Rocío Pozo fue directora del grupo de teatro La Plazuela a finales de los años 90
Vinculada a la Asociación Cultural y Ecologista Comité Pro-Parque Educativo Miraflores
Vinculado a la Asociación Cultural y Ecologista Comité Pro-Parque Educativo Miraflores. Manuel Lara es el presidente del Comité Pro-Parque.
Vinculada al grupo de teatro La Plazuela.
La asociación Comité Pro-Parque Educativo Miraflores se creó en 1983 con el objetivo de actuar en la zona del Parque Miraflores construyendo un parque con carácter cultural y educativo, cohesionado con el medio social y respetuoso con el patrimonio histórico y natural que había en la zona. En 1991, pusieron en marcha dos proyectos: la Casa de Oficios y la Huerta Las Moreras, primer proyecto de huerto urbano en Andalucía.
En 1993 iniciaron la campaña "Salvemos el Parque Miraflores". Con ella, consiguieron que Urbanismo del Ayuntamiento se comprometiera a actuar en el parque realizando obras de vallado, instalación de sistemas de riego y movimiento de escombros, además de encargarse del riego y la limpieza de hierbas para evitar incendios, acciones que se les habían negado antes porque la concejala no consideraba parque el Parque Miraflores.
En 1996, después de mucho luchar y manifestarse, se aprueba un presupuesto de 2000 millones de pesetas para el Parque Miraflores, y el proyecto de restauración del Comité queda respaldado por el Ayuntamiento de Sevilla, el gobierno de Madrid y la Unión Europea.
El barrio de la Bachillera siempre se ha visto limitado en su desarrollo urbanístico debido a las circunstancias urbanas que rodean al barrio, como la proximidad a las vías del tren, sumado a la irregularidad jurídica. En 1992, con ocasión de la Expo 92, se desmantela la vía férrea del trayecto Sevilla-Madrid, liberando al barrio de la barrera que le separaba del Río Guadalquivir.
En el año 2001, en el marco del nuevo plan de reordenación urbana del barrio realizado por el Ayuntamiento de Sevilla, los vecinos de la Bachillera crearon una Comisión de Barrio que unió a la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza, a la Asociación Socio-cultural de Solidaridad N.I.J.A. y a voluntarios. El hecho que terminó de impulsar el proyecto fue el accidente de un joven vecino de la Bachillera, que se cayó un par de veces de su silla de ruedas debido a los desperfectos de las calles. El padre del joven accidentado promovió la colaboración de asociaciones y distritos para pedir una subvención a la Comunidad Económica Europea para mejorar las infraestructuras de la Bachillera. Juntas, las asociaciones emprendieron un camino de lucha por el barrio para su reconstrucción y mejora, jugando la “Asociación Arquitectura y Compromiso Social” un papel muy relevante.
El objetivo era estudiar, debatir, decidir, proponer y obtener un marco de desarrollo urbanístico y de vivienda que mejorara de manera significativa sus condiciones habitacionales. Tras el encargo de algunos estudios técnicos elaborados por estudiantes de arquitectura y otros profesionales, se celebraron en abril de 2002 unas Jornadas de reflexión sobre el futuro de la bachillera en el que se aprobó por inmensa mayoría un plan de intervención para la rehabilitación del barrio y el mantenimiento de sus residentes. Posteriormente se publicó el estudio fruto de este trabajo, titulado "Diagnóstico del barrio de la Bachillera". Esta propuesta fue transmitida y negociada con la Oficina del Plan de Sevilla.
La comisión de barrio de La Bachillera estuvo compuesta por: Javier Jiménez Rodríguez (Presidente de la AAVV Estrella Andaluza), Pedro Ortega (Junta directiva de la AAVV Estrella Andaluza), Cristina Herranz González (Representante de la asociación NIJA), Carmen Rivero Rebollo (Coordinadora), Carmen Villegas López, Antonio González Campos, Antonia Domínguez Escudero, Isabel González de la Huz, Ángeles Fulgueira Sánchez, Antonio García Gutiérrez, Manuel Carvajal Benigno, Guede Simón Lucía de Olmedo Ver.
