2 Resultados

Archival description
2 resultados con objetos digitales Muestra los resultados con objetos digitales
ES ADMC 018 · Collection · [c] 1984-1995

Esta colección quizás no existiría si en la vida de Manuel Velasco no se hubiesen cruzado una serie de estímulos personales que lo llevaron desde muy joven a recoger testimonios, documentos e imágenes de lo que ocurría en su entorno.

Desde niño siempre oyó en la barbería de su padre numerosos relatos populares a las personas mayores que por allí pasaban, pero a finales de los años sesenta vinieron a coincidir dos hechos que influirían de manera decisiva en buena parte del contenido posterior del material recopilado.

En Agosto de 1969 llegó a Los Corrales, su pueblo natal, el cura obrero Diamantino García Acosta, quien iniciaría una intensa labor de concienciación y movilización jornalera que se extendería hasta su fallecimiento. Por otra parte, en noviembre del mismo año, también volvía por primera vez del exilio en Francia su tío; Francisco Haro Reyes, contando el largo y terrible sufrimiento que padeció durante la guerra y la posguerra.

Estas tres circunstancias permanecieron latentes en las décadas posteriores. En principio, participando en actividades sociales que desembocarían en la Transición política y que le llevaron a implicarse en las reivindicaciones jornaleras del Sindicato Obrero del Campo, en las políticas, junto a la Candidatura Unida de Trabajadores, que concurriría a las primeras elecciones municipales en 1979, y en el asociacionismo juvenil con el surgimiento del Centro Cultural Mandrágora. Ese caldo de cultivo comenzaría a dar sus frutos en la década siguiente.

En 1981 Manuel Velasco graba en Francia el testimonio oral de su tío Francisco Haro en cintas de cassete . En 1984 desde la asociación juvenil consiguen una cámara y un proyector de Super8 y se hacen varias grabaciones. En 1986 cae sus manos una cámara Betamovie de un familiar que dura hasta 1990. Después continua hasta 1995 con otra de video8, que había que volcar en cintas VHS. Posteriormente surgen ya las grabaciones de los teléfonos móviles. El contenido de la colección responde en gran parte a las motivaciones antes expuestas.

En consecuencia, cabe señalar que no existe un aprendizaje técnico previo, ni una planificación organizada de las tomas de imágenes. La temática es diversa, así como la calidad. El interés colectivo que pudiera despertar va a depender de los análisis y conclusiones que se desprendan de estas imágenes tomadas hace tres y cuatro décadas atrás.

Sin título
ES ADMC 018-MV-V-C056-001-C · Item · 1988
Parte de Colección Manuel Velasco Haro (1984-1995)2

Celebración del Carnaval de los Corrales en 1988.

Pasacalles del carnaval por Los Corrales, donde se observan a los vecinos disfrazados y dos "cabezudos" de dirigentes políticos. Uno de ellos una caricatura de Felipe González Márquez, el presidente del gobierno de España en el momento de la grabación. A continuación, una chirigota compuesta por jóvenes de la Asociación Juvenil Gente Joven (Los Corrales, Sevilla, España, ca.1980-ca.1995) canta en la puerta de la Iglesia de Los Corrales y en otros lugares del pueblo, haciendo una crítica sociopolítica a las acciones del gobierno del PSOE. La grabación prosigue con imágenes del pasacalles, donde se ve cómo interactúan los carnavaleros con los vecinos, apareciendo Diamantino García Acosta observando el carnaval, así como diferentes pancartas de otras agrupaciones del pueblo, como del Movimiento Junior de Los Corrales (Sevilla, España, 1969-1994). Finalmente, el pasacalles de dirige a la "Caseta Municipal", un salón de actos del Ayuntamiento de Los Corrales donde se celebraban diferentes actividades.


Los Carnavales en Los Corrales fueron recuperados tras el franquismo por iniciativa de la Asociación Juvenil Gente Joven (Los Corrales, Sevilla, España, ca.1980-ca.1995) también conocida como el Centro Cultural Mandrágora. En las letras de sus canciones se incluían críticas sociales al momento que se estaba viviendo y a la política desarrollada a nivel local, un hecho que los colocó en el punto de mira del grupo gobernante del ayuntamiento y fue el desencadenante de las acciones llevadas a cabo para acabar con la asociación y con sus actividades. Días después de la finalización del carnaval de 1988, comenzó una campaña de desprestigio para justificar que el local municipal de la Asociación y del único movimiento juvenil que funcionaba en Los Corrales quedara reconvertido en una oficina para gestiones municipales y para Correos. Sin embargo, la asociación juvenil, a pesar de verse "desahuciados" de su local por el Ayuntamiento, continuaron organizando con sus propios recursos el Carnaval y las actividades con los niños, niñas y sus padres.

Sin título