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ES-ADMC-RA00054 · Entidad colectiva · 1977-

La Asociación de Vecinos Estrella Andaluza fue constituida en el momento de nacimiento de numerosas asociaciones vecinales, con el fin de mejorar la convivencia en el barrio de La Bachillera. Tras años en funcionamiento, ha actuado como un órgano de participación ciudadana activa haciendo de puente entre la comunidad de vecinos y los organismos públicos de la ciudad de Sevilla, debido a la peculiar situación del barrio que estaba situado en la periferia urbana y apenas comunicado con la ciudad. Ha actuado de mediadora en conflictos vecinales surgidos en el seno del barrio, siendo la voz de los vecinos de La Bachillera ante el Ayuntamiento de Sevilla, reivindicando soluciones a las carencias y deficiencias del vecindario, con el fin de mejorar la habitabilidad y la calidad de vida.

El origen de la asociación se remonta a 1975, cuando Manuel Sánchez Peña, presidente de la Asociación Sevillana de la Caridad, al término de una reunión con los vecinos de La Bachillera, les propuso “la creación de una comisión reducida de vecinos de la barriada, comprometiéndose a mantener una reunión mensual con ellos, para que se estudien todos los problemas”. Dos años después de la creación de esta comisión, se fundó en 1977 la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza, por Julio Fajardo Reyes, Nemesio Miguel González Rodríguez y Manuel Noguera Castillo. En 1979 se inaugura la sede de la asociación, situada en la calle Naranjo nº25, que fue construida por los propios vecinos.

Según las actas de la asociación, las primeras funciones acordadas fueron las del asfaltado de las calles del barrio y las de la construcción de una red de alcantarillado, en 1979. Todas estas obras fueron ejecutadas por los vecinos, que además pagaban cuotas para sufragar los gastos de los materiales. En el mismo año, 1979, la asociación promovió la construcción de un consultorio médico. Para ello, movilizaron a los vecinos hasta conseguir más de 700 cartillas, el mínimo requerido por las autoridades sanitarias para instalar un consultorio público. Pese a ser público, el Estado sólo contribuía en el pago del alquiler del local. El vecindario también participó en la financiación de la construcción del local que se usaría como consultorio. En cada comercio del barrio se instaló una hucha para que los vecinos dieran donativos, también se hicieron rifas simbólicas cada semana, y se solicitó una aportación de 100 pesetas a cada familia del barrio. El pago del alquiler que efectuaba el Estado no era suficiente para sufragar los gastos en materiales, energía y mantenimiento del consultorio, por lo que la asociación de vecinos debía dedicar al consultorio una significativa suma de dinero.

Una de las líneas de actuación de la asociación ha sido la reclamación de la titularidad del terreno de La Bachillera. Se organizaban a partir de reuniones en la sede de la asociación. Han llevado a cabo manifestaciones en el colegio del barrio, en la sede de la Asociación Sevillana de la Caridad, en la calle y una acampada en la plaza nueva frente al edificio del Ayuntamiento de Sevilla.

Uno de sus logros más destacados fue la exitosa solicitud realizada en 2005 a la gerencia de urbanismo para el arreglo de las calles del barrio, las cuales habían sido asfaltadas por los propios vecinos de La Bachillera décadas antes.

También han organizado manifestaciones en contra de la venta y el consumo de droga en el barrio, parando el tráfico. En estas reivindicaciones se unían a otras barriadas con la misma problemática, como las zonas de El Pumarejo o Miraflores. Asimismo han colaborado junto al centro de salud de El Alamillo en diversas campañas de vacunación.

Otra de las líneas de actuación principales de la asociación ha estado dirigida a la convivencia vecinal, organizando para ello numerosas celebraciones a lo largo del año y teniendo como punto de referencia su sede. Como es el caso de la Velá de la Bachillera, celebrada anualmente el mes de septiembre desde 1979 hasta 2012. Organizan también la celebración de los Reyes Magos, para la que hasta hace unos años habían cabalgatas, designando hoy en día un cartero real.

La sede cuenta con un bar (ambigú, como lo llama el vecindario) que ha servido como punto de encuentro fundamental para los vecinos, celebrando el Día de Andalucía con concursos de disfraces y actuaciones para los niños que continúa a día de hoy mediante la realización de migas. En 1980, la Junta Directiva de la asociación aprobó la proyección de películas infantiles en el primer piso de la sede.

Otras de las actividades más recordadas son las excursiones. En 1979 se aprobó el primer campamento de jóvenes del barrio. Solían prolongarse durante 10 días, los jóvenes iban acompañados de monitores, escogidos entre los vecinos adultos, como Benigno, uno de los promotores de los campamentos, o Antonio “el Cocina”, encargado de hacer de comer para todos. En los noventa, era usual la organización de excursiones fuera del barrio, especialmente a Castilblanco. La participación vecinal en estas excursiones era multitudinaria, especialmente por parte de los jóvenes.

La asociación organizaba también la celebración de torneos de tenis de mesa para personas de movilidad reducida en su sede. Los torneos eran organizados por el Club Deportivo FAMS (Federación de Asociaciones de Minusválidos Físicos de Sevilla). Paco Hernández, vecino de la Bachillera y miembro de la junta directiva de la asociación de vecinos, fue el vínculo entre la FAMS y el barrio, al trabajar como chófer para la FAMS. Se celebraban en la sede a cambio de que dieran formación de tenis de mesa a los niños del barrio. Esta relación se materializó con la creación del Club Deportivo FAMS Estrella Bachillera, alrededor de los noventa, que duró unos siete u ocho años. Joaquín Florido, también trabajador de la FAMS, era el entrenador del club, y Paco continuó siendo el chófer. El club llegó a estar federado, participando en competiciones provinciales. Cuando el club viajaba a otros lugares a jugar, muchos vecinos los acompañaban, como sucedía con el equipo de fútbol del barrio. Las competiciones se jugaban en la sede de la asociación durante la Velá del barrio.

La Asociación continúa siendo el centro neurálgico del barrio, encargada de la organización de diversas actividades de ocio y culturales.