Cineclub de la cuenca minera de Riotinto que surge como iniciativa de Fernando Plá Ortiz de Urbina, ingeniero de caminos de la empresa Unión Explosivos Riotinto. Su sala de proyecciones se encontraba en el salón de actos de la Escuela Profesional SAFA de Riotinto y sus socios, así como el público asistente eran trabajadores y familiares de la cuenca minera de Riotinto. El cineclub tenía una sesión semanal abierta al público en general y al día siguiente se realizaba una segunda sesión para toda la comunidad educativa de la Escuela Profesional SAFA de Riotinto. Sus socios escogían las películas a proyectar del catálogo de una distribuidora sevillana, que se encargaba de hacer llegar las copias de proyección hasta Riotinto en autobús. Tras la proyección de las películas se realizaba una charla debate sobre la misma con el público asistente. Además de proyectar películas, el equipo del cineclub organizó también el estreno de obras de teatro, destacando entre las mismas la actuación de El Joglars o la compañía sevillana Esperpento.
Conocida también como "Centro Cultural Mandrágora", fue creada aproximadamente en 1980 por antiguos participantes del Movimiento Junior de Los Corrales. Durante la década de 1980 tuvo una gran actividad que giraba en torno a la participación de los jóvenes. Una de las que se realizó fue la recuperación del carnaval de Los Corrales. También realizaban excursiones a la playa, teatros y actividades lúdicas dirigidas a los niños.
En sus primeros años tuvieron muy buena relación con el Ayuntamiento de Los Corrales, gobernado por la Candidatura Unitaria de los Trabajadores (CUT), que les cedió un local municipal en el entorno del año 1984. Con el cambio de gobierno municipal al PSOE, en 1987, comenzaron las pugnas sobre este local y la imposición de compartirlo con otras organizaciones y actividades del Ayuntamiento. En 1988, se llevaron a cabo diversas acciones que denunciaban la situación, tales como una manifestación nocturna o la ocupación del Ayuntamiento por parte de jóvenes de la localidad. Finalmente, un día el ayuntamiento cambió la cerradura sin previo aviso y el espacio comenzó a ser la oficina de Correos. Pese a estas dificultades, la asociación siguió activa hasta 1995.
La Asociación de Vecinos Estrella Andaluza fue constituida en el momento de nacimiento de numerosas asociaciones vecinales, con el fin de mejorar la convivencia en el barrio de La Bachillera. Tras años en funcionamiento, ha actuado como un órgano de participación ciudadana activa haciendo de puente entre la comunidad de vecinos y los organismos públicos de la ciudad de Sevilla, debido a la peculiar situación del barrio que estaba situado en la periferia urbana y apenas comunicado con la ciudad. Ha actuado de mediadora en conflictos vecinales surgidos en el seno del barrio, siendo la voz de los vecinos de La Bachillera ante el Ayuntamiento de Sevilla, reivindicando soluciones a las carencias y deficiencias del vecindario, con el fin de mejorar la habitabilidad y la calidad de vida.
El origen de la asociación se remonta a 1975, cuando Manuel Sánchez Peña, presidente de la Asociación Sevillana de la Caridad, al término de una reunión con los vecinos de La Bachillera, les propuso “la creación de una comisión reducida de vecinos de la barriada, comprometiéndose a mantener una reunión mensual con ellos, para que se estudien todos los problemas”. Dos años después de la creación de esta comisión, se fundó en 1977 la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza, por Julio Fajardo Reyes, Nemesio Miguel González Rodríguez y Manuel Noguera Castillo. En 1979 se inaugura la sede de la asociación, situada en la calle Naranjo nº25, que fue construida por los propios vecinos.
