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García Acosta, Diamantino (1943-1995)
ES-ADMC-RA00171 · Persona · Ituero de Azaba (Salamanca, España) 1943-10-24 - Sevilla (España) 1995-02-09

Nació en el municipio de Ituero de Azaba (Salamanca, España), siendo el menor de siete hermanos. A los pocos años, debido a circunstancias económicas, emigraron a Sevilla, concretamente al Cerro de Águila (barrio, Sevilla, España), un barrio obrero y de emigrantes de los pueblos, construidos en torno a la fábrica textil HYTASA. Estudió bachillerado en el instituto San Isidoro, participando dentro de las reivindicaciones por las libertades de los estudiantes y los derechos de los trabajadores, donde coincidió con Felipe González. Comenzó a estudiar Medicina, dejándolo tras el encuentro con unos universitarios cristianos que sembraron en él la idea, tal como dice Diamantino de que "no había venido al mundo para engordar, ni para hacer dinero, si no para servir al prójimo". A partir de este momento decidió ingresar en el seminario de Sevilla con 18 años para ordenarse como sacerdote. En el seminario se forma a partir de las tendencias de Juan XXIII.

Se costeó sus estudios trabajando como obrero en Barcelona, minero en Asturias y en una fábrica de conservas en Bélgica. Una vez finalizó sus estudios y fue ordenado presbítero, iba a ser enviado a Chile. Sin embargo, tras una reunión con sus compañeros, decidieron hablar con el Obispo de Sevilla para ser enviados a la Sierra Sur de Sevilla, un lugar que Diamantino veía similar al tercer mundo, donde sus habitantes estaban en condiciones de pobreza, siendo jornaleros sin tierras. Diamantino fue enviado al municipio de Los Corrales, donde comenzó su actividad al servicio de los pobres, acompañando a los jornaleros en las temporadas, yendo a Navarra conjunto a parte de la población de Los Corrales, a la recogida del espárrago o a Francia a la Vendimia. Durante estas temporadas, Diamantino renunciaba a su salario como cura, siendo los compañeros de oficio de los otros pueblos de la Sierra Sur, quienes se encargaban de oficiar los actos religiosos. En 1976 fundó el Sindicato de Obreros del Campo junto a Diego Cañamero Vega y Juan Manuel Sánchez Gordillo.

En 1979 fundó la Candidatura Unida de los Trabajadores como brazo político del Sindicato de Obreros del Campo para poder presentarse a las elecciones municipales de ese año. Diamantino defendía según sus palabras "la lucha no violenta activa". Formaba parte de la Asociación Pro-Derechos Humanos de España y a su junta directiva. En 1991 se decide desvertebrarla en las distintas comunidades autónomas, responsabilizándose Diamantino de organizar la asociación a nivel autonómico, fundándose así la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía, siendo presidente de la misma hasta su fallecimiento. Por su labor humanitaria, le concedieron en 1993 la Medalla de Andalucía. En estos últimos años se dedicó a la defense de los derechos humanos, erradicación de la pobreza, trabajo a favor de los inmigrantes que compaginó con la labor de párroco de las localidades de Los Corrales y Martín de la Jara. Siempre desechó los reconocimientos políticos, como el cargo ofrecido en 1995 de ser el Defensor del Pueblo Andaluz. El 9 de febrero de 1995 muere a causa de un cáncer.

Haro Reyes, Francisco (1919-1988)
ES-ADMC-RA00180 · Persona · Los Corrales (Sevilla, España), 1919 - Francia (Europa), 1988

Natal de los Corrales, jornalero desde los 13 años y afiliado a las juventudes socialistas desde los 16 años. Con el comienzo de la Guerra Civil, huyó con su familia a un cortijo cercano de los Corrales, y de allí a Campillos (Málaga). En este período de tiempo, vivió los bombardeos de la carretera de Málaga-Almería, acontecimiento que fue conocido como “La desbandá”, llegando posteriormente a la provincia de Almería y de ahí a Tarragona, donde se alistó en el ejército Republicano, luchando en varios sitios hasta ser destinado al Frente de Aragón. Tras la victoria del Bando Nacional, se exilió a Francia.

En 1939 volvió a España tras conocer el anuncio de “una repatriación generosa para quien no tuviera las manos manchadas de sangre”, entregándose en Figueras, donde comenzó su traslado por diferentes cárceles hasta llegar a Sevilla donde pasó dos años en prisión.

En 1941 queda puesto en libertad ya con 22 años y vuelve a los Corrales como aceitunero, lo cual duró poco al ser llamado para el servicio militar, destinado al batallón de trabajo de Unamuno en Madrid, al canal de los presos de Sevilla y a Ciudad Real, sitio al que no llegó puesto que se tiró del tren, comenzando una nueva etapa de clandestinidad en su localidad y de exilio en Francia, volviendo a los Corrales de visita en el otoño de 1969.