ES-ADMC-RA00149 · Entidad colectiva · 1992-2004

El 27-03-1992 se funda la Asociación sevillana de Caridad, por algunos de los antiguos miembros de la fundación anterior disuelta en 1989. Esta nueva asociación suplantó la original y se hizo cargo de la gestión de sus bienes. Sin embargo, en sus actas fundacionales no se declara ni continuadora ni heredera de la primitiva, además de constar en sus estatutos que carece de patrimonio fundacional. No sólo usurpa los bienes de la antigua asociación, sino también su antigua sede, que desde 2019 está dedicada a un restaurante y una escuela de hostelería.

Queda registrada en el registro provincial de asociaciones de Sevilla en 06-05-1992, con el número 4008 de la Sección Primera. Su junta gestora fundacional estaba compuesta por Luis J. Arévalo Rojo, José María Borrachero Flores y Gonzalo Puch García de Longoria. Los medios económicos para atender a sus fines, quedan recogidos en sus estatutos, siendo éstas: las cuotas de los socios, subvenciones oficiales, rentas de la Barriada de la Bachillera, donativos y otros. Sus estatutos también recogen que en caso de disolución de la asociación, el patrimonio resultante tras pagar deudas y cargas sociales, se destinará a fines asistenciales y otras asociaciones.

En 2004 comienza a descubrirse la actividad ilícita de esta nueva Asociación, por la cual los vecinos que habían arrendado terrenos de la Bachillera a la Asociación Sevillana de la Caridad originaria, seguían pagando sus alquileres a la asociación suplantadora. Los vecinos organizaron manifestaciones en la sede de la asociación exigiendo el cese de los pagos de los alquileres. Finalmente, esta asociación fue disuelta.

ES-ADMC-RA00148 · Entidad colectiva · 1900-1989

La Asociación Sevillana de la Caridad surge con el objetivo de acabar con la pobreza extrema en la ciudad de Sevilla y fue proyectada por Carlos Cañal y Migolla, a petición del Ayuntamiento de Sevilla y del Arzobispado de Sevilla. La fórmula propuesta por Cañal consistió en la creación de una asociación formada por el ayuntamiento, el arzobispado y socios privados. Se crea el 4 de marzo 1900 al amparo de la Ley de Asociaciones del 30-06-1887, con la previa aprobación del reglamento en 1990-02-09 por el Cabildo municipal. Su primera actuación data de abril de 1900, realizando un socorro en la zona del Pumarejo. El 11 de marzo de 1909 se inscribe en el Ministerio de la Gobernación como Institución de Beneficencia Particular, tras clasificarse de esta forma en el registro oficial del 24 de abril de 1909.

El Ayuntamiento cedió el pabellón exento de la exposición de 1929 de Aníbal González, situado entre la calle Reyes Católicos y Arjona, enfrente del puente de Triana, para la sede de la entidad benéfica.

En 1945 la Asociación Sevillana de la Caridad recibe la mayor donación hecha a la asociación, los terrenos conocidos como “La Huerta de la Bachillera”. Esta donación es fruto de la voluntad del torero Manuel García Muriel, que en su testamento había dispuesto que “sus bienes se distribuirán entre los pobres, para lo cual será entregado a la Asociación Sevillana de la Caridad”. Al fallecer el torero en 1917, estos terrenos pasan al usufructo de su hermano Francisco García Muriel, que falleció en 1945. La asociación arrendó los terrenos en parcelas, algunas hasta de 1200 metros cuadrados, a los emigrantes rurales que marchaban hacia la ciudad en busca de nuevas oportunidades.

El 28-12-1964 se aprueba la Ley de Asociaciones, por la cual las asociaciones tienen que adaptar sus estatutos a la nueva ley en caso necesario, así como remitir copia del acta fundacional al Gobierno Civil e inscribirse en el registro de Asociaciones. Esta asociación no hizo nada de ello, debido a que no estaba dentro del ámbito de aplicación de la Ley en virtud de su artículo 2. A mediados de 1975 la A.S.C. decide acabar con el régimen de tenencia descrito, cediendo el terreno a los vecinos por un precio simbólico, pero tal decisión no llega nunca a ejecutarse. Poco después comienza su declive con una situación legal irregular que obliga al Ayuntamiento a adoptar medidas de tutela e inspección mediante un acuerdo en pleno de 22 de febrero de 1989. Tras un informe municipal, se considera que la asociación debe considerarse disuelta en pleno derecho.

Son numerosos los artículos dedicados a la Asociación en publicaciones de prensa ya sea a modo de publirreportaje o criticando el poco reconocimiento local o de fondos que la sociedad sevillana le otorga. Entre los artículos publicados en ABC en la década de los sesenta se identifica un patrón común dominado por la exaltación de la caridad de la asociación en contraposición con el desagradecimiento de los beneficiarios de sus ayudas, como se puede deducir del artículo titulado “Las dos orillas” firmado por Garci-Pérez y publicado en el número 17. 754 de ABC (24 de julio de 1960): “Los beneficiarios ignoran que no llegan a tres mil las personas que se interesan por ellos. Sí alguno leyera estas líneas ¡qué desencanto!”.

ES-ADMC-RA00070 · Entidad colectiva · 1991-2020

La asociación fue puesta en marcha por Teresa, Victoria y Julia, vecinas de la Bachillera, junto con Benigno, Antonia Graus Subirana y Cristina Herranz González, quienes llegaron al barrio en 1986. Fue creada para favorecer la promoción, formación y realización integral de las mujeres, los y las jóvenes y los niños y las niñas, así como de sus familias. Este objetivo estaba enmarcado dentro de un plan de desarrollo comunitario, que potenciara la solidaridad y la convivencia entre los vecinos y vecinas, y favoreciera una vida más digna, facilitando la integración progresiva de los mismos, en el mundo laboral y social. Estos realizaron una encuesta a los vecinos para detectar sus intereses y necesidades, y en base a los resultados, pusieron en marcha los primeros talleres para niños y niñas y los cursos de educación de adultos para conseguir el graduado escolar.