Según las actas de la asociación, las primeras funciones acordadas fueron las del asfaltado de las calles del barrio y las de la construcción de una red de alcantarillado, en 1979. Todas estas obras fueron ejecutadas por los vecinos, que además pagaban cuotas para sufragar los gastos de los materiales. En el mismo año, 1979, la asociación promovió la construcción de un consultorio médico. Para ello, movilizaron a los vecinos hasta conseguir más de 700 cartillas, el mínimo requerido por las autoridades sanitarias para instalar un consultorio público. Pese a ser público, el Estado sólo contribuía en el pago del alquiler del local. El vecindario también participó en la financiación de la construcción del local que se usaría como consultorio. En cada comercio del barrio se instaló una hucha para que los vecinos dieran donativos, también se hicieron rifas simbólicas cada semana, y se solicitó una aportación de 100 pesetas a cada familia del barrio. El pago del alquiler que efectuaba el Estado no era suficiente para sufragar los gastos en materiales, energía y mantenimiento del consultorio, por lo que la asociación de vecinos debía dedicar al consultorio una significativa suma de dinero.
Una de las líneas de actuación de la asociación ha sido la reclamación de la titularidad del terreno de La Bachillera. Se organizaban a partir de reuniones en la sede de la asociación. Han llevado a cabo manifestaciones en el colegio del barrio, en la sede de la Asociación Sevillana de la Caridad, en la calle y una acampada en la plaza nueva frente al edificio del Ayuntamiento de Sevilla.
Uno de sus logros más destacados fue la exitosa solicitud realizada en 2005 a la gerencia de urbanismo para el arreglo de las calles del barrio, las cuales habían sido asfaltadas por los propios vecinos de La Bachillera décadas antes.
También han organizado manifestaciones en contra de la venta y el consumo de droga en el barrio, parando el tráfico. En estas reivindicaciones se unían a otras barriadas con la misma problemática, como las zonas de El Pumarejo o Miraflores. Asimismo han colaborado junto al centro de salud de El Alamillo en diversas campañas de vacunación.
Otra de las líneas de actuación principales de la asociación ha estado dirigida a la convivencia vecinal, organizando para ello numerosas celebraciones a lo largo del año y teniendo como punto de referencia su sede. Como es el caso de la Velá de la Bachillera, celebrada anualmente el mes de septiembre desde 1979 hasta 2012. Organizan también la celebración de los Reyes Magos, para la que hasta hace unos años habían cabalgatas, designando hoy en día un cartero real.
La sede cuenta con un bar (ambigú, como lo llama el vecindario) que ha servido como punto de encuentro fundamental para los vecinos, celebrando el Día de Andalucía con concursos de disfraces y actuaciones para los niños que continúa a día de hoy mediante la realización de migas. En 1980, la Junta Directiva de la asociación aprobó la proyección de películas infantiles en el primer piso de la sede.
Otras de las actividades más recordadas son las excursiones. En 1979 se aprobó el primer campamento de jóvenes del barrio. Solían prolongarse durante 10 días, los jóvenes iban acompañados de monitores, escogidos entre los vecinos adultos, como Benigno, uno de los promotores de los campamentos, o Antonio “el Cocina”, encargado de hacer de comer para todos. En los noventa, era usual la organización de excursiones fuera del barrio, especialmente a Castilblanco. La participación vecinal en estas excursiones era multitudinaria, especialmente por parte de los jóvenes.
La asociación organizaba también la celebración de torneos de tenis de mesa para personas de movilidad reducida en su sede. Los torneos eran organizados por el Club Deportivo FAMS (Federación de Asociaciones de Minusválidos Físicos de Sevilla). Paco Hernández, vecino de la Bachillera y miembro de la junta directiva de la asociación de vecinos, fue el vínculo entre la FAMS y el barrio, al trabajar como chófer para la FAMS. Se celebraban en la sede a cambio de que dieran formación de tenis de mesa a los niños del barrio. Esta relación se materializó con la creación del Club Deportivo FAMS Estrella Bachillera, alrededor de los noventa, que duró unos siete u ocho años. Joaquín Florido, también trabajador de la FAMS, era el entrenador del club, y Paco continuó siendo el chófer. El club llegó a estar federado, participando en competiciones provinciales. Cuando el club viajaba a otros lugares a jugar, muchos vecinos los acompañaban, como sucedía con el equipo de fútbol del barrio. Las competiciones se jugaban en la sede de la asociación durante la Velá del barrio.
La Asociación continúa siendo el centro neurálgico del barrio, encargada de la organización de diversas actividades de ocio y culturales.