Hija de José Antonio González Campos, al igual que su padre, siempre ha estado muy ligada a la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza del barrio de la Bachillera. Durante varios años trabajó en el bar de la sede. Desde el año 2018 pertenece a la junta directiva de la asociación.
Llegó a La Bachillera con seis años. Fue presidente de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza. Ejerció el cargo por primera vez desde 1990 hasta 1998, volviendo en 2002 hasta 2018. Bajo su mandato como presidente se consiguieron adelantos para el barrio como: el primer asfaltado de las calles del barrio en 2005 y la organización de la reivindicación vecinal sobre los alquileres de los terrenos tras el descubrimiento de la actividad ilícita de la Asociación Sevillana de la Caridad en 2004. Es el padre de una de las actuales componentes de la junta directiva de la asociación de vecinos, Eva González Martín de Soto.
El barrio de la Bachillera siempre se ha visto limitado en su desarrollo urbanístico debido a las circunstancias urbanas que rodean al barrio, como la proximidad a las vías del tren, sumado a la irregularidad jurídica. En 1992, con ocasión de la Expo 92, se desmantela la vía férrea del trayecto Sevilla-Madrid, liberando al barrio de la barrera que le separaba del Río Guadalquivir.
En el año 2001, en el marco del nuevo plan de reordenación urbana del barrio realizado por el Ayuntamiento de Sevilla, los vecinos de la Bachillera crearon una Comisión de Barrio que unió a la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza, a la Asociación Socio-cultural de Solidaridad N.I.J.A. y a voluntarios. El hecho que terminó de impulsar el proyecto fue el accidente de un joven vecino de la Bachillera, que se cayó un par de veces de su silla de ruedas debido a los desperfectos de las calles. El padre del joven accidentado promovió la colaboración de asociaciones y distritos para pedir una subvención a la Comunidad Económica Europea para mejorar las infraestructuras de la Bachillera. Juntas, las asociaciones emprendieron un camino de lucha por el barrio para su reconstrucción y mejora, jugando la “Asociación Arquitectura y Compromiso Social” un papel muy relevante.
El objetivo era estudiar, debatir, decidir, proponer y obtener un marco de desarrollo urbanístico y de vivienda que mejorara de manera significativa sus condiciones habitacionales. Tras el encargo de algunos estudios técnicos elaborados por estudiantes de arquitectura y otros profesionales, se celebraron en abril de 2002 unas Jornadas de reflexión sobre el futuro de la bachillera en el que se aprobó por inmensa mayoría un plan de intervención para la rehabilitación del barrio y el mantenimiento de sus residentes. Posteriormente se publicó el estudio fruto de este trabajo, titulado "Diagnóstico del barrio de la Bachillera". Esta propuesta fue transmitida y negociada con la Oficina del Plan de Sevilla.
La comisión de barrio de La Bachillera estuvo compuesta por: Javier Jiménez Rodríguez (Presidente de la AAVV Estrella Andaluza), Pedro Ortega (Junta directiva de la AAVV Estrella Andaluza), Cristina Herranz González (Representante de la asociación NIJA), Carmen Rivero Rebollo (Coordinadora), Carmen Villegas López, Antonio González Campos, Antonia Domínguez Escudero, Isabel González de la Huz, Ángeles Fulgueira Sánchez, Antonio García Gutiérrez, Manuel Carvajal Benigno, Guede Simón Lucía de Olmedo Ver.
La Asociación de Vecinos Estrella Andaluza fue constituida en el momento de nacimiento de numerosas asociaciones vecinales, con el fin de mejorar la convivencia en el barrio de La Bachillera. Tras años en funcionamiento, ha actuado como un órgano de participación ciudadana activa haciendo de puente entre la comunidad de vecinos y los organismos públicos de la ciudad de Sevilla, debido a la peculiar situación del barrio que estaba situado en la periferia urbana y apenas comunicado con la ciudad. Ha actuado de mediadora en conflictos vecinales surgidos en el seno del barrio, siendo la voz de los vecinos de La Bachillera ante el Ayuntamiento de Sevilla, reivindicando soluciones a las carencias y deficiencias del vecindario, con el fin de mejorar la habitabilidad y la calidad de vida.
El origen de la asociación se remonta a 1975, cuando Manuel Sánchez Peña, presidente de la Asociación Sevillana de la Caridad, al término de una reunión con los vecinos de La Bachillera, les propuso “la creación de una comisión reducida de vecinos de la barriada, comprometiéndose a mantener una reunión mensual con ellos, para que se estudien todos los problemas”. Dos años después de la creación de esta comisión, se fundó en 1977 la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza, por Julio Fajardo Reyes, Nemesio Miguel González Rodríguez y Manuel Noguera Castillo. En 1979 se inaugura la sede de la asociación, situada en la calle Naranjo nº25, que fue construida por los propios vecinos.