Desde entonces hasta su desaparición en 2020, la asociación ha desarrollado diversas actividades para promover la educación y formación de los jóvenes y mujeres de La Bachillera, tales como campamentos de verano; periódicos del barrio; diversos talleres (taller de cuero, de restauración de muebles, de cerámica, de mimbre, etc.); creación del grupo joven, dedicado a la formación educativa en materia educativa y cohesión grupal de los jóvenes y adolescentes del barrio; talleres de alfabetización; pre-graduado y graduado escolar para mujeres; taller de bordado; viajes y excursiones; y funciones de teatro. Las excursiones eran inicialmente mixtas, pero tras diversas disputas, las mujeres votaron mayoritariamente la exclusión de los hombres en sus viajes.

Su sede se encontraba en la calle Aromo nº 5, vivienda particular, por lo que, en un primer momento, las actividades se realizaban en las calles del vecindario, algunas viviendas particulares y la sede de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza.

El funcionamiento de la Asociación Solidaridad NIJA siempre se ha caracterizado por la horizontalidad, siendo la asamblea, la escucha, el diálogo, el compromiso, la participación y el consenso, los pilares fundamentales de la gestión del proyecto.

ES-ADMC-RA00154 · Entidad colectiva · ca.1982-ca.1995

Fundada y dirigida por el vecino Juan Gutiérrez, que tocaba el tambor en la Centuria Romana Macarena. Esta banda estuvo formada por los niños vecinos de La Bachillera principalmente, y por algunos niños de barrios próximos, como San Jerónimo o Pino Montano. Los primeros contratos de la banda los llevaron a las celebraciones de los Reyes Magos de pueblos sevillanos, como Villaverde del Río o Cantillana. Sobre 1987 la banda comenzó a tocar en las Cruces de Mayo de la Bachillera y en la procesión de la Virgen de Nuestra Señora de la Caridad. Tocaban también en el desfile del grupo de Majorettes durante la Velá.

Los fundadores de la Hermandad de Nuestra Señora de la Caridad compraron los instrumentos de la banda en Casa Tejeras, donde Francisco Pérez tenía contactos al ser un capataz de cierto reconocimiento en Sevilla, siendo ellos mismos quienes avalaron los instrumentos, que pagaron a plazos cada componente de la banda. Los uniformes consistían en unas camisas celestes con hombreras y corbatas hechas por Ana López y pantalones oscuros.

Por influencia de Juan Gutiérrez, la banda tocó durante varios años, entre mediados de los ochenta y principios de los noventa, tras la cruz de guía de la Hermandad de La Macarena durante su estación de penitencia en la Madrugada. Acompañaron a la hermandad desde la basílica hasta la Catedral de Sevilla. Esta fue la primera vez que La Macarena llevó una banda de música en la cruz de guía. Para tocar con la Macarena se fabricaron unos uniformes idénticos a los de la Centuria Romana Macarena.

ES-ADMC-RA00155 · Persona

En la Bachillera hubo dos bandas de música que actuaron en sus festividades y que contaban con vecinos del barrio como miembros. Una fue la Banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora de la Caridad de la Bachillera, fundada por Juan Gutiérrez, y la otra fue la Banda del Cartones, llamada así por el apodo de su fundador, José Bohíguez.

La banda del “Cartones” fue organizada y dirigida por José Bohíguez, un vecino que solía colaborar en las celebraciones del barrio, por ejemplo fabricando los gorros del grupo de majorettes. Era apodado “el Cartones”, debido a que se ganaba la vida vendiendo los cartones y la chatarra que recogía por la calle, habiendo quedado viudo prematuramente con tres hijos pequeños.

ES-ADMC-RA00133 · Entidad colectiva · 1966-04-19 -

El Bar Taxista fue abierto al público el 19 de abril de 1966, en el barrio de La Bachillera. Es desde sus comienzos uno de los puntos neurálgicos de la vida social en el barrio, situado en el la calle Camino de Alméz nº61. Sus fundadores fueron el matrimonio formado por Juan Ridao y Encarnación Palma, también conocida como Encarni. El nombre del bar hace referencia a la profesión de Juan Ridao. Financiaron el proyecto de construcción y abastecimiento del bar gracias a préstamos bancarios. A los dos años de la apertura, Juan muere con 31 años, quedando Encarna a sus 29 años a cargo del bar y del cumplimiento de las deudas. La ayuda de los vecinos fue fundamental para Encarna durante esos años, además de su propio esfuerzo, trabajando algunos días hasta 20 horas. En la actualidad se mantiene activo, con la misma familia a la cabeza, e idéntica apariencia estética que en sus primeros años. Parte de su éxito se debe a la conexión emocional, casi familiar, de los vecinos con el local y sus dueños.

ES-ADMC-RA00160 · Persona · 1951-

Vecino de la bachillera y videoaficionado. Grabó algunas procesiones de la Virgen de Nuestra Señora de la Caridad y de las cruces de mayo de la Bachillera. Siempre le gustó el cine y la grabación de vídeos, soliendo parar en todos los escaparates donde se exponían proyectores de cine. Cuando las cámaras comenzaron a ser más asequibles para los aficionados, se compró una. Su amor por el cine lo llevó a organizar sesiones de cine en su casa. Alquilaba las películas en “ClareFilm”, un videoclub situada en la calle Doña Guiomar de Sevilla, y las reproducía en su casa, cobrando un precio simbólico a los vecinos que acudían. Nunca llegó a formar parte de la asociación de vecinos porque se fue del barrio en 1976, tras casarse.

ES-ADMC-RA00147 · Entidad colectiva · 2001-2002

El barrio de la Bachillera siempre se ha visto limitado en su desarrollo urbanístico debido a las circunstancias urbanas que rodean al barrio, como la proximidad a las vías del tren, sumado a la irregularidad jurídica. En 1992, con ocasión de la Expo 92, se desmantela la vía férrea del trayecto Sevilla-Madrid, liberando al barrio de la barrera que le separaba del Río Guadalquivir.

En el año 2001, en el marco del nuevo plan de reordenación urbana del barrio realizado por el Ayuntamiento de Sevilla, los vecinos de la Bachillera crearon una Comisión de Barrio que unió a la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza, a la Asociación Socio-cultural de Solidaridad N.I.J.A. y a voluntarios. El hecho que terminó de impulsar el proyecto fue el accidente de un joven vecino de la Bachillera, que se cayó un par de veces de su silla de ruedas debido a los desperfectos de las calles. El padre del joven accidentado promovió la colaboración de asociaciones y distritos para pedir una subvención a la Comunidad Económica Europea para mejorar las infraestructuras de la Bachillera. Juntas, las asociaciones emprendieron un camino de lucha por el barrio para su reconstrucción y mejora, jugando la “Asociación Arquitectura y Compromiso Social” un papel muy relevante.

