El Movimiento de Objeción de Conciencia se constituye en Tenerife a comienzos de los años ochenta como un proceso de consolidación de grupos pacifistas y antimilitaristas. Nos unimos así a una campaña estatal de rechazo absoluto al servicio militar obligatorio ( “la mili”). En febrero de 1989 el MOC de Tenerife presenta a sus primeros insumisos, primeras personas que se negaban tanto al cumplimiento del servicio militar como a la prestación social sustitutoria (PSS). Esta presentación se realiza en la Caja de Reclutas de Santa Cruz de Tenerife, generando poco a poco múltiples apoyos sociales y sindicales. En junio de 1991 se celebra el primer juicio militar, consejo de guerra, a un insumiso en el Cuartel de Almeida y a partir de ahí se realizan innumerables acciones de protesta pacíficas que van generando un apoyo hacía la insumisión y a los jóvenes que se negaban a participar del militarismo y su violencia.
1989
7 - Agentes - 1989
El movimiento de Insumisión en España fue una destacada campaña de desobediencia civil que surgió a finales de los años 80 y continuó hasta la abolición del Servicio Militar Obligatorio (SMO) en 2001. Su objetivo inicial fue la abolición del SMO y la Prestación Social Sustitutoria (PSS), considerada por muchos como una imposición injusta, que suponía la obligatoriedad de la colaboración civil y la pérdida de puestos de trabajo en ámbitos sociales, y a largo plazo, la eliminación de los ejércitos y de la violencia estructural. Alrededor de 1.500 jóvenes de este movimiento fueron encarcelados en el estado español al negarse a cumplir con ambas obligaciones, desafiando las leyes vigentes y aceptando las consecuencias de sus actos. Las mujeres, aunque no estaban obligadas a realizar el servicio militar ni la prestación sustitutoria, participaron activamente en la preparación de movilizaciones, campañas de desobediencia civil y en la organización de grupos de apoyo a los insumisos encarcelados, usando lemas como "Yo también soy insumisa". Su implicación fue clave para la expansión y éxito del movimiento, contribuyendo desde la base al desarrollo de una estrategia creativa. La lucha se caracterizó por una fuerte autogestión, independencia de partidos políticos y un funcionamiento asambleario, inspirándose en diversas corrientes, como la Noviolencia, el movimiento vecinal, el rechazo a la OTAN y la lucha social. Aunque logró su objetivo principal con la eliminación del SMO en 2001, su legado perdura en movimientos sociales que abogan por la justicia, la igualdad y la erradicación de la violencia estructural.
La Cooperativa Tierra y Libertad (El Bosque, Cádiz, España, 1989-) fue creada por el Sindicato de Obreros del Campo en 1989, como una forma de demostrar que era posible que los jornaleros trabajasen la tierra que ellos mismos gestionaban, sin necesidad de contar con patrones y terratenientes.
La finca de 60 hectáreas donde se ubicó se había comprado el año anterior. Dedicada a la ganadería, la agricultura y la venta de productos.
Desde el sindicato querían demostrar con esta experiencia que era posible desarrollar la reforma agraria por la que el SOC llevaba tiempo luchando, siendo posible vivir de la tierra sin necesidad de seguir la política agraria comunitaria en la que se planteaba el uso de químicos y técnicas de producción a partir de maquinarias. La estructura organizativa de la cooperativa estaba formada por una Comisión Rectora compuesta por trabajadores de la cooperativa y miembros del sindicato. Se reunían mensualmente, y sus funciones eran coordinar y regir la vida de la Cooperativa para conseguir los objetivos: autosuficiencia, convivencia sana entre los participantes, y que fuera un lugar de encuentro a partir de la organización de actividades.
"Surge fruto del acuerdo de fusión del CNAG, CNJA y UFADE, constituyendo así la mayor organización profesional agraria de España con más de 200.000 afiliados que trabajan en las explotaciones agrarias de forma directa, tanto propietarios y arrendatarios, como los miembros de las familias que colaboran en las actividades de explotación.
ASAJA se constituye para la representación, gestión, defensa y fomento de los intereses profesionales del sector agrario en general y de sus organizaciones miembro con plena personalidad jurídica y sujeta a principios estrictamente democráticos.
Su objetivo es la defensa de las explotaciones familiares y empresas agrarias bajo cualquier forma de iniciativa privada, y su desarrollo como actividad económica viable, buscando la mejora de las condiciones de acceso de los jóvenes al ejercicio de la actividad, su capacitación y formación profesional y en general defendiendo tanto a nivel nacional como internacional, la competitividad del sector agropecuario español. ASAJA cuenta con una sede nacional, 15 centros regionales, 40 oficinas provinciales y 810 oficinas locales, además de una oficina de representación permanente en Bruselas"- ASAJA.