Según las actas de la asociación, las primeras funciones acordadas fueron las del asfaltado de las calles del barrio y las de la construcción de una red de alcantarillado, en 1979. Todas estas obras fueron ejecutadas por los vecinos, que además pagaban cuotas para sufragar los gastos de los materiales. En el mismo año, 1979, la asociación promovió la construcción de un consultorio médico. Para ello, movilizaron a los vecinos hasta conseguir más de 700 cartillas, el mínimo requerido por las autoridades sanitarias para instalar un consultorio público. Pese a ser público, el Estado sólo contribuía en el pago del alquiler del local. El vecindario también participó en la financiación de la construcción del local que se usaría como consultorio. En cada comercio del barrio se instaló una hucha para que los vecinos dieran donativos, también se hicieron rifas simbólicas cada semana, y se solicitó una aportación de 100 pesetas a cada familia del barrio. El pago del alquiler que efectuaba el Estado no era suficiente para sufragar los gastos en materiales, energía y mantenimiento del consultorio, por lo que la asociación de vecinos debía dedicar al consultorio una significativa suma de dinero.
Una de las líneas de actuación de la asociación ha sido la reclamación de la titularidad del terreno de La Bachillera. Se organizaban a partir de reuniones en la sede de la asociación. Han llevado a cabo manifestaciones en el colegio del barrio, en la sede de la Asociación Sevillana de la Caridad, en la calle y una acampada en la plaza nueva frente al edificio del Ayuntamiento de Sevilla.
Uno de sus logros más destacados fue la exitosa solicitud realizada en 2005 a la gerencia de urbanismo para el arreglo de las calles del barrio, las cuales habían sido asfaltadas por los propios vecinos de La Bachillera décadas antes.
También han organizado manifestaciones en contra de la venta y el consumo de droga en el barrio, parando el tráfico. En estas reivindicaciones se unían a otras barriadas con la misma problemática, como las zonas de El Pumarejo o Miraflores. Asimismo han colaborado junto al centro de salud de El Alamillo en diversas campañas de vacunación.
Otra de las líneas de actuación principales de la asociación ha estado dirigida a la convivencia vecinal, organizando para ello numerosas celebraciones a lo largo del año y teniendo como punto de referencia su sede. Como es el caso de la Velá de la Bachillera, celebrada anualmente el mes de septiembre desde 1979 hasta 2012. Organizan también la celebración de los Reyes Magos, para la que hasta hace unos años habían cabalgatas, designando hoy en día un cartero real.
La sede cuenta con un bar (ambigú, como lo llama el vecindario) que ha servido como punto de encuentro fundamental para los vecinos, celebrando el Día de Andalucía con concursos de disfraces y actuaciones para los niños que continúa a día de hoy mediante la realización de migas. En 1980, la Junta Directiva de la asociación aprobó la proyección de películas infantiles en el primer piso de la sede.
Otras de las actividades más recordadas son las excursiones. En 1979 se aprobó el primer campamento de jóvenes del barrio. Solían prolongarse durante 10 días, los jóvenes iban acompañados de monitores, escogidos entre los vecinos adultos, como Benigno, uno de los promotores de los campamentos, o Antonio “el Cocina”, encargado de hacer de comer para todos. En los noventa, era usual la organización de excursiones fuera del barrio, especialmente a Castilblanco. La participación vecinal en estas excursiones era multitudinaria, especialmente por parte de los jóvenes.
La asociación organizaba también la celebración de torneos de tenis de mesa para personas de movilidad reducida en su sede. Los torneos eran organizados por el Club Deportivo FAMS (Federación de Asociaciones de Minusválidos Físicos de Sevilla). Paco Hernández, vecino de la Bachillera y miembro de la junta directiva de la asociación de vecinos, fue el vínculo entre la FAMS y el barrio, al trabajar como chófer para la FAMS. Se celebraban en la sede a cambio de que dieran formación de tenis de mesa a los niños del barrio. Esta relación se materializó con la creación del Club Deportivo FAMS Estrella Bachillera, alrededor de los noventa, que duró unos siete u ocho años. Joaquín Florido, también trabajador de la FAMS, era el entrenador del club, y Paco continuó siendo el chófer. El club llegó a estar federado, participando en competiciones provinciales. Cuando el club viajaba a otros lugares a jugar, muchos vecinos los acompañaban, como sucedía con el equipo de fútbol del barrio. Las competiciones se jugaban en la sede de la asociación durante la Velá del barrio.
La Asociación continúa siendo el centro neurálgico del barrio, encargada de la organización de diversas actividades de ocio y culturales.