El objetivo era estudiar, debatir, decidir, proponer y obtener un marco de desarrollo urbanístico y de vivienda que mejorara de manera significativa sus condiciones habitacionales. Tras el encargo de algunos estudios técnicos elaborados por estudiantes de arquitectura y otros profesionales, se celebraron en abril de 2002 unas Jornadas de reflexión sobre el futuro de la bachillera en el que se aprobó por inmensa mayoría un plan de intervención para la rehabilitación del barrio y el mantenimiento de sus residentes. Posteriormente se publicó el estudio fruto de este trabajo, titulado "Diagnóstico del barrio de la Bachillera". Esta propuesta fue transmitida y negociada con la Oficina del Plan de Sevilla.

La comisión de barrio de La Bachillera estuvo compuesta por: Javier Jiménez Rodríguez (Presidente de la AAVV Estrella Andaluza), Pedro Ortega (Junta directiva de la AAVV Estrella Andaluza), Cristina Herranz González (Representante de la asociación NIJA), Carmen Rivero Rebollo (Coordinadora), Carmen Villegas López, Antonio González Campos, Antonia Domínguez Escudero, Isabel González de la Huz, Ángeles Fulgueira Sánchez, Antonio García Gutiérrez, Manuel Carvajal Benigno, Guede Simón Lucía de Olmedo Ver.

ES-ADMC-RA00161 · Entidad colectiva · ca.1986 - ca.1995

Coro rociero formado por vecinos del barrio de La Bachillera. Actuaban en la Velá del barrio y en certámenes organizados por peñas de otros barrios. El director del coro y maestro era Antoñito, conocido como “el Lotero”, un vecino del barrio. Posterior a la constitución de la Hermandad, se pasó a denominar por los vecinos como el coro de la hermandad, ya que le cantaba a la Virgen y los beneficios de los conciertos que hacían iban destinados a esta. También ensayaban en la Iglesia, que era la sede de la Hermandad. Siempre que iban a otros barrios a cantar, las familias de las componentes solían acompañarlas. El coro, como la hermandad, fue disuelto tras el desmantelamiento de la Iglesia y Colegio.

Cruz Hernádez, Ignacio (1961-)
ES-ADMC-RA00137 · Persona · 1961-08-15 -

Ignacio Cruz pertenece a una de las primeras familias del barrio de La Bachillera, la familia Cruz. Siempre ha estado vinculado a la vida social del vecindario, siendo en la actualidad y desde 2018 el Presidente de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza. Es también vocal del Distrito Norte de Sevilla.

Cruz Hernández, familia
ES-ADMC-RA00144 · Familia

Fue una de las primeras familias que llegó a La Bachillera en 1949.

La familia Cruz, proviene de Alamedilla (Granada, España). Comienza con Ignacio Cruz Mendoza, que era un ganadero cuyo oficio heredaron sus hijos, Elena Cruz Bello, Ignacio Cruz Bello y Juan Manuel Cruz Bello. Antes de llegar a La Bachillera estuvieron viviendo unos años en el Cortijo de Tercia, en el barrio de San Jerónimo (Sevilla, España), donde se arrendaban tierras a quienes quisieran cultivar. Es en este cortijo, donde los dos hermanos, Ignacio Cruz Bello y Juan Manuel Cruz Bello, conocen a las hermanas Eufemia y Profeta Hernández nacidas en Garafía (Santa Cruz de Tenerife, Canarias), con las que se casaron.

Cuando la familia Cruz dejó de arrendar las tierras en el Cortijo de Tercia, decidieron tomar otro camino, que les llevó a La Bachillera. Ignacio Cruz Mendoza alquiló en este espacio 1000 metros cuadrados para desarrollar actividad ganadera. Al principio solo tenían cabras, con las que llegaron a La Bachillera, hasta que comenzaron a tratar con vacas, y montaron la vaquería de los Cruz en el barrio. En esta vaquería también trabajaron las hermanas Hernández.

Cruz Hernández, Ignacio (1953-2023)
ES-ADMC-RA00132 · Persona · 1952-2023

Hijo de uno de los primeros matrimonios que llegó a La Bachillera: Juan Manuel Cruz y Profeta Hernández. Es a su vez, hermano de Manuel Cruz Hernández, autor de muchos vídeos de la Bachillera y primo de Roberto Cruz Hernández (1962-) e Ignacio Cruz Hernández (1961-).

ES-ADMC-RA00138 · Persona · 1962-

Vecino del barrio de la Bachillera durante toda su infancia y juventud. Perteneciente a la familia Cruz, colaboraba con su familia en el negocio de la vaquería. Le gustaba grabar vídeos, aunque no de forma tan profesional como su primo Manuel Cruz.

ES-ADMC-RA00136 · Persona · 1952 - ca.1992

Hijo de uno de los primeros matrimonios que llegó a La Bachillera: Juan Manuel Cruz Bello y Profeta Hernández. Es a su vez, hermano de Ignacio Cruz Hernández. Fue vecino del barrio de la Bachillera durante su infancia y juventud, trasladándose posteriormente a Barcelona.

Es el autor de las películas en Super 8 que se conservan sobre la Bachillera, debido a que era un gran videoaficionado. Solía grabar los partidos de fútbol del equipo, Sociedad Deportiva Estrella Bachillera, además de escenas cotidianas alrededor del barrio o celebraciones de los vecinos. Su familia lo define como un hombre multiusos, que además de ser conductor de autobuses tanto en Sevilla como Barcelona, y aficionado a la grabación de vídeos, ejerció de mecánico, ganadero y sastre.

Cruz Mendoza, Ignacio (1886-1985)
ES-ADMC-RA00162 · Persona · 1886-1985

Nacido en un pueblo de Jaén, sus circunstancias personales, sumado al contexto bélico que asolaba España en sus años de juventud, le obligaron a emigrar hacia diferentes lugares de Andalucía. Su hermano y él decidieron partir hacia el Cortijo de Tercia, en San Jerónimo, donde se arrendaban parcelas para vivir y cultivar. Allí permanecieron hasta que el dueño de los terrenos, Pablo Benjumea, dejó de arrendar las tierras, fue entonces cuando Ignacio se trasladó a la Bachillera y arrendó 1000 metros cuadrados, construyendo un hogar y un establo para mantener a su familia.

