Surge de la unión entre una comunidad cristiana, grupos jóvenes, las fuerzas comunistas y otras fuerzas políticas y sindicales en el momento clandestinas. Asumió su gestión un equipo entusiasta que despertó la solidaridad de un barrio dormido, con los lemas “Viviendas para todos y aquí” y “Crear barrio, crear comunidad”. El proceso de formación y de legalización fue muy difícil. Con la asociación de Villa Rosa fueron de las primeras de Madrid en los últimos años de la dictadura.
La asociación se situó al principio en los propios locales provisionales de la parroquia, en la conocida como “La chabola ardiente”. Y se articuló una poderosa colaboración con arquitectos, educadores, psicólogos, sanitarios y abogados, colaboración importante y peligrosa (Luis Javier Benavides, abogado asesor de la de asociación de Villa Rosa murió asesinado en la matanza de Atocha de 1977).
Llegado el año 2000 las poderosas fuerzas adversas forzaron al abandono de La Casa del Barrio, que fue derruida. Y sigue así derruida, simbólicamente refugio de alguien sin hogar. La asociación ocupó después otro pequeño local pero tanto el nivel de las reivindicaciones como las circunstancias habían cambiado y el año 2007 quedó disuelta y amistosamente incorporada a la de Villa Rosa, que conserva el archivo y con la que mantenemos actividad.