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          3 - Agentes - Barrios

          ES-ADMC-RA00033 · Entidad colectiva · 2020-

          "San Diego, memorias de la periferia urbana" se desarrolló en varias fases, desde el mes de septiembre de 2020 hasta el mes de diciembre del mismo año.

          El proyecto comenzó el 1 de septiembre y se celebraron varias sesiones de trabajo que han permitido rescatar algún material. No obstante, este es el punto de partida de la iniciativa, que pretende asimismo recopilar los testimonios en primera persona de sus protagonistas, que participan de forma activa tanto en la búsqueda de materiales como en la descripción del contexto histórico de los mismos y en el diseño de las intervenciones en el espacio público para su difusión.

          La fase final del proyecto consistió en un conjunto de intervenciones del espacio público del propio barrio, a través de la proyección de una selección de las imágenes rescatadas en distintos puntos, como fachadas, comercios u otros lugares de interés. Tuvo como objetivos reconocer la memoria colectiva como parte de una perspectiva plural de la historia, desarrollar en espacios públicos procesos de colaboración con la ciudadanía, fomentar la participación activa de los protagonistas de las imágenes rescatadas e impulsar el diálogo intergeneracional entre los coetáneos de las imágenes recuperadas y las generaciones más jóvenes.

          ES-ADMC-RA00159 · Entidad colectiva · 2021-

          “Memorias de La Bachillera” es una iniciativa para la recuperación de la memoria audiovisual del barrio sevillano de La Bachillera. El proyecto está coordinado por la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza de La Bachillera y La Digitalizadora de la Memoria Colectiva, con el apoyo de Factoría Cultural y el Área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Sevilla.

          Su punto de partida fue una exposición realizada por la AVV en 2020 a partir de una recopilación de fotografías entre las vecinas y vecinos del barrio. Antonio Moreno, mediador cultural de Factoría cultural, visitó la exposición y tuvo la idea de poner en contacto a la directiva de la AVV con el equipo de La Digitalizadora de la Memoria Colectiva.
          En una primera reunión en el barrio, se acordó mejorar el tratamiento digital que se había dado a las fotografías, ampliar la búsqueda a películas y vídeos, realizar una base de datos de la memoria social del barrio y llevar a cabo una serie de eventos de difusión de los fondos encontrados para fomentar la participación vecinal. El proyecto contaría con el apoyo económico y logístico de Factoría Cultural.

          El primer evento de difusión en el barrio se realizó el 3 de diciembre de 2021. El equipo de La Digitalizadora realizó una proyección itinerante por las calles del barrio utilizando su “cinecarro”, dispositivo portátil de proyección de memoria vecinal. El evento fue dinamizado por el actor Francisco Torres que, mediante un megáfono, animaba al vecindario a participar y explicaba el proyecto.

          El 4 de diciembre se instaló en la sede de la AVV un “buzón de la memoria” en el que se invitaba a depositar fotografías, vídeos y películas que serían digitalizadas y devueltas sin coste alguno.

          Entre los numerosos materiales recibidos destacó la colección de películas en Super 8 del vecino Manuel Cruz. Más de 8 km de metraje dedicado fundamentalmente al equipo de fútbol del barrio, la SD Estrella Bachillera, pero entre el cual logramos localizar imágenes del barrio y de alguno de sus acontecimientos sociales más importantes, como la Velá o la Cabalgata de Reyes organizada por la asociación de vecinos. Estas películas fueron digitalizadas y las grabaciones del equipo de fútbol sirvieron como punto de partida para la organización de un Homenaje a la SD Estrella Bachillera el 27 de marzo de 2022.
          El siguiente encuentro en el barrio sirvió para homenajear al grupo de majorettes, que había aparecido en numerosas fotografías aportadas por el vecindario así como en una grabación en vídeo. Este homenaje se realizó el 15 de mayo de 2022.

          El 30 de septiembre y el 1 de octubre de 2022 se realizaron dos nuevos encuentros en el barrio. El primero de ellos fue una proyección nocturna en varios lugares escogidos utilizando el “cinecarro”. Los lugares seleccionados fueron la fachada del bar Taxista y la de la casa de Antonia Graus Subirana y Cristina Herranz González, vecinas del barrio y fundadoras de la asociación NIJA. El segundo, el 1 de octubre, consistió en la celebración de la popular garbanzada de La Bachillera, que no se celebraba desde varios años antes de la pandemia.

          El proceso de evaluación de la iniciativa junto al equipo de Factoría Cultural reveló éxitos y debilidades del proyecto como herramienta de cohesión vecinal. Como éxito destacó la implicación de las familias y colectivos históricos del barrio y el refuerzo de la autoestima vecinal. Su debilidad principal fue la baja implicación del nuevo vecindario, en especial el de la comunidad migrante.

