El 3 de marzo de 1993, se celebró en Sevilla el juicio de Eugenio Gallardo "Popi" al declarse insumiso a realizar el servicio militar obligatorio (SMO) y la prestación social sustitutoria (PSS) . En apoyo al insumiso, sus vecinos de la barriada de San Diego realizan una marcha hacia el Palacio de Justicia de Sevilla, donde será juzado a lo largo de la mañana. Llevan pancartas en apoyo a Popi y lemas a favor de la Insumisión. La marcha culmina en una manifestación frente a los juzgados. Popi aparce acompañado y respaldado por colectivos, familiares, compañeros, amigos y su abogado. Los manifestantes cantan consignas a favor de la insumisión; aparecen zancudos y un paracaídas con el que dinamizan la protesta.
Ante la posibilidad de que la policía secreta lo detuviera antes del juicio, Popi se rodeó de personalidades políticas públicas para así evitar su detención previa. En los juzgados, su abogado le informa de que el juez había planteado prisión preventiva para Popi antes de su juicio definitivo en junio, por lo que acuerdan que se celebre en ese mismo día de forma improvisada, sin preparación previa. El Fiscal General del Estado pedía 4 años, 2 meses y 1 día de cárcel para Popi, la mayor condena a un insumiso en el estado español, aunque en el mismo día del juicio, el fiscal bajó la peticón a 18 meses. Durante el juicio testifica su padre y el director de la Casa de Oficios de Miraflores, atestiguando su trabajo en el Parque Miraflores desde hace años. Al final del juicio, la junta de fiscales de Sevilla desoye el mandato estatal y pide una condena para Popi de 12 meses. Al no tener antecedentes penales, no entra en prisión. El juicio termina en espera de sentencia definitiva.