Espana Castell, Isabel (1976-)
ES-ADMC-RA00156 · Persona · 1976-12-03 -

Vecina del barrio de la Bachillera y antigua socia de la Asociación Sociocultural N.I.J.A, a partir de la cual obtuvo su graduado escolar. Dentro de la asociación ejerció de monitora de excursiones y de tiempo libre en diversos talleres, como los de cuero, cerámica, bordado, cocina y prensa. También ha desempeñado el puesto de tesorera en la Junta Directiva.

ES-ADMC-RA00150 · Entidad colectiva · 2005-

En 2005, se estableció la Fundación “Asociación Sevillana de la Caridad”, heredera de la asociación primigenia de 1900. Su primer presidente fue Alfredo Sánchez Monteseirín, alcalde de Sevilla en ese momento. Se aprobaron sus estatutos y la elección del nuevo patronato el 6 de julio de 2006. La fundación sigue vigente a día de hoy, estando su sede en la calle Reyes Católicos nº22, junto a la antigua sede del pabellón de Aníbal González.

González Campos, José Antonio (1952-)
ES-ADMC-RA00139 · Persona · 1952-

Llegó a La Bachillera con seis años. Fue presidente de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza. Ejerció el cargo por primera vez desde 1990 hasta 1998, volviendo en 2002 hasta 2018. Bajo su mandato como presidente se consiguieron adelantos para el barrio como: el primer asfaltado de las calles del barrio en 2005 y la organización de la reivindicación vecinal sobre los alquileres de los terrenos tras el descubrimiento de la actividad ilícita de la Asociación Sevillana de la Caridad en 2004. Es el padre de una de las actuales componentes de la junta directiva de la asociación de vecinos, Eva González Martín de Soto.

González Martín de Soto, Eva (1972-)
ES-ADMC-RA00140 · Persona · 1972-

Hija de José Antonio González Campos, al igual que su padre, siempre ha estado muy ligada a la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza del barrio de la Bachillera. Durante varios años trabajó en el bar de la sede. Desde el año 2018 pertenece a la junta directiva de la asociación.

Graus Subirana, Antonia (1935-)
ES-ADMC-RA00170 · Persona · 1935-12-29 -

Nacida en Toná (Barcelona, España) en una familia de 9 hermanos, dedicada a la agricultura. Antonia se marchó a Barcelona siendo muy joven para formarse como Ayudante técnico sanitario (ATS). Estudiando conoció a Cristina Herránz González, una joven procedente de Jaén, y decidió marcharse con ella hacia la huerta de la Bachillera (Sevilla, España) en busca de trabajo, en 1986. Aunque Antonia era ATS, decidió trabajar como pinche de cocina del hospital Virgen Macarena de Sevilla, inspirada por la frase que una señora de etnia gitana le dedicó en un autobús: “sólo la gente grande tiene trabajos buenos, mientras los pobres no”.

Cuando Cristina y Antonia llegaron a La Bachillera decidieron colaborar con la gente del barrio para contribuir en su crecimiento, y se unieron a Benigno, biólogo, a su esposa, médica, y a otras vecinas con ganas de colaborar. Las hijas de algunas de ellas eran maestras con inquietudes sociales, decidiendo así repartir una encuesta por el barrio para que el vecindario expresara sus necesidades, resultando que los temas de mayor preocupación eran la vigilancia del barrio, el graduado escolar y la costura o corte-confección. Tras la valoración de las propuestas, pusieron en marcha la “Escuela de adultos”, con alfabetización, pre-graduado y graduado escolar, además de un taller de bordado para niños y adultas. Las madres que sabían bordar enseñaban a las niñas las técnicas, y más adelante, para incluir a niños, se llevó a cabo un taller de cocina, del que se encargó un compañero de trabajo de Antonia. En dicho taller, niños y niñas preparaban platos y se los llevaban a sus casas para cenar. También se realizaron otros talleres de cerámica, mimbre, medioambiente, manualidades, campamentos de verano, juegos para niños y salidas culturales para mujeres.

Las subvenciones al principio se gestionaban a través de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza, pero se dieron cuenta que debían formar una asociación para gestionar todas las actividades culturales. Así, la Asociación Solidaridad NIJA fue constituida en 1992. Los primeros talleres se hacían en la sede de la Asociación de Vecinos, hasta que pasaron al Colegio Pedro Garfia. Tras el derrumbe de un aula, el colegio cerró y permitieron a NIJA usar las aulas para realizar los talleres, encargándose la misma asociación del mantenimiento del mismo.

Antonia y Cristina confiesan haber tenido mucha suerte con las personas que les han prestado su ayuda. Por ejemplo, una comunidad cristiana del barrio sevillano de los Remedios decidió colaborar en el barrio, enviando a dos maestras, una bióloga y dos arquitectas para que se encargaran de la educación de adultos. Consiguieron preparar y titular a los estudiantes de graduado del barrio. A las actividades acudía población de la Bachillera y de los barrios colindantes, como San Jerónimo. Después de varios años de alfabetización de adultos, y tras la extensión de este tipo de proyectos a todos los barrios, decidieron finalizar con la educación de adultos y centrar sus fuerzas y recursos en la atención a niños y niñas. Niños y jóvenes fueron creciendo, y tras talleres de formación y de conocimiento compartido, materializado en iniciativas como la creación del periódico de la Bachillera, algunos jóvenes realizaron cursos de formación de Animación Sociocultural, que les permitió a muchos de ellos viajar al extranjero, bajo la organización del Distrito Norte, al que pertenece la Bachillera. Se constituyó un grupo de monitores muy cohesionado donde la amistad construida perdura hasta hoy, ya que las experiencias que compartieron como monitores en talleres y campamentos, salidas culturales y juegos, les hizo desarrollar un gran sentimiento de unidad y compromiso con los niños y niñas de su barrio, ofreciéndoles modelos sanos, cercanos a sus realidades, ya que sus educadores eran sus vecinos.