          Por este motivo, en 2023 el proyecto se ha retomado a partir de la iniciativa conocida como El método Layne, en homenaje a Tomás Layne Sánchez, fotógrafo del barrio que retrató a las familias de la Bachillera durante los años 50 y 60. Esta iniciativa consiste en convertir al fotógrafo Antonio Pérez en el Tomás Layne Sánchez de 2023. Antonio está recorriendo el barrio junto a la periodista Gabriela Sardá para fotografiar hoy al vecindario a la manera que hacía Tomás. En junio de 2023 tendrá lugar un nuevo encuentro Memorias de La Bachillera en el que se expondrán las fotografías realizadas y, finalizada la exposición, cada persona podrá llevarse a casa una copia de las fotografías en las que aparezca.

          es-admc-ra00361 · Entidad colectiva · 1948-

          Los terrenos sobre los que se asienta el barrio de La Bachillera eran propiedad del torero Manuel García Muriel, también conocido como “El Artillero”. García Muriel dejó los terrenos en herencia a la Asociación Sevillana de la Caridad, de la que era socio, disponiendo en su testamento lo siguiente: “sus bienes se distribuirán entre los pobres, para lo cual será entregado a la Asociación Sevillana de la Caridad”. Al fallecer el torero en 1917, estos terrenos pasan al usufructo de su hermano Francisco García Muriel, que fue el poseedor de la Huerta de la Bachillera hasta su fallecimiento en 1945, cuando los terrenos pasan a manos de la Asociación Sevillana de la Caridad.

          Con el objetivo de recaudar dinero para luchar contra la pobreza, la asociación comenzó a arrendar los terrenos donados. Familias de trabajadores procedentes de diferentes zonas de la Andalucía rural, como la sierra de Sevilla o Granada, alquilaron parcelas donde construyeron sus viviendas y algunos de ellos, establos. Al comienzo llegaron unas ocho familias. Los vecinos pagaban a la A.S.C alquileres por los terrenos donde comenzaron a construir sus hogares, establos, comercios y calles. Desde 1959, se vendieron 118 parcelas y las 157 restantes permanecieron arrendadas. Estos vecinos eran dueños de sus viviendas pero arrendatarios del suelo sobre el que estas se levantan. A mediados de 1975, la A.S.C. decidió acabar con este régimen cediendo el terreno a los vecinos por un precio simbólico, pero tal decisión no llegó a ejecutarse.

          En cuanto a las condiciones materiales del barrio, sus infraestructuras eran muy rudimentarias. Carecían de agua, luz, alcantarillado y pavimentación de calles. Las casas eran construidas por los propios vecinos con los materiales que iban encontrando en derribos y obras en la ciudad. Inicialmente, para obtener agua, los residentes tenían que desplazarse a San Jerónimo, al Cementerio o a los talleres cercanos de la Renfe, donde podían acceder al agua caliente de las máquinas. El barrio no tuvo acceso directo a agua potable hasta que la Asociación Sevillana de la Caridad instaló un grifo en el barrio, junto a la casa del trabajador denominado como “El guarda”, vigilante de la fuente. En la década de 1960 se logró la conexión de agua corriente hasta las viviendas.

          En 1979, año de constitución de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza de La Bachillera, se aprobó la primera obra comunitaria, consistente en el asfaltado de las calles del barrio y la construcción de una red de alcantarillado.
          Gracias a las movilizaciones y las reivindicaciones vecinales, organizadas en su mayoría por mediación de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza y por la Asociación Sociocultural Solidaridad N.I.J.A, se ha ido dotando progresivamente al barrio de estos servicios urbanos básicos.
          En 2007, con el gobierno local del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, se llevó a cabo un proyecto de reestructuración del barrio: pavimentación nueva, red de saneamiento y agua, etc.

          En 2018 se aprobó el Plan Especial de Reforma Interior del barrio, que pretendía regularizar la propiedad de los suelos, una de las principales reclamaciones del movimiento vecinal de la Bachillera. Algunas de las familias pudieron comprar las parcelas donde se sitúan sus casas, mientras que otras continuaron en régimen de arrendamiento de las tierras, pese a poseer la titularidad sobre las viviendas construidas en los terrenos.

          En cuanto a la problemática del arrendamiento del suelo, en el año 2004 se descubrió que la Asociación Sevillana de la Caridad había sido disuelta en 1989 y una nueva fundación de 1992 la suplantó, cobrando el alquiler a los vecinos ilegalmente. El ayuntamiento informó a los vecinos del ilícito, dejándoles libres de pagos. Sin embargo, aún muchas familias continúan sin ser los poseedores de los terrenos sobre los que se erigen sus casas, por lo que las reclamaciones continúan.