La Fototeca Municipal de Sevilla es un centro de investigación especializado en documentación gráfica dependiente del Ayuntamiento de Sevilla. Los inicios de la Fototeca Municipal de Sevilla se remontan a 1985 cuando el Ayuntamiento de la capital hispalense compró el archivo fotográfico de la saga de los Serrano, una familia de reputados reporteros gráficos, cuya obra fue publicada en la prensa local y, en menor medida, en la nacional. En los primeros años, la Fototeca vinculada a la Hemeroteca Municipal, se centró en la adquisición y valoración de la fotografía de prensa de Sevilla (archivos de “Gelán”, Sánchez del Pando, Serafín, Cubiles y Vilches). Con posterioridad, la Fototeca se ha enriquecido con una variedad de fondos que contribuyen a la conservación de la memoria gráfica de la ciudad: archivos de fotógrafos aficionados, archivos institucionales –como el de la Alcaldía–, temáticos (como el taurino de Arjona), personales o colecciones privadas. Las últimas adquisiciones (una colección de positivos sobre Sevilla de diversos autores y el archivo Caparró), permiten ampliar la cronología de los fondos desde mediados del siglo XIX a la actualidad. En definitiva, se trata de un centro documental imprescindible para la historia gráfica española, que desde el año 2000 constituye una unidad técnica y funcional dentro del Servicio de Archivo, Hemeroteca y Publicaciones.
Junto a la conservación y descripción de los fondos fotográficos, la comunicación y difusión de los mismos son otras de las funciones y objetivos fundamentales de la Fototeca Municipal. El programa de difusión cultural se ha materializado en numerosas publicaciones, exposiciones, colaboraciones en proyectos y visitas de centros educativos.
Es un equipamiento del Instituto de la Cultura y de las Artes del Ayuntamiento de Sevilla, situado en la esquina de las Calle Luis Ortiz Muñoz y Calle Arquitecto José Galnares, s/n, en el Polígono Sur, desde donde se trabaja en mediación cultural con una lógica procesual articulando proyectos que están vertebrados por un objetivo común: garantizar los derechos culturales de la ciudadanía desde un enfoque crítico y emancipador.
El equipo de mediación, que actualmente gestiona la cooperativa Arriate Cultural, está formado por profesionales con competencias diversas y distintos ámbitos de especialización: gestión y mediación cultural, artes escénicas, artes visuales, cultura gitana contemporánea, educación para la participación, pedagogía y acción social, entre otros. La dirección y coordinación del equipo de mediación y los proyectos que se articulan desde Factoría Cultural corren a cargo de la Directora de Equipamientos y Espacios Culturales del ICAS, Amapola López, quien canaliza los diferentes recursos y herramientas que ICAS pone al servicio del proyecto.
El programa de mediación cultural desarrolla tres líneas de acción:
- Romper las barreras entre la institución y la ciudadanía, propiciando que el vecindario sienta Factoría Cultural como propio e incorporarlo, en la medida de lo posible, a sus hábitos de consumo cultural.
- Potenciar, facilitar y apoyar la creación artística y la generación de cultura en los barrios, favoreciendo la visibilización de sus creaciones en espacios del centro de Sevilla.
- Posicionar Factoría Cultural como un equipamiento de ciudad que ofrece contenidos y programación de calidad y transformando el espacio en un centro más de consumo cultural para los habitantes del resto de Sevilla.
Como apuesta metodológica se utiliza la escucha activa y el hacer colaborativo para descubrir los centros de interés cultural de la ciudadanía. En cada zona, en función del proyecto desarrollado, las relaciones generadas y las condiciones comunitarias, se promueven propuestas transversales que ofrezcan respuestas a qué hacer en la intersección entre memoria, cultura y barrio.
Bajo principios propios de la Investigación Acción Participativa (IAP) y la utilización del arte y la cultura como herramientas de transformación social, los proyectos se desarrollan de manera que son las propias comunidades quienes definen qué esperan después de cada evento o actuación. Para ello, se establece un diálogo directo y se construye una relación con las personas que habitan las periferias.