ES-ADMC-RA00145 · Entidad colectiva · 1979-ca.1993

Fundado por la vecina Encarnación Ridao Palma tras descubrir un grupo de majorettes en su colegio. Este grupo estaba formado por niñas del barrio que desfilaban en pasacalle abriendo la Velá de la Bachillera, y acompañadas por una banda de música. Las primeras integrantes, ensayaban sus coreografías en un callejón del barrio, reproduciendo la música con un cassette. La iniciativa fue muy bien acogida y pronto la mayoría de las niñas del barrio pasaron a formar parte del grupo. Esto las obligó a buscar nuevos espacios de ensayo, como las azoteas de sus casas, el campo de fútbol del barrio o el Colegio de Nuestra Señora de la Caridad. Fueron dos las bandas que acompañaron a las majorettes a lo largo de los años: la Banda de Cornetas y Tambores de la Santa Caridad de la Bachillera y la Banda de Juan Gutierrez.

Las niñas más pequeñas iban en primera fila abriendo el cortejo, con varas y sosteniendo unas banderas, seguidas de las Majorettes, ordenadas de menor a mayor edad. La banda de música cerraba la comitiva. Los trajes eran fabricados por las propias majorettes y sus familias. Un vecino, José Bohíguez, conocido como José “el de las macetas” o José “el de los cartones”, era el encargado de hacer los gorros. Unos años vestían de rojo y otros de azul. Además de desfilar durante la Velá del barrio, lo hacían también en las fiestas de los barrios vecinos, como San Jerónimo, Pino Montano o San Diego. El desfile de majorettes dejó de realizarse aproximadamente en 1993.

ES-ADMC-RA00151 · Entidad colectiva · ca.1988-ca.1995

La creación de la hermandad fue impulsada por los vecinos del barrio Francisco Pérez, y Antonio Pérez, alrededor de 1988. Francisco y Antonio eran hermanos procedentes de una familia de profunda tradición cofrade, siendo ambos capataces de la Hermandad de San Benito del barrio de Nervión (Sevilla, España). Desde 1985 los hermanos organizaron las procesiones de las Cruces de Mayo, previa a la constitución de la Hermandad.

Gran parte de los vecinos del barrio se hicieron hermanos de la hermandad, la cual se financiaba a través de una cuota de 50 pesetas mensuales. Fue Joaquín Vega, “el Fotógrafo”, era quien se dedicaba a cobrar las cuotas a domicilio. No existió nunca una junta de gobierno formal, pero los vecinos que estaban siempre más implicados eran los hermanos Pérez, Joaquín Vega, Ángel Correa Romero y Juan Gutierrez. Este último fue quién formó la la banda de música que tocaría para las cruces de mayo y la virgen, la Banda de Nuestra Señora de la Caridad. Alrededor de los ochenta, se fundó también el coro oficial de la hermandad, el Coro de Nuestra Señora de la Caridad.

Alrededor de 1987, antes de la constitución de la hermandad, los hermanos Pérez encargaron la realización de la imagen de veneración de la hermandad, Nuestra Señora de la Caridad, al escultor Juan Antonio Arenillas Torrejón, quien realizó la estatua funeraria de Enrique “el Cojo” en el cementerio de San Fernando de Sevilla. Antes de su traslado a la Iglesia, estuvo varios meses ubicada en la ventana de la casa de Antonio Pérez, donde fue bendecida por Don Ramón, sacerdote de la Hermandad de la Sagrada Cena de Sevilla. La virgen salía en procesión el sábado de la Velá del barrio, siendo su primera salida alrededor de 1988. La procesión llegaba hasta la “Venta de los gatos”, donde vivía una antigua vecina del barrio llamada María del Águila, que aportaba importantes donativos económicos para la hermandad. Al igual que en las cruces de mayo, los costaleros eran niños de unos 10 o 12 años, procedentes no solo de la Bachillera, sino también de otras zonas del Polígono Norte, del Torrejón, etc.

Durante la Semana de la Velá, Francisco y Antonio Pérez y sus esposas, Ana López y María Díaz, organizaban una tómbola con el fin de financiar la salida de la Virgen. Rifaban los productos que les regalaban los proveedores del taller de aluminio de Francisco y Ana, para así conseguir beneficios para la hermandad. Toda la ropa de la virgen la confeccionó Ana López, que era quien la vestía, junto a María Díaz Núñez. Matilde Gutierrez Gutierrez, hermana de Juan Gutierrez, director de la banda que tocaba para la virgen, era la encargada de poner las flores en el paso. Muchos aficionados a la Semana Santa de la ciudad se acercaban a La Bachillera para ver cómo entraba y salía el paso de la Virgen, porque las puertas de la iglesia eran tan pequeñas que los costaleros tenían que cruzar a gatas. También le cantaban saetas en el balcón del bar Taxista.

La hermandad, el coro rociero, la banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora de la Caridad, así como las procesiones de la virgen durante la Velá, y la celebración de las cruces de mayo, permanecieron activos hasta el desmantelamiento de la iglesia a mediados de los noventa. Se desconocen los motivos y la integridad de los hechos, pero según los promotores de la hermandad, la virgen y todo el patrimonio material de la hermandad fue “desalojado” de la iglesia sin previo aviso. La virgen pasó a permanecer en el domicilio particular de Francisco Pérez y Ana López, donde continúa actualmente.

de la Virgen. Rifaban los productos que les regalaban los proveedores del taller de aluminio de Francisco y Ana, para así conseguir beneficios para la hermandad. Toda la ropa de la virgen la confeccionó Ana López, que era quien la vestía, junto a María Díaz Núñez. Matilde Gutierrez Gutierrez, hermana de Juan Gutierrez, director de la banda que tocaba para la virgen, era la encargada de poner las flores en el paso. Muchos aficionados a la Semana Santa de la ciudad se acercaban a La Bachillera para ver cómo entraba y salía el paso de la Virgen, porque las puertas de la iglesia eran tan pequeñas que los costaleros tenían que cruzar a gatas. También le cantaban saetas en el balcón del bar Taxista.

La hermandad, el coro rociero, la banda de música, así como las procesiones de la virgen durante la Velá, y la celebración de las cruces de mayo, permanecieron activos hasta el desmantelamiento de la iglesia a mediados de los noventa. Se desconocen los motivos y la integridad de los hechos, pero según los promotores de la hermandad, la virgen y todo el patrimonio material de la hermandad fue “desalojado” de la iglesia sin previo aviso. La virgen pasó a permanecer en el domicilio particular de Francisco Pérez y Ana López, donde continúa actualmente.

Hernández Pérez, Eufemia (1930-2019)
ES-ADMC-RA00167 · Persona · 1930-09-16 - 2019-02-09

Nacida en Garafía (Santa Cruz de Tenerife, Canarias), conjunto a su hermana Profeta, se trasladaron al Cortijo de Tercia (San Jerónimo, Sevilla), donde conocieron a los hermanos Ignacio Cruz Bello y Juan Manuel Cruz Bello, con los que se casaron y trasladaron al barrio de La Bachillera (Sevilla, España).

Hernandez Perez, Profeta (1927-2015)
ES-ADMC-RA00168 · Persona · 1927-07-13 - 2015

Nacida en Garafía (Santa Cruz de Tenerife, Canarias), conjunto a su hermana Eufemia se trasladaron al Cortijo de Tercia (San Jerónimo, Sevilla), donde conocieron a los hermanos Ignacio Cruz Bello y Juan Manuel Cruz Bello, con los que se casaron y trasladaron al barrio de La Bachillera (Sevilla, España).

Herranz González, Cristina (1929-)
Persona · 1929-12-17

Nació en Vilches (Jaén, España) en una familia de tres hermanos. Se trasladaron a Guadalajara con el comienzo de la Guerra Civil Española. Al volver a su pueblo tras la guerra y encontrarlo todo destruido se marcharon a Linares, Almería. Sus tres hermanos se casaron en Madrid, mientras Cristina se fue a Barcelona, donde estudió Bachiller y continuó formándose como Ayudante Técnico Sanitario (ATS). Fue entonces cuando conoció a Antonia Graus Subirana. Con el tiempo, sus padres enfermaron y se fueron a Madrid, donde también acudió ella para cuidarles. Allí trabajó en un ambulatorio como ATS. Cuando murieron sus padres decidió volver a Andalucía, contactó con Antonia y ambas viajaron hasta la Bachillera en 1986.
Cuando Cristina y Antonia llegaron a la Bachillera decidieron colaborar con la gente del barrio para contribuir en su crecimiento, y se unieron a Benigno, biólogo, a su esposa, médica, y a otras vecinas con ganas de colaborar. Las hijas de algunas de ellas eran maestras con inquietudes sociales, decidiendo así repartir una encuesta por el barrio para que el vecindario expresara sus necesidades, resultando que los temas de mayor preocupación eran la vigilancia del barrio, el graduado escolar y la costura o corte-confección. Tras la valoración de las propuestas, pusieron en marcha la “Escuela de adultos”, con alfabetización, pre-graduado y graduado escolar, además de un taller de bordado para niños y adultas. Las madres que sabían bordar enseñaban a las niñas las técnicas, y más adelante, para incluir a niños, se llevó a cabo un taller de cocina, del que se encargó un compañero de trabajo de Antonia. En dicho taller, niños y niñas preparaban platos y se los llevaban a sus casas para cenar. También se realizaron otros talleres de cerámica, mimbre, medioambiente, manualidades, campamentos de verano, juegos para niños y salidas culturales para mujeres.
Las subvenciones al principio se gestionaban a través de la asociación de vecinos, pero se dieron cuenta que debían formar una asociación para gestionar todas las actividades culturales. Así, la Asociación Solidaridad NIJA fue constituida en 1992. Los primeros talleres se hacían en la sede de la Asociación de Vecinos, hasta que pasaron al Colegio Pedro Garfia. Tras el derrumbe de un aula, el colegio cerró y permitieron a NIJA usar las aulas para realizar los talleres, encargándose la misma asociación del mantenimiento del mismo.
Antonia y Cristina confiesan haber tenido mucha suerte con las personas que les han prestado su ayuda. Por ejemplo, una comunidad cristiana del barrio sevillano de los Remedios decidió colaborar en el barrio, enviando a dos maestras, una bióloga y dos arquitectas para que se encargaran de la educación de adultos. Consiguieron preparar y titular a los estudiantes de graduado del barrio. A las actividades acudía población de la Bachillera y de los barrios colindantes, como San Jerónimo. Después de varios años de alfabetización de adultos, y tras la extensión de este tipo de proyectos a todos los barrios, decidieron finalizar con la educación de adultos y centrar sus fuerzas y recursos en la atención a niños y niñas. Niños y jóvenes fueron creciendo, y tras talleres de formación y de conocimiento compartido, materializado en iniciativas como la creación del periódico de la Bachillera, algunos jóvenes realizaron cursos de formación de Animación Sociocultural, que les permitió a muchos de ellos viajar al extranjero, bajo la organización del Distrito Norte, al que pertenece la Bachillera. Se constituyó un grupo de monitores muy cohesionado donde la amistad construida perdura hasta hoy, ya que las experiencias que compartieron como monitores en talleres y campamentos, salidas culturales y juegos, les hizo desarrollar un gran sentimiento de unidad y compromiso con los niños y niñas de su barrio, ofreciéndoles modelos sanos, cercanos a sus realidades, ya que sus educadores eran sus vecinos.

ES-ADMC-RA00134 · Entidad colectiva · ca.1958-ca.2000

Construido por la Asociación Sevillana de La Caridad en la Calle Lentisco del barrio de La Bachillera. La iglesia constituía el edificio principal y a sus laterales se situaban dos aulas, una masculina y otra femenina. En diciembre de 1958 José Morón Ruiz, pintor sevillano y presidente de la asociación durante algunos años, donó el cuadro “La Virgen de la Caridad”, realizado por él mismo y que presidió el retablo principal de esta iglesia. Además, la capilla fue bendecida el 4 de junio de 1960 por el cardenal arzobispo José María Bueno Monreal. Uno de los párrocos que trabajó en esta iglesia durante la década de los sesenta fue Miguel Ferrero Díaz.

En la parte trasera de la iglesia se encontraba la vivienda de los maestros, que inicialmente fue un matrimonio: doña Pura y don Jaime. En sus inicios, todos los niños del barrio estudiaban juntos, sin distinguir edades ni cursos, con el apoyo bibliográfico de una enciclopedia. Al jubilarse los dos primeros maestros, decidieron realizar obras de mantenimiento y reforma del edificio, añadiendo cuatro aulas más.
Con la inauguración del Colegio Público Pedro Garfias en La Macarena, el Colegio Nuestra Señora de la Caridad pasó a depender de Pedro Garfias. Desde finales de los ochenta, las funciones del colegio se limitaron a la guardería, debido a la falta de niños en el barrio. En la actualidad se encuentra inactivo, y la iglesia fue desmantelada a mediados de los noventa.

es-admc-ra00361 · Entidad colectiva · 1948-

Los terrenos sobre los que se asienta el barrio de La Bachillera eran propiedad del torero Manuel García Muriel, también conocido como “El Artillero”. García Muriel dejó los terrenos en herencia a la Asociación Sevillana de la Caridad, de la que era socio, disponiendo en su testamento lo siguiente: “sus bienes se distribuirán entre los pobres, para lo cual será entregado a la Asociación Sevillana de la Caridad”. Al fallecer el torero en 1917, estos terrenos pasan al usufructo de su hermano Francisco García Muriel, que fue el poseedor de la Huerta de la Bachillera hasta su fallecimiento en 1945, cuando los terrenos pasan a manos de la Asociación Sevillana de la Caridad.

Con el objetivo de recaudar dinero para luchar contra la pobreza, la asociación comenzó a arrendar los terrenos donados. Familias de trabajadores procedentes de diferentes zonas de la Andalucía rural, como la sierra de Sevilla o Granada, alquilaron parcelas donde construyeron sus viviendas y algunos de ellos, establos. Al comienzo llegaron unas ocho familias. Los vecinos pagaban a la A.S.C alquileres por los terrenos donde comenzaron a construir sus hogares, establos, comercios y calles. Desde 1959, se vendieron 118 parcelas y las 157 restantes permanecieron arrendadas. Estos vecinos eran dueños de sus viviendas pero arrendatarios del suelo sobre el que estas se levantan. A mediados de 1975, la A.S.C. decidió acabar con este régimen cediendo el terreno a los vecinos por un precio simbólico, pero tal decisión no llegó a ejecutarse.

En cuanto a las condiciones materiales del barrio, sus infraestructuras eran muy rudimentarias. Carecían de agua, luz, alcantarillado y pavimentación de calles. Las casas eran construidas por los propios vecinos con los materiales que iban encontrando en derribos y obras en la ciudad. Inicialmente, para obtener agua, los residentes tenían que desplazarse a San Jerónimo, al Cementerio o a los talleres cercanos de la Renfe, donde podían acceder al agua caliente de las máquinas. El barrio no tuvo acceso directo a agua potable hasta que la Asociación Sevillana de la Caridad instaló un grifo en el barrio, junto a la casa del trabajador denominado como “El guarda”, vigilante de la fuente. En la década de 1960 se logró la conexión de agua corriente hasta las viviendas.

En 1979, año de constitución de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza de La Bachillera, se aprobó la primera obra comunitaria, consistente en el asfaltado de las calles del barrio y la construcción de una red de alcantarillado.
Gracias a las movilizaciones y las reivindicaciones vecinales, organizadas en su mayoría por mediación de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza y por la Asociación Sociocultural Solidaridad N.I.J.A, se ha ido dotando progresivamente al barrio de estos servicios urbanos básicos.
En 2007, con el gobierno local del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, se llevó a cabo un proyecto de reestructuración del barrio: pavimentación nueva, red de saneamiento y agua, etc.

En 2018 se aprobó el Plan Especial de Reforma Interior del barrio, que pretendía regularizar la propiedad de los suelos, una de las principales reclamaciones del movimiento vecinal de la Bachillera. Algunas de las familias pudieron comprar las parcelas donde se sitúan sus casas, mientras que otras continuaron en régimen de arrendamiento de las tierras, pese a poseer la titularidad sobre las viviendas construidas en los terrenos.

En cuanto a la problemática del arrendamiento del suelo, en el año 2004 se descubrió que la Asociación Sevillana de la Caridad había sido disuelta en 1989 y una nueva fundación de 1992 la suplantó, cobrando el alquiler a los vecinos ilegalmente. El ayuntamiento informó a los vecinos del ilícito, dejándoles libres de pagos. Sin embargo, aún muchas familias continúan sin ser los poseedores de los terrenos sobre los que se erigen sus casas, por lo que las reclamaciones continúan.

ES-ADMC-RA00062 · Persona · ca. 1910-ca. 2000

Fotógrafo ambulante sevillano de la barriada del polígono San Pablo, que durante de las décadas de 1950 y 1960, ejerció como fotógrafo del barrio de La Bachillera, pues acudía casi a diario a este vecindario para tomar fotografías de sus vecinos, especialmente en acontecimientos festivos, para revelarlas después y vendérselas. Solía indicar a los fotografiados cómo debían posar, incluso llegando a llevar consigo un monedero lleno de monedas que daba a los niños a los que fotografiaba. También solía tomar fotos para carnets de identidad.

El vínculo afectivo entre el vecindario de La Bachillera y Layne excede de su mera actividad como fotógrafo. Su cercanía con los vecinos permitió su perfecta integración en la vida social del barrio, siendo recordado no solo por sus fotografías sino por las incontables horas que pasó en el bar “El Taxista” cantando rancheras con otros vecinos del barrio.

López Macías, Ana (1952-)
ES-ADMC-RA00152 · Persona · 1952-06-24 -

Ana López llegó al barrio de la Bachillera debido a que su marido, Francisco “Paco” Pérez, jugaba al fútbol en el Estrella Bachillera. Solían visitar el barrio a menudo hasta que decidieron comprar una casa en 1975. Ana López trabajó como limpiadora de Gas Natural durante 33 años, y también para una empresa en la que fabricaba farolillos para la feria de Sevilla y otras festividades. Enseñaba al vecindario de La Bachillera a hacer farolillos, con el fin de decorar las calles del barrio para la Velá y las Cruces de Mayo.