La Asociación Sevillana de la Caridad surge con el objetivo de acabar con la pobreza extrema en la ciudad de Sevilla y fue proyectada por Carlos Cañal y Migolla, a petición del Ayuntamiento de Sevilla y del Arzobispado de Sevilla. La fórmula propuesta por Cañal consistió en la creación de una asociación formada por el ayuntamiento, el arzobispado y socios privados. Se crea el 4 de marzo 1900 al amparo de la Ley de Asociaciones del 30-06-1887, con la previa aprobación del reglamento en 1990-02-09 por el Cabildo municipal. Su primera actuación data de abril de 1900, realizando un socorro en la zona del Pumarejo. El 11 de marzo de 1909 se inscribe en el Ministerio de la Gobernación como Institución de Beneficencia Particular, tras clasificarse de esta forma en el registro oficial del 24 de abril de 1909.
El Ayuntamiento cedió el pabellón exento de la exposición de 1929 de Aníbal González, situado entre la calle Reyes Católicos y Arjona, enfrente del puente de Triana, para la sede de la entidad benéfica.
En 1945 la Asociación Sevillana de la Caridad recibe la mayor donación hecha a la asociación, los terrenos conocidos como “La Huerta de la Bachillera”. Esta donación es fruto de la voluntad del torero Manuel García Muriel, que en su testamento había dispuesto que “sus bienes se distribuirán entre los pobres, para lo cual será entregado a la Asociación Sevillana de la Caridad”. Al fallecer el torero en 1917, estos terrenos pasan al usufructo de su hermano Francisco García Muriel, que falleció en 1945. La asociación arrendó los terrenos en parcelas, algunas hasta de 1200 metros cuadrados, a los emigrantes rurales que marchaban hacia la ciudad en busca de nuevas oportunidades.
El 28-12-1964 se aprueba la Ley de Asociaciones, por la cual las asociaciones tienen que adaptar sus estatutos a la nueva ley en caso necesario, así como remitir copia del acta fundacional al Gobierno Civil e inscribirse en el registro de Asociaciones. Esta asociación no hizo nada de ello, debido a que no estaba dentro del ámbito de aplicación de la Ley en virtud de su artículo 2. A mediados de 1975 la A.S.C. decide acabar con el régimen de tenencia descrito, cediendo el terreno a los vecinos por un precio simbólico, pero tal decisión no llega nunca a ejecutarse. Poco después comienza su declive con una situación legal irregular que obliga al Ayuntamiento a adoptar medidas de tutela e inspección mediante un acuerdo en pleno de 22 de febrero de 1989. Tras un informe municipal, se considera que la asociación debe considerarse disuelta en pleno derecho.
Son numerosos los artículos dedicados a la Asociación en publicaciones de prensa ya sea a modo de publirreportaje o criticando el poco reconocimiento local o de fondos que la sociedad sevillana le otorga. Entre los artículos publicados en ABC en la década de los sesenta se identifica un patrón común dominado por la exaltación de la caridad de la asociación en contraposición con el desagradecimiento de los beneficiarios de sus ayudas, como se puede deducir del artículo titulado “Las dos orillas” firmado por Garci-Pérez y publicado en el número 17. 754 de ABC (24 de julio de 1960): “Los beneficiarios ignoran que no llegan a tres mil las personas que se interesan por ellos. Sí alguno leyera estas líneas ¡qué desencanto!”.
Equipo de fútbol masculino del barrio de La Bachillera fundado por Daniel Naranjo y Francisco González. Como equipo federado, jugó durante muchas temporadas en la Segunda Andaluza B, llegando a luchar por el ascenso en la temporada 1981/1982. El equipo comenzó jugando en el campo de fútbol de la Renfe, dedicado al entretenimiento de sus trabajadores, y que los vecinos de la bachillera que trabajaban para esta empresa utilizaron para jugar hasta que fue federado, agradando a otros vecinos de la Bachillera que jugaban en equipos de otros barrios. El equipo desaparecería en 1989 debido a que el trazado de las obras de la SE-30 pasaba por el campo donde el conjunto de La Bachillera entrenaba y disputaba sus partidos como local.
La Sociedad Deportiva Estrella Bachillera actuó como agente unificador del barrio, proveyendo a los vecinos de un sentimiento de unidad e identificación con el equipo que los representaba por los campos de toda Andalucía. Además ofreció a los jóvenes del vecindario la oportunidad de practicar este deporte a nivel competitivo, iniciando de esta manera la carrera profesional de muchos de ellos. El equipo movilizó a la totalidad del barrio, los días de partido eran sinónimo de fiesta y convivencia vecinal. Cuando el equipo jugaba fuera del barrio, su afición alquilaba autocares para acompañarlos.