Nació y vivió toda su infancia y juventud en la Huerta de la Teneria, junto a la Bachillera, cerca del Arteferro. Sus amigos estaban en la Bachillera, donde solía jugar y pasar sus ratos libres. En 1977 se casó y se mudó a la calle Membrillo, en la Bachillera. A principios de los setenta, Manuel se organizó con un grupo de jóvenes vecinos de la Bachillera para solicitar a la Asociación Sevillana de la Caridad el terreno donde posteriormente construirían el local de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza. No fue posible ya que carecían de los medios económicos, hasta que a finales de los setenta, cuando Manuel ya vivía dentro del barrio, el mismo grupo de jóvenes, junto con nuevas incorporaciones del vecindario, se organizaron para fundar la Asociación de Vecinos y construir el local.
Como uno de los fundadores de la AA.VV, Manuel contribuyó en el desarrollo de numerosos logros para el barrio: la negociación del cese de los terrenos para el local, la acometida del alcantarillado, la implementación de una red de agua, el asfaltado, el establecimiento de una sede para la votación electoral en el colegio del barrio (anteriormente tenían que ir a votar a San Jerónimo), la construcción de un consultorio médico, etc. La flexibilidad de su situación laboral le permitía disponer de más tiempo para realizar actividades en la AA.VV. También destacan sus relaciones con el Ayuntamiento de Sevilla, al
pertenecer al Consejo de Participación Ciudadana entre los setenta y los ochenta. Él fue también otro de los organizadores primitivos de la Velá.
Manuel trabajó casi toda su vida en Arteferro, el taller dedicado a la reproducción de muebles y artículos de decoración de forja y tallas antiguos situado en la Bachillera. A partir de 1975 los trabajadores de Arteferro se unieron para crear un Comité de Empresa, tras convocar una asamblea donde se eligió un comité de nueve compañeros y a Manuel Noguera Castillo como portavoz. Noguera Castillo fue el portavoz hasta 1989, año en el que la dirección de la empresa desapareció sin pagar los salarios y las pagas extras correspondientes. En 1990, tras muchas negociaciones entre el comité y el accionista principal, se organizaron como cooperativa con 51 trabajadores, siendo Manuel Noguera el encargado de gestionar y negociar los trámites, además de ser elegido como presidente de la cooperativa. Se mantuvo en su puesto hasta 2006, año en el que se consiguió la prejubilación de la mayoría de los trabajadores. En 1984, Manuel se mudó al barrio de La Carrasca, aunque mantuvo las relaciones con la AA.VV hasta 1990, cuando su dedicación a las labores sindicales con motivo de la Expo 92 cubrió la mayor parte de su tiempo.
Taxonomía
Código
Nota(s) sobre el alcance
Nota(s)
- Los terrenos sobre los que se asienta el barrio de La Bachillera eran propiedad del torero Manuel García Muriel, también conocido como “El Artillero”. García Muriel dejó los terrenos en herencia a la Asociación Sevillana de la Caridad, de la que era socio, disponiendo en su testamento lo siguiente: “sus bienes se distribuirán entre los pobres, para lo cual será entregado a la Asociación Sevillana de la Caridad”. Al fallecer el torero en 1917, estos terrenos pasan al usufructo de su hermano Francisco García Muriel, que fue el poseedor de la Huerta de la Bachillera hasta su fallecimiento en 1945, cuando los terrenos pasan a manos de la Asociación Sevillana de la Caridad. Con el objetivo de recaudar dinero para luchar contra la pobreza, la asociación comenzó a arrendar los terrenos donados. Familias de trabajadores procedentes de diferentes zonas de la Andalucía rural, como la sierra de Sevilla o Granada, alquilaron parcelas donde construyeron sus viviendas y algunos de ellos, establos. Al comienzo llegaron unas ocho familias. Los vecinos pagaban a la A.S.C alquileres por los terrenos donde comenzaron a construir sus hogares, establos, comercios y calles. Desde 1959, se vendieron 118 parcelas y las 157 restantes permanecieron arrendadas. Estos vecinos eran dueños de sus viviendas pero arrendatarios del suelo sobre el que estas se levantan. A mediados de 1975, la A.S.C. decidió acabar con este régimen cediendo el terreno a los vecinos por un precio simbólico, pero tal decisión no llegó a ejecutarse. En cuanto a las condiciones materiales del barrio, sus infraestructuras eran muy rudimentarias. Carecían de agua, luz, alcantarillado y pavimentación de calles. Las casas eran construidas por los propios vecinos con los materiales que iban encontrando en derribos y obras en la ciudad. Inicialmente, para obtener agua, los residentes tenían que desplazarse a San Jerónimo, al Cementerio o a los talleres cercanos de la Renfe, donde podían acceder al agua caliente de las máquinas. El barrio no tuvo acceso directo a agua potable hasta que la Asociación Sevillana de la Caridad instaló un grifo en el barrio, junto a la casa del trabajador denominado como “El guarda”, vigilante de la fuente. En la década de 1960 se logró la conexión de agua corriente hasta las viviendas. En 1979, año de constitución de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza de La Bachillera, se aprobó la primera obra comunitaria, consistente en el asfaltado de las calles del barrio y la construcción de una red de alcantarillado. Gracias a las movilizaciones y las reivindicaciones vecinales, organizadas en su mayoría por mediación de la Asociación de Vecinos Estrella Andaluza y por la Asociación Sociocultural Solidaridad N.I.J.A, se ha ido dotando progresivamente al barrio de estos servicios urbanos básicos. En 2007, con el gobierno local del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, se llevó a cabo un proyecto de reestructuración del barrio: pavimentación nueva, red de saneamiento y agua, etc. En 2018 se aprobó el Plan Especial de Reforma Interior del barrio, que pretendía regularizar la propiedad de los suelos, una de las principales reclamaciones del movimiento vecinal de la Bachillera. Algunas de las familias pudieron comprar las parcelas donde se sitúan sus casas, mientras que otras continuaron en régimen de arrendamiento de las tierras, pese a poseer la titularidad sobre las viviendas construidas en los terrenos. En cuanto a la problemática del arrendamiento del suelo, en el año 2004 se descubrió que la Asociación Sevillana de la Caridad había sido disuelta en 1989 y una nueva fundación de 1992 la suplantó, cobrando el alquiler a los vecinos ilegalmente. El ayuntamiento informó a los vecinos del ilícito, dejándoles libres de pagos. Sin embargo, aún muchas familias continúan sin ser los poseedores de los terrenos sobre los que se erigen sus casas, por lo que las reclamaciones continúan.
- Entrevista a Ignacio Cruz Hernández (1961-), 2022-04-12.
- Información facilitada por Antonia Miranda
- José Ignacio Aguilar (2004). Los motivos de la lucha del barrio de la Bachillera: Breve reseña histórica.
- Comisión de barrio de La Bachillera (2002). [*Diagnóstico del barrio de la Bachillera*](http://periferiesurbanes.org/wp-content/uploads/2011/02/B_diagnostico.pdf).