en el real, aparece la mujer de Ignacio Cruz Hernández (1953 - 2023), Loli, paseando con niños de la familia Cruz: María de los Ángeles Cruz Hernández, Juan Manuel Cruz Hernández y Víctor Manuel Cruz, siendo este último el hijo de Manuel Cruz, autor de la película. Se observan las casetas, como la de TUSSAM, la portada, y el ambiente general de la feria. Posteriormente se graban a los niños en las diferentes atracciones de feria, como “los autos locos” o el tiovivo.
UntitledDurante la XIV Velá de San Diego (1991), en los soportales del bloque 9, se celebraba la convivencia vecinal disfrutando y compartiendo comidas, bebidas, bailes y cantes.
UntitledLos vecinos del bloque 9 limpian y acondicionan el espacio de los soportales para la instalación de su caseta de la velá de San Diego de 1991.
UntitledLos vecinos preparan la Caseta de la Juventud para la velá de San Diego de 1991, tanto la infraestructura como el equipamiento y la decoración. También se realizan pruebas de sonido poniendo música.
UntitledMercedes, vecina de San Diego homenajeada durante la Velá de 1991 baila mientras las demás presentes cantan y tocan las palmas.
UntitledSe muestra el animado ambiente de la caseta del bloque 6, que ha ganado el tercer premio en el concurso de casetas de la velá de San Diego de 1996. Además, se entrevista a varios vecinos.
UntitledSe muestra el animado ambiente de la caseta del bloque 7 durante la velá de San Diego de 1996. Se ve a los vecinos bailar y cantar y, además, se le hacen entrevistas a diversas personas, como, por ejemplo, a Tana del puesto de chucherías "Tana".
UntitledSe muestra el ambiente de la caseta de la juventud en la Velá de San Diego en 1991 visto desde el interior (jóvenes sirviendo bebidas y comidas) y el exterior (mesas con reuniones, otras casetas y calesitas).
UntitledImágenes de la caseta autogestionada del Sindicato del Obreros del Campo (SOC) y el ambiente de noche de la Feria de Los Corrales, en agosto 1990.
El Sindicato de Obreros del Campo montaba una caseta de feria diferente a la caseta municipal, que durante años fue una forma de recaudar fondos, a parte de ofrecer a la gente un lugar con precios más económicos e identificado con los ideales del SOC. Esta iniciativa comenzó en 1976 y en 2003 fue el último año que se organizó. En total participaban entre 25 a 30 personas en turnos de 24 horas en los que se ofrecían de forma voluntaria para cocinar, servir como camarero o realizando tareas de limpieza.
En la caseta se vivía la feria y se adornaba con carteles del sindicato, con pancartas, lemas, etc. El adorno llevaba mensajes del propio sindicato, lo que daba a entender que era una caseta sindical. También con lemas de Diamantino como por ejemplo: “la vida no tiene sentido, si no es para servir a los demás”. Tenía bastante público y el servicio era rápido porque participaba mucha gente. Cada día se hacía una comida conjunta donde todos los participantes la disfrutaban juntos. La experiencia también servía como una especie de convivencia entre los participantes.
Durante los años que la Candidatura Unitaria de Trabajadores estuvo en el ayuntamiento (1979-1987), la caseta del SOC estuvo ubicada en la conocida como "caseta municipal" que constituía el Salón de Actos del Ayuntamiento del pueblo.
Después de veintitantos años, por distintos motivos el número de participantes se fue aminorando. Con menos voluntarios, algunos de los participantes tenía que repetir turnos lo que provocaba que dejasen de participar ya que suponía trabajar más tiempo para suplir la poca participación. Se fue reduciendo el número de voluntarios y las generaciones que se iban sucediendo no participaban en el trabajo voluntario de la caseta.
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