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ES ADMC 018-MV-V-C060-006-C · UD · 1988
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Imágenes de jornaleros recogiendo el espárrago blanco al "estilo navarro" en Martín de la Jara (Sevilla).


La Varás de Navarra, por Manuel Velasco Haro.

Durante casi 40 años las “Varás de Navarra” vinieron a ser sin duda el gran descubrimiento y el principal recurso económico de Los Corrales y La Jara. No habrá familia en estos dos pueblos que no haya tenido en algún momento algún miembro o pariente cercano en estas campañas temporeras.

Como todos los fenómenos migratorios, éste tuvo su punto de origen en un grupo de jareños, que entre 1966 y 1967 se marcharon a la recolección de un producto, hasta entonces desconocido por estos lugares. Era el espárrago blanco que crecía bajo zurcos y lomos de tierra durante los tres meses que van de mediados de abril a mediados de julio.

Los primeros empezaron en la provincia de Huesca. Después se trasladaron a la ribera Navarra. En 1968 les acompañó el vecino de nuestra localidad, Antonio Sánchez Zamora (Fato), que se estrenó como esparraguero en el cortijo de "La Planilla" en Peralta. Al año siguiente repitió y en 1970 avisó a una cuadrilla.

A partir de ahí, el número empezó a multiplicarse a tal velocidad que en cuestión de cuatro o cinco años ya eran varios cientos de hombres y mujeres los que subían al norte. Los primeros, recogiendo los espárragos en el campo, y las segundas, pelándolos en las fábricas.

Campaña tras campaña, a la inmensa mayoría de los pueblos navarros y de la Rioja, próximos a la ribera del Ebro, fue llegando la mano de obra temporera de al menos el setenta por ciento de Los Corrales y Martín de la Jara. Baste recordar la anécdota de un domingo a finales de julio de 1977, donde coincidieron el regreso de diez autocares cargados de trabajadores y trabajadoras con la temporada concluida.

En la misma zona y con el intervalo de un mes, se inició paralelamente también la campaña del tomate a partir de mediados de agosto. Entre una y otra la emigración alcanzó cifras desconocidas, consolidándose como el primer destino y la primera fuente de ingresos de jareños/as y corraleños/as.

Durante estos periodos los pueblos comenzaron a ofrecer un aspecto solitario, habitado casi exclusivamente por niños y ancianos. Sobre ese aspecto, el 19 de mayo de 1974 una publicación de la Hoja Parroquial recogió lo siguiente: “La Plaza estaba llena antes de obreros venidos de las aceitunas esperando un día y otro que alguien les avisara. Cansados de esperar hicieron sus maletas y a rodar. Ahora en La Plaza los que quedan son viejos sentados en los bancos, apoyados en sus bastones con la gorrilla sobre la frente para que el sol primaveral no les moleste. En corrillos de cuatro o cinco hablan de sus cosas: "Ya no hay escarda, ni se da un peón en el campo". En el bar, los únicos clientes que quedan son los viejos. Van a respaldarse de la lluvia, del solano o del sol. Juegan la partida de dominó o a las cartas. Cualquier día de cualquier semana en los bares, a las doce de la mañana o las cinco de la tarde siempre es lo mismo. Ruido de fichas, humo abundante de los celtas que fuman, sonrisas irónicas y los ojillos vivos, aunque ya están cansados de haber visto tanto.

Las campañas se mantuvieron aproximadamente hasta finales de la década de los noventa, donde una parte importante de la mano de obra se fue yendo a la construcción, al calor del boom inmobiliario que se desató en la costa. Hoy forman ya parte de la memoria y del recuerdo.

Velasco Haro, Manuel (1958-)
ES ADMC 018-MV-V-C065-003-C · UD · 1989
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

En el patio interior de la casa de Manuel Velasco y alrededor de una mesa, un grupo de personas charlan sobre su periplo como emigrantes tras las fronteras.

En las conversaciones se abordan las situaciones vividas en los países de acogida, las dificultades atravesadas al abandonar su lugar de origen obligados por la falta de trabajo y la complicada adaptación de sus hijos una vez retornaron a sus pueblos, Los Corrales y Martin de la Jara.

Estas imágenes pasaron a formar parte de un reportaje realizado por al Asociación Juvenil Gente Joven (Los Corrales, Sevilla, España, ca.1980-1995), también conocida como Centro Cultural Mandrágora, que fue llevado posteriormente a Alemania para que fuese proyectado a los emigrantes que no habían vuelto a Los Corrales. Cada uno de los testimonios es una experiencia muy interesante de conocer y forman parte de lo que fue el pasado de cientos de corraleños/as y de decenas de miles de andaluces y andaluzas.

Velasco Haro, Manuel (1958-)
ES ADMC 018-MV-V-C059-001-C · UD · 1988
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Discurso de Diamantino García Acosta en torno al tema del trabajo en el pueblo de Los Corrales, Sevilla, 1988.

Se convierte en la voz de los jornaleros y jornaleras que luchan día a día por un puesto de trabajo digno, y de aquellas personas que se ven obligadas a emigrar porque en su tierra no tienen oportunidades. En este discurso Diamantino García, conocido como "el cura de los pobres", menciona la finca Navacerrada que se encuentra en el término de Martín de la Jara (Sevilla) donde se sucedieron varias ocupaciones por parte de jornaleros y jornaleras en los años 80 del siglo pasado. Fueron ocupaciones organizadas por los comités del Sindicato Obrero del Campo al que pertenecía entre otros, Diamantino García, y siempre con la finalidad de exigir la siembra de cultivos sociales que dieran mano de obra al máximo número posible de trabajadores y trabajadoras.

Antes de acabar su discurso, hace un llamamiento a la lucha por el derecho al trabajo en un sistema que los dejaba en paro y expone como ejemplo las reivindicaciones que llevan a cabo en el pueblo vecino de Marinaleda, donde echando un vistazo a su historia, se han llevado a cabo numerosas manifestaciones incluso con huelgas de hambre secundadas por todos los marinaleños y marileñas.

Velasco Haro, Manuel (1958-)
ES ADMC 018-MV-V-C054-002-C · UD · 1987
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Discurso de Diamantino García Acosta durante la campaña electoral de la Candidatura Unitaria de Trabajadores para las elecciones municipales de 1987, en el salón de actos del Ayuntamiento conocido popularmente como "Caseta Municipal".

Diamantino García Acosta menciona los logros del Ayuntamiento de Los Corrales bajo el gobierno de la Candidatura Unitaria de los Trabajadores (CUT) con la figura de Rafael Montes Reyes como alcalde, al que apoya en estas elecciones municipales. Compara la trayectoria de los diferentes ayuntamientos de los pueblos de la Sierra Sur de Sevilla y critica duramente al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).


Desde 1979, la Candidatura Unitaria de Trabajadores estuvo en el Ayuntamiento de Los Corrales. Fue en las elecciones de 1987, que comenzó a gobernar el Partido Socialista Obrero Español, sobre lo que Manuel Velasco Haro dice: "El resultado de aquellas elecciones fue para muchos/as una gran decepción dentro y fuera de la localidad y marcó el comienzo de un lento declive en la trayectoria y en la imagen de un municipio que fue retrocediendo hacia una mentalidad conservadora que se creía superada. Hoy Los Corrales ocupa oficialmente el último lugar en muchos aspectos en la provincia de Sevilla".

Velasco Haro, Manuel (1958-)