Discurso de Diamantino García Acosta en torno al tema del trabajo en el pueblo de Los Corrales, Sevilla, 1988.
Se convierte en la voz de los jornaleros y jornaleras que luchan día a día por un puesto de trabajo digno, y de aquellas personas que se ven obligadas a emigrar porque en su tierra no tienen oportunidades. En este discurso Diamantino García, conocido como "el cura de los pobres", menciona la finca Navacerrada que se encuentra en el término de Martín de la Jara (Sevilla) donde se sucedieron varias ocupaciones por parte de jornaleros y jornaleras en los años 80 del siglo pasado. Fueron ocupaciones organizadas por los comités del Sindicato Obrero del Campo al que pertenecía entre otros, Diamantino García, y siempre con la finalidad de exigir la siembra de cultivos sociales que dieran mano de obra al máximo número posible de trabajadores y trabajadoras.
Antes de acabar su discurso, hace un llamamiento a la lucha por el derecho al trabajo en un sistema que los dejaba en paro y expone como ejemplo las reivindicaciones que llevan a cabo en el pueblo vecino de Marinaleda, donde echando un vistazo a su historia, se han llevado a cabo numerosas manifestaciones incluso con huelgas de hambre secundadas por todos los marinaleños y marileñas.