Imágenes de la instalación "Paralelo 36" y la performance "Ilumino la tierra que abandono", ambas encuadradas dentro del proyecto también llamado Paralelo 36, de la Compañía de Teatro Estático.
La instalación, obra de José Luis Tirado, consistía en un espacio cuadrangular que contenía más de 200 zapatos dispuestos en filas, todos ellos recogidos en las costas de la provincia de Cádiz y pertenecientes a personas que habían cruzado - o habían intentado cruzar - el Estrecho de Gibraltar. Dentro de cada uno de estos zapatos había sido colocada una piedra, jugando de esta manera con el dicho popular de "la piedra en un zapato", y haciendo ver que, para la sociedad, el drama de la inmigración es una realidad molesta. La instalación también juega con el refrán "ponerse en los zapatos del otro", pues lo que forma el espacio cuadrangular donde se encuentran los zapatos son cuatro filas de espejos similares a los que se encuentran en las zapaterías - con una inclinación de 45º- para que el público que se acerque a contemplar la instalación pueda ver el reflejo de su calzado y, de esta forma, tratar de empatizar con la complicadísima situación de las personas que se ven abocadas a jugarse la piel cruzando el Estrecho en busca de una vida mejor. Esta obra fue llevada a distintas localidades de la provincia de Cádiz, como la propia capital, Tarifa y Torre de Guzmán, en Conil de la Frontera.
“Ilumino la tierra que abandono” es la performance realizada por el artista Miguel Benlloch, presentada en la plaza del teatro Falla durante el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz de 1999, y en el Paseo de la Alameda de Tarifa un año después. En esta performance, Benlloch coloca una pequeña linterna encendida en cada zapato de la instalación, terminando por iluminarla completamente.
Tirado, José Luis